Las Moradas Eternas Nuestra habitación celestial 2da Corintios 5:1-3 “Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial; pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos.” Una de las preguntas que el ser humano se ha hecho es ¿Cómo resucitaran los muertos? “Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán?” 1ra Corintios 15-35. Por medio de las sagradas escrituras Dios nos da a conocer algunas características del nuevo cuerpo que hemos de tener luego que se d é la resurrección. Si tomamos en cuenta la materia de la que es hecho tenemos una diferencia con el cuerpo que hoy tenemos: “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.” Génesis 2:7. Por eso el Apó
Somos una Iglesia que profesa el Evangelio de Jesucristo contenido en las sagradas escrituras del cual, encomendado a los Apóstoles mediante el ministerio de la reconciliación para salvar nuestras almas. Constituida para el crecimiento espiritual y aprendizaje de las verdades bíblicas, proclamar las buenas nuevas de salvación, propiciando la reconciliación del hombre con Dios para que vivamos sobria, justa y piadosamente, a fin de presentarnos perfectos en Cristo Jesús para toda buena obra.