Ezequiel 18:4 “He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá.” Entrados ya en el siglo veintiuno y sigue aun la disyuntiva si tenemos un alma o somos un alma ¿como fuimos creados, con alma o siendo alma? Quizá pudiésemos usar esta misma expresión que usara nuestro s eñor Jesucristo al referirse a la condición en la que se encontraban algunos de sus discípulos: "Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!" Lucas 24:25. No piense usted que todo lo que escribieron los profetas era porque lo conocían previamente, simplemente dijeron lo que Dios le dijo; no surgió lo que escribieron de su razonamiento o producto de una demostración científica. Así está escrito: "Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos;" 1º de Corintios 13:9. “Dijo Micaías: Vive Jehová, que lo que mi Dios me dijere, eso hablaré.” 2da Crónicas 1
Somos una Iglesia que profesa el Evangelio de Jesucristo contenido en las sagradas escrituras del cual, encomendado a los Apóstoles mediante el ministerio de la reconciliación para salvar nuestras almas. Constituida para el crecimiento espiritual y aprendizaje de las verdades bíblicas, proclamar las buenas nuevas de salvación, propiciando la reconciliación del hombre con Dios para que vivamos sobria, justa y piadosamente, a fin de presentarnos perfectos en Cristo Jesús para toda buena obra.