¿Quién vive? Juan 6:57. “Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.” Es común encontrarnos con esta expresión, en forma de interrogante, dentro de las iglesias en nuestros días. Algunos de forma mecánica otros con sincero corazón quieren dar a conocer que están siguiendo a alguien que está vivo. Que su fe no la han puesto en un ser que luego de crucificado se terminó todo; antes por el contrario Jesucristo no fue dejado en la tumba. El Apóstol Pablo nos dice: “Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo , al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. Porque si
Somos una Iglesia que profesa el Evangelio de Jesucristo contenido en las sagradas escrituras del cual, encomendado a los Apóstoles mediante el ministerio de la reconciliación para salvar nuestras almas. Constituida para el crecimiento espiritual y aprendizaje de las verdades bíblicas, proclamar las buenas nuevas de salvación, propiciando la reconciliación del hombre con Dios para que vivamos sobria, justa y piadosamente, a fin de presentarnos perfectos en Cristo Jesús para toda buena obra.