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El Misterio de la Piedad



El Misterio de la Piedad
1ra Timoteo 3:16
“E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.”

Poder comprender a cabalidad el significado real, todo lo que da a conocer esta sola escritura, pasa por saber y conocer la forma como Dios actúa o trabaja. Vamos a ir, paso a paso desglosando este texto:
aa)    Dios fue manifestado en carne,
bb)    Justificado en el Espíritu,
cc)    Visto de los ángeles,
dd)    Predicado a los gentiles,
ee)    Creído en el mundo,
f  f)     Recibido arriba en gloria.

Cada una de estas partes o frases, tiene una explicación con base bíblica; puesto que es un resumen o un esquema que hizo Pablo del misterio de la piedad.
a)    Dios fue manifestado en carne.
Este, junto con el punto siguiente, ha sido el debate durante muchos años y la razón para algunos, que torciendo las escrituras, lleguen a conclusiones fuera del texto bíblico y fuera de los planes de Dios.
Dios es un Dios que se manifiesta desde el inicio de la creación. Dios no es un Dios pasivo; Dios es activo, se hace ver, se pone de manifiesto por medio de su creación para que le conozcamos:
“porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Romanos 1:19-20.
Cada vez que Dios se manifiesta tiene como resultado una obra. Dios se manifestó en el principio dando como resultado la creación del universo. De igual modo vemos la creación de todas las cosas que hay en la tierra, incluyendo al hombre y a la mujer, son producto de la manifestación de Dios. Quizá le parezca extraño el uso de la palabra manifestación en este contexto, pero en la biblia encontramos el uso de Manifestación en este contexto para Dios; una demostración de su poder, de su deidad. Lo que no se ve de Dios lo muestra por medio de las cosas hechas. Su capacidad de hacer lo que nadie más es capaz de hacer.
“Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.” Hebreos 11:3.
¿Quién más puede hacer algo de lo que no se ve? Nadie; solamente el Dios Todopoderoso. Pero hay aún un hecho relevante en este proceso de creación y es que el universo fue constituido por la palabra de Dios. ¿Qué implica esto? Que a Dios le basta con dar una orden, con hacer una declaración para que el deseo de Dios sea cumplido. Para que llegue a existir lo que no existía, aún de la nada. Es suficiente para Dios dar una orden para que los distintos seres enviados de Dios realicen la voluntad de Dios, incluso su Espíritu valla donde Dios le envíe.
¿Quién mas puede hacer esto? De esta forma exclusiva, solamente Dios.
Existen, a lo largo de la biblia, diferentes episodios donde Dios se manifestó; por medio de su Espíritu, manifestó su poder. Si recordamos todas las cosas que ocurrieron con el pueblo de Israel antes que saliesen de Egipto veremos que dice:
Y vino un varón de Dios a Elí, y le dijo: Así ha dicho Jehová: ¿No me manifesté yo claramente a la casa de tu padre, cuando estaban en Egipto en casa de Faraón? 1ra de Samuel 2:27.
Dios habla aquí de una manifestación. No fue que se convirtió en o se transformó en alguien o algo. No; Simplemente por medio de Moisés y Aarón Dios mostró lo invisible de él, su poder, su deidad e hizo grandes cosas en el pueblo de Egipto, salvando a su pueblo de la esclavitud. Cada milagro que ocurrió era una intervención de Dios; por esto exclamaron los hechiceros que procuraban imitar la obra de Dios y trataron de producir piojos y no pudieron:
 “Entonces los hechiceros dijeron a Faraón: Dedo de Dios es éste….” Éxodo 8:19.
También encontramos la manifestación de Dios en el tiempo de Eli y Samuel. A causa de la conducta de Elí ante sus hijos, Dios se enojó y dice que la palabra de Dios escaseaba:
“El joven Samuel ministraba a Jehová en presencia de Elí; y la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia.” 1ra Samuel 3:1.
Pero esto estaba por cambiar, pues Samuel iba creciendo y fue agradable ante los ojos de Jehová. Por eso da testimonio la palabra de Dios diciendo:
“Y todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, conoció que Samuel era fiel profeta de Jehová. Y Jehová volvió a aparecer en Silo; porque Jehová se manifestó a Samuel en Silo por la palabra de
Jehová.” 1ra Samuel 3:20-21.
Esta manifestación de Dios no fue otra cosa que Dios habló por boca de Samuel y cumplió todo lo que dijo por boca de Samuel.
“Y Samuel creció, y Jehová estaba con él, y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras.” 1ra Samuel 3:19.
En las manifestaciones de Dios, También podemos ver que luego que Dios creó al hombre del polvo de la tierra, se dio la creación de la mujer de forma diferente a la de Adam.
“Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.” Génesis 2:21-22.
¿Qué ocurrió? Dios se manifestó en la carne de Adam y tomó una costilla de donde creó a Eva. En un acto asexuado, donde no hubo gestación ni embarazo, sino un acto de creación, aunque acá hubo parte de Adam participando. Si; leyó bien, Dios se manifestó en la carne de Adam y produjo un cambio, una alteración del original.
¿Es esto bíblico? Dios se manifiesta en el ser humano. Un ejemplo es el caso de Sansón.
“Y la mujer dio a luz un hijo, y le puso por nombre Sansón. Y el niño creció, y Jehová lo bendijo. Y el Espíritu de Jehová comenzó a manifestarse en él en los campamentos de Dan, entre Zora y Estaol.” Jueces 13:24-25.
Vemos en el relato de que Dios, por medio de su Espíritu, se manifestaba en Sansón. Cada vez que Sansón hacía uso de su maravillosa fuerza era porque se hacía manifiesto Dios en él por medio de su Espíritu. La manifestación de Dios en el ser humano trae un efecto, una consecuencia; que en el caso de Sansón le proveía de gran fuerza. Dios se manifiesta en la carne del ser humano, en los hombres y mujeres que permiten que Dios se glorifique por medio de ellos.
Así estaba profetizado que una virgen concebiría y daría a luz un hijo; y esto sin intervención de hombre ¿Cómo ocurriría esto?
“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.” Isaías 7:14.
Acá nos habla de una señal que ocurriría; que la virgen concebiría. Esto tuvo fiel cumplimiento y nos declara las escrituras como ocurrió; pues la misma maría le extrañó como iba a acontecer:
“Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.” Lucas 1:34-35.
La explicación que el ángel le da a María nos ayuda a entender cómo es que Dios se manifestó y donde se manifestó. El ángel le dijo que lo primero que iba a acontecer era que El Espíritu Santo vendría sobre ella. Segundo: En ella iba a operar el poder de Dios. Tercero ¿Qué traería como resultado? Que concebiría un hijo que sería llamado hijo de Dios.
Dios se manifestó en la carne de María, por medio de su Espíritu, dando como resultado el llegar a existir milagrosamente en el vientre de María, donde no había nada, un niño que sería conocido como Jesús el Cristo.
De manera que la expresión “Dios fue manifestado en carne” no significa que Dios se convirtió en carne o que Dios vino en carne; pues estas dos expresiones son totalmente anti bíblicas. Lo que significa la expresión “Dios fue manifestado en carne” no es otra cosa que Dios se glorificó en la carne de María. Dios se manifestó, obró, hizo un milagro en la carne de María. Debo hacer la observación que luego que Jesús nació y creció, entonces Dios se manifestó en la carne de Jesucristo y por medio de él.
“cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.” Hechos 10:38.
“Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis;” Hechos 2:22.
De la misma manera Dios se manifiesta hoy día, por medio de toda carne donde ha hecho reposar su Santo Espíritu, haciendo milagros, sanidades y cada uno de los dones que vienen a nosotros por medio del Espíritu de Dios. Esto lo había prometido Dios por boca del profeta Joel:
“Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.” Joel 2:28.
Note pues que Dios prometió derramar su Espíritu sobre toda carne y es en esa carne donde empieza a manifestarse y hace morir las obras de la carne para luego manifestarse por medio de esa carne.
Otro hecho relevante es la manifestación de Dios a los gentiles.
“E Isaías dice resueltamente: Fui hallado de los que no me buscaban; Me manifesté a los que no preguntaban por mí.” Romanos 10:20.
Esto relacionado al hecho de que también el pueblo gentil ha visto la gloria de Dios por medio de señales, milagros, maravillas que solo estaba limitadas al pueblo judío pero que a Dios le ha placido darnos a nosotros también. No hemos visto ninguna figura; ni tampoco una encarnación de Dios; pero la palabra de Dios entre nosotros corre y es glorificada transformando vidas, mentes y corazones. Dios se ha manifestado entre los gentiles para provocar a celo a su pueblo Israel.
Esto ha sido gracias a que Dios envió su Hijo amado al mundo para que el mundo sea salvo por él. Juan 3:16-17.
Dios se manifiesta, por medio de su Espíritu, en nosotros para transformarnos en una nueva criatura y por medio de nosotros para obrar diferentes operaciones y milagros donde Dios sea glorificado.
b)   Justificado en el Espíritu.
Para iniciar, note que no dice: Justificado por el Espíritu, sino, “Justificado en el Espíritu”. Acá no está hablando de que alguien fue justificado. No; Acá habla de una explicación, de una razón. La explicación que el ángel le dio a María nos ayuda, una vez más, a entender. El ángel le dijo: “…El Espíritu Santo vendrá sobre ti…” Lucas 1:35. ¿Qué era lo que iba a acontecer? Si; el Espíritu de Dios vendría sobre María. Esta venida del Espíritu Santo sobre María es la razón, el motivo, la justificación, por la cual quedó embarazada. Su embarazo estaba justificado por la manifestación del Espíritu de Dios en la Carne de María. Por eso se le dijo a José:
“Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.” Mateo 1:20.
¿Cómo se explica que una virgen quede embarazada, sin haber conocido varón? Dios se manifestó, por medio de su Espíritu Santo, en el cuerpo de esta virgen (María) y con el poder de Dios se concibió Jesucristo en el vientre de María.
Esta es la forma más frecuente de Dios manifestarse, de Dios manifestar su poder; por medio de su Santo Espíritu. ¿Cómo creó Dios lo que hoy vemos? Por medio de su Espíritu; por eso dice que su Espíritu se movía sobre la faz de las aguas. Génesis 1:1. Este Espíritu de Dios renueva la faz de la tierra.
“Todos ellos esperan en ti, Para que les des su comida a su tiempo. Les das, recogen; Abres tu mano, se sacian de bien. Escondes tu rostro, se turban; Les quitas el hálito, dejan de ser, Y vuelven al polvo. Envías tu Espíritu, son creados, Y renuevas la faz de la tierra.” Salmos 104:27-30.
¿Noto? “… envías tu Espíritu, son creados…” Por medio de su Espíritu Dios crea. Y ¿Qué de la creación del hombre?
“El espíritu de Dios me hizo, Y el soplo del Omnipotente me dio vida.” Job 33:4.
Fuimos creados por Dios, por medio de su Espíritu; de la misma forma que el resto de la creación.
“Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, Y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.” Salmos 33:6.
La creación de Dios se justifica gracias a su Santo Espíritu. De esa manera ha obrado, obra y obrará Dios, por medio de su Santo Espíritu.
De manera que no es que Jesucristo recibió justificación del Espíritu Santo; sino que la aparición de Jesucristo fue gracias al Espíritu Santo, se justifica por la manifestación de Dios en el cuerpo de María por medio de su Espíritu Santo.
c)    Visto de los ángeles.
En la vida del ser humano existen unos testigos, algunas veces pasivos y en otras veces activos. Estos son los ángeles. Ellos están a la expectativa  de las cosas que Dios ha hecho por y con el ser humano; inclusive se les ha dado a conocer cosas por medio de nosotros los humanos.
“A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles.” 1ra Pedro 1:12
“para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales,” Efesios 3:10.
Ellos están interesados en saber de cómo Dios nos ha estado proveyendo la salvación. El nacimiento de Jesucristo no fue un hecho aislado ni en un lugar oculto. Fue a vista de los ángeles.
Fue un ángel quien le llevó el mensaje a María de que quedaría embarazada y de ella nacería el Cristo. Lucas 1:34-35.
Fue un ángel que le transmitió un mensaje a José para tranquilizarlo por el embarazo de María. Mateo 1:20.
Cuando Jesucristo nació, en Belén de Judea, fue un ángel quien le dio el aviso a los pastores del nacimiento del mesías.
 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.” Lucas 2:10-11.
Luego de este anuncio, lo pastores vieron y oyeron una multitud de ángeles que les confirmaban el nacimiento de Jesucristo.
“Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” Lucas 2:13-14.
Luego aclara que estas huestes celestiales eran una multitud de ángeles.
De manera que los ángeles fueron testigos del milagro que Dios hizo. Como Dios se manifestó en el cuerpo de María, por medio de Su Espíritu, para que naciese el redentor del mundo. Ellos lo vieron. Fue visto de los ángeles; y no solamente en la hora de la concepción y nacimiento. Usted consigue que, luego de los cuarenta (40) días de ayuno y la tentación en el desierto, recibió ayuda de ángeles.
“El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.” Mateo 4:11.
Inclusive se les permitió a algunos ver un hecho sorprendente, que incluía ángeles:
“Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre.” Juan 1:51.
Los ángeles estuvieron presentes en todas las etapas del ministerio de Jesucristo; aún en su muerte, resurrección u ascensión al cielo.
“Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella.” Mateo 28:2.
“Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.” Hechos 1:10-11.
Todo esto fue visto de los ángeles, y en particular todo lo que tiene que ver con la persona de Jesucristo; este misterio de la piedad que Dios mostró para con la humanidad, de proponerse y llegar a cabo la redención por medio de un cordero perfecto, el cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
d)   Predicado a los gentiles.
Otro hecho importante en el misterio de la piedad es que se concediera a los gentiles la oportunidad de ser salvo. Recordemos cual era la condición de los gentiles.
“En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.” Efesios 2:12.
Pero con la obra hecha por Dios, por medio de Jesucristo, se nos abrió la posibilidad de alcanzar el beneficio de la salvación. Inició la predicación del evangelio a los gentiles. Por eso encontramos a Jesucristo diciendo:
“También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.” Juan 10:16.
Para esto fue escogido el Apóstol Pablo, para ayudar a llevar el evangelio entre los gentiles; y cuando Ananías se negaba a ir a orar por Saulo de Tarso, se le dijo:
“…Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel;” Hechos 9:15.
De manera que el evangelio de salvación fue y es predicado entre los gentiles; y parte del evangelio incluye el predicar a Jesucristo que vivió, murió y resucitó por nuestros pecados. Que Jesucristo vino en carne y que luego que ascendió a los cielos está sentado a la diestra de Dios padre.
“Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.” Hechos 17:30-31.
Jesucristo es predicado entre los gentiles como el Hijo de Dios, como el Cristo de Dios.
“declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, a quien yo os anuncio, decía él, es el Cristo.” Hechos 17:3.
Los gentiles antes no habías escuchado de la venida de Jesucristo; pues la promesa había sido hecha a los judíos, pues de ellos viene la salvación; pero Dios en su misericordia nos ha incluido con la venida de Jesucristo al mundo.
e)    Creído en el Mundo.
Esta predicación, de la persona de Jesucristo, ha tenido receptividad en el mundo entero. Hoy por hoy no existe una nación que ho haya escuchado hablar de Jesucristo.
“Pero no hallándolos, trajeron a Jasón y a algunos hermanos ante las autoridades de la ciudad, gritando: Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá;” Hecho 17:6.
“Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras, con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo. Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno, sino, como está escrito: Aquellos a quienes nunca les fue anunciado acerca de él, verán; Y los que nunca han oído de él, entenderán.” Romanos 15:18-21.
Este es el testimonio de el Apóstol Pablo, del esfuerzo que él hizo para que la palabra de Dios corriese y fuese glorificada; que trajo como consecuencia la conversión de gran numero de gentiles como de judíos; cumpliéndose lo dicho por boca del Apóstol Pedro.
“Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.” Hechos 2:39.
Dentro de esos que el Señor nuestro Dios llamare, estamos los gentiles que hemos oído el evangelio y hemos creído en Jesucristo para gloria de Dios Padre.
f)     Recibido arriba en gloria.
Es un hecho que luego que Jesucristo resucitó, ascendió a los cielos.
“Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.” Hechos 1:9.
¿Qué siguió a este evento? Pues Jesucristo fue glorificado al lado del Padre como ya Dios lo había prometido.
Allá, al lado del Padre, lo vio Esteban.
“Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios.” Hechos 7:55-56.
Los discípulos dieron fe de que Jesucristo fue recibido arriba en gloria; y nosotros debemos creerlo.
“Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios.” Marcos 16:19.
“hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido;” Hechos 1:2.
“comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección.” Hechos 1:22.
Los discípulos predicaron que Jesucristo no se quedó acá en la tierra; antes bien ellos predicaban que Jesucristo fue recibido arriba en gloria.
“puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.” Hebreos 12:2.
De manera que Jesucristo fue recibido arriba y no solo eso, sino que se le dio autoridad y se le dio un nombre que es sobre todo nombre.
“Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.” Filipenses 2:9-11.
“quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades.” 1ra Pedro 3:22.

Todos y cada uno de estos pasos se han cumplido a cabalidad; todos ellos conforman este misterio de la piedad; que Dios se había propuesto desde siglos y edades y nos los dio a conocer en los últimos tiempos.
“dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.” Efesios 1:9-10.
Dios mostró su piedad y compasión para con la humanidad, dándonos a Jesucristo para que por medio de él alcancemos redención.

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