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DIOS ES ESPÍRITU, NO EXISTE EL DIOS ESPÍRITU



Dios es Espíritu,
No existe el Dios Espíritu.
Juan 4:24
“Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu
y en verdad es necesario que adoren.”

Uno de los textos emblemáticos en el cristianismo es este que declara una de las grandes verdades del evangelio “Dios es Espíritu”. Pero ¿En verdad entendemos lo que dijo aquí Jesucristo a la Mujer Samaritana? A simple vista parece sencillo y que no necesitase explicación; pues está hablando de quien es Dios. Pues déjeme ir un poco más allá, notará que inclusive los que simplemente leen este texto, sin pensar en su significado real, luego terminan contradiciéndolo con el resto de sus afirmaciones. Un gran número de iglesias pregonan que Jesucristo es Dios; ya sea trinitarios o dualistas e inclusive los modalistas o solo Jesús, o en su defecto dicen 100% Dios y 100% hombre. Pero ¿Qué dijo Jesucristo del mismo?
“Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.” Lucas 24:39.
Y esta declaración de Jesucristo ha servido para afirmar que Jesucristo no es espíritu, y por ende no es Dios; pues Dios es Espíritu. Estas declaraciones han sido motivo de controversia como lo es cada vez que tomamos un solo texto y lo sacamos del contexto, ignorando el resto de las sagradas escrituras.
La expresión “Dios es espíritu” no se refiere a como está constituido Dios, se está refiriendo a quien es Dios; un ser espiritual.
En cierta oportunidad los discípulos, cuando vieron andar a Jesucristo sobre el mar, se asustaron ¿Qué pensaron que estaban viendo? ¡Un fantasma!.
“Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo.” Mateo 14:25-26.
Vemos que no fue la única vez que los discípulos creyeron que estaban viendo espíritus o fantasmas; y Jesucristo les dijo que un espíritu no tiene carne ni hueso. Podemos asegurar que Jesucristo, el Hijo de Dios, no es un espíritu. Ahora bien, en relación a Dios ¿Qué cree Usted de Dios? ¿Es como un fantasma? ¿Es sólo un simple espíritu?
Bien vamos a ver en las escrituras, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento, descripciones que nos van a ayudar a conocer como es Dios y quien es Dios a través de su creación.
“porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.” Romanos 1:19-20.
De manera que podemos llega a conocer a Dios a través de su creación, de las cosas que ha creado, de los seres que ha formado. Quizá nos toque confrontarnos con las creencias que hasta ahora habíamos tenido; debiendo prevalecer la verdad de Dios por encima de las tradiciones y conocimiento de sabiduría humana.
“¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios? De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus palabras, Y venzas cuando fueres juzgado.” Romanos 3:3-4.
En la creación de Dios ¿Cuánto seres existen que son tenidos o catalogados por espíritu? Estos seres son considerados espíritus.
a)    Los ángeles.
“Pues, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?” Hebreos 1:13-14.
“Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, Y a sus ministros llama de fuego.” Hebreos 1:7.
¿Los ángeles son espíritu? Si; así está dispuesto por Dios. Si vemos en las escrituras que significa esto de ser espíritu, encontraremos que va más allá de su constitución física. Conseguimos que en apariencia, los ángeles, son muy similares a los seres humanos; a tal punto que dice la escritura:
 “No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.” Hebreos 13:2.
¿Cómo es posible hospedar un ángel sin notar que lo es? Pues porque hay mucha similitud entre los ángeles y los seres humanos. ¿En qué sentido? Veamos el caso de Abraham.
“Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día. Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra, y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo. Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol, y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón, y después pasaréis; pues por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho. Entonces Abraham fue de prisa a la tienda a Sara, y le dijo: Toma pronto tres medidas de flor de harina, y amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo. Y corrió Abraham a las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y lo dio al criado, y éste se dio prisa a prepararlo. Tomó también mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y lo puso delante de ellos; y él se estuvo con ellos debajo del árbol, y comieron.” Génesis 18:1-8.
Si nos detenemos un poco en esta porción podemos ver que estos tres varones eran tres ángeles. A estos ángeles Abraham les ofreció: agua para sus pies, un lugar donde descansar y un bocado de pan. Les hizo panes, les preparó un becerro, les ofreció mantequilla y a beber leche. ¿Qué hicieron estos seres angelicales con toda esta comida que les puso en frente de ellos Abraham? “Comieron”. Si; en el versículo ocho dice que estos ángeles comieron. Acá vemos que tienen pie, pues los lavaron. Tienen toda la configuración como los seres humanos pues Abraham se sentó a mirar como comían. Pero ¿No dice la escritura que son espíritus? Bueno acá choca este pasaje con la creencia que se ha extendido. ¿Si son espíritus como comen? ¿Cómo es que tienen pie?
Nuevamente encontramos a dos de estos ángeles en el capítulo diecinueve llegando a la casa de Lot en Sodoma:
“Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo, y dijo: Ahora, mis señores, os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo y os hospedéis, y lavaréis vuestros pies; y por la mañana os levantaréis, y seguiréis vuestro camino. Y ellos respondieron: No, que en la calle nos quedaremos esta noche. Mas él porfió con ellos mucho, y fueron con él, y entraron en su casa; y les hizo banquete, y coció panes sin levadura, y comieron.” Genesis 19:10.
¿Manos? Si; Manos. ¿Entonces que son los ángeles? Son seres creados por Dios que habitan en un cuerpo espiritual.
“pero Dios le da el cuerpo como él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo. No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves. Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales.” 1ra Corintios 15:38-40.
¿Cuerpos celestiales? Si; así es. Seres que habitan en los cielos que tienen cuerpos. No son fantasmas; mucho menos sombras o como neblina, como algunos imaginan al confundir a los espíritus inmundos con los ángeles de Dios. La palabra de Dios hace la diferencia en estas dos clases de ángeles:
“Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.” Apocalipsis 12:7-9.
Estos ángeles del diablo, se les conoce como demonios o fantasmas y no poseen cuerpos físicos espirituales.
Los ángeles de Dios tienen cuerpos celestiales muy parecidos a los nuestros en apariencia y dicho sea de paso no se describe en la biblia, en ningún lado, que los ángeles tengan alas. No son seres alados; como es el caso de los querubines.
De manera que los ángeles de Dios tienen cuerpo celestial y se les reconoce como espíritus.
 “Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, Y a sus ministros llama de fuego.” Hebreos 1:7.
b)    Los hombres o Raza humana.
Otra criatura de Dios que está dispuesto por Dios el hecho de llegar a ser considerado “espíritu” es el ser humano. Si; el ser humano, usted y yo. Jesucristo le dio a la mujer samaritana que el Padre está buscando adoradores:
“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.” Juan 4:23.
¿Adorar a Dios en espíritu? ¿Acaso no somos carne? ¿No tenemos un cuerpo? Si; por ahora tenemos un cuerpo terrenal y luego, en el día postrero, recibiremos un cuerpo celestial.
“Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales.” 1ra Corintios 15:40.
Pero ¿Tendremos que esperar para poder adorar a Dios en espíritu? No; ciertamente Jesucristo dijo:
“Mas la hora viene, y ahora es,…” Juan 4:23
¿Cómo llegamos a ser espíritu? Hablando Jesucristo con Nicodemo le dijo:
“Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.” Juan 3:3-6.
¿Notó que la escritura dice que el que es nacido del Espíritu, espíritu es? Si; al nacer del espíritu, entonces nosotros, que tenemos un cuerpo, somos considerados espíritu. ¿Por qué?
“Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.” 1ra de Corintios 6:17.

Nuestra unión con el señor, al nacer del Espíritu, nos da una nueva dimensión, de seres espirituales, considerados espíritus, aún estando acá en esta tierra y con este cuerpo. Esto quizá choque un poco con el preconcepto que tiene la tradición de lo que es ser espíritu.

    Así tenemos que, tanto los ángeles como los seres humanos nacidos del Espíritu son considerados “espíritus”. Ahora bien, esto nos da una explicación de por qué, nuestro Señor Jesucristo, refiriéndose a Dios, dijo:
“Dios es espíritu;…” Juan 4:24.
Note que no dice “Dios es un espíritu”, sino que dice “Dios es Espíritu”. Esto es una declaración que va más allá de la constitución del Ser de Dios. Para algunos su concepción de Dios es un ser que nadie puede ver, que no tiene una figura porque es espíritu. Para ellos existe el Dios Espíritu; inclusive por el hecho de que Dios es Santo entonces es el Espíritu Santo. Nada más alejado de la realidad. Dios tiene una imagen, una semblanza, una apariencia. A Dios podremos ver.
La palabra de Dios nos dice claramente que los ángeles de Dios ven a Dios; y sin duda los querubines que están alrededor del trono ven a Dios. ¿Cómo postrarse delante de alguien a quien no ven? Pues la tradición ha enseñado que Dios no se ve, pero las sagradas escrituras me dicen que Dios si puede ser visto, he inclusive esa es la esperanza de todo ser humano:
“En aquel día mirará el hombre a su Hacedor, y sus ojos contemplarán al Santo de Israel.” Isaías 17:7.
Esta esperanza está activa en nuestras vidas, pero está en el día postrero. ¿Y en la actualidad? Pues ciertamente los hombres, en este cuerpo terrenal, no podemos ver a Dios. No por capricho, sino por disposición de Dios mismo.
“Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá.” Éxodo 33:20.
Esta disposición de Dios es temporal. Cuando seamos revestidos del cuerpo celestial, entonces podremos ver a Dios; así como los ángeles ven a Dios.
“Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos.” Mateo 18:10.
Acá habla claramente que “los ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi padre que está en los cielos”. Dios tiene rosto y es visto de los ángeles, ¿de vez en cuando? No; ellos ven el rostro del Padre “Siempre”. Ese rostro, tenemos la esperanza de un día verlo; ver a nuestro hacedor.  Así como Nuestro Señor Jesucristo tuvo el privilegio de haber visto a Dios y actualmente estar sentado a la diestra de Dios.
“No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; éste ha visto al Padre.” Juan 6:46.
Jesucristo afirmó que él ha visto al Padre, y yo le creo. Dios se puede ver y se deja ver.
“Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.” 1ra de Juan 3:2.
Por esto es que en las visiones que vieron los profetas describían a un Dios sentado en un trono, alto y sublime; y rodeado de seres celestiales. ¿Cómo podrían rodear a Dios si no le pudiesen ver? ¿Cómo se postrarían delante de él si no es visible?
“los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo:” Apocalipsis 4:10.
“Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios,” Apocalipsis 7:11.
“Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios,” Apocalipsis 11:16.
De manera que hay descrito, en estas visiones de Juan, un Dios sentado en su trono, en las alturas, rodeado de seres celestiales que ven el rostro de Dios y se postran ante él.
En el libro de Ezequiel, el profeta, describe los seres vivientes que él vio en la visión, y estaban alrededor de Dios. Ezequiel habla de cuál era la apariencia de estos seres.
“y en medio de ella la figura de cuatro seres vivientes. Y ésta era su apariencia: había en ellos semejanza de hombre. Cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas. Y los pies de ellos eran derechos, y la planta de sus pies como planta de pie de becerro; y centelleaban a manera de bronce muy bruñido. Debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenían manos de hombre; y sus caras y sus alas por los cuatro lados. Con las alas se juntaban el uno al otro. No se volvían cuando andaban, sino que cada uno caminaba derecho hacia adelante. Y el aspecto de sus caras era cara de hombre, y cara de león al lado derecho de los cuatro, y cara de buey a la izquierda en los cuatro; asimismo había en los cuatro cara de águila. Así eran sus caras. Y tenían sus alas extendidas por encima, cada uno dos, las cuales se juntaban; y las otras dos cubrían sus cuerpos. Y cada uno caminaba derecho hacia adelante; hacia donde el espíritu les movía que anduviesen, andaban; y cuando andaban, no se volvían. Cuanto a la semejanza de los seres vivientes, su aspecto era como de carbones de fuego encendidos, como visión de hachones encendidos que andaba entre los seres vivientes; y el fuego resplandecía, y del fuego salían relámpagos.” Ezequiel 1:5-13.
Viendo esta descripción podemos afirmar que tienen un cuerpo espiritual, con similitudes al de los seres humanos. Acá habla de términos como semblanza, apariencia, semejanza. Déjeme decirle que de Dios también las escrituras hablan de apariencia, semejanza e imagen.
“Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?” Números 12:8.
“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.” Génesis 1:26.
“Éste es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo.” Génesis 5:1.
“El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre.” Génesis 9:6.
Y Ezequiel se atreve a describir en la visión:
“Y sobre la expansión que había sobre sus cabezas se veía la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro; y sobre la figura del trono había una semejanza que parecía de hombre sentado sobre él.” Ezequiel 1:26.
Quiero con esto dejarle ver que Dios si tiene una apariencia, es un Ser que se puede ver, no es un espanto o una sombra como describen a los espíritus inmundos. Dios es un Ser que tiene una configuración, que se puede ubicar  en un tiempo y un espacio.
“Será exaltado Jehová, el cual mora en las alturas; llenó a Sion de juicio y de justicia.” Isaías 33:5.
“Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios.” Marcos 16:19.
“Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.” Apocalipsis 3:21.
Podemos ver que Jesucristo, luego que ascendió a los cielos, no se extinguió, sino que se sentó a la diestra de Dios, en las alturas. Jesucristo no se esfumo; él está sentado en el trono con Dios. Esto ubica a Dios en un tiempo y espacio.
Dios es un ser que es Espíritu, no porque no tenga un cuerpo. Dios si tiene apariencia, imagen, semejanza. Tiene un cuerpo, se puede ver. Dios no se asemeja a nadie, pero creó seres que se asemejan a él.
“¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o qué imagen le compondréis?” Isaías 40:18.
Ciertamente Dios no tiene semejante. No hay con quien compararlo. Dios es el patrón de comparación. Todo ser viviente puede ser comparado con Dios y encontrarse cierta semejanza, pero a Dios no hay con quien compararlo.
Además de Dios tener un cuerpo, se puede ver que inclusive tiene Espíritu. No solo es Espíritu, sino que tiene Espíritu; así como los seres celestiales y los seres humanos que Dios ha creado, tienen espíritu. En eso nos parecemos a Dios, en que tenemos espíritu. No es que Dios se sea semejante a los seres que él ha creado, es su creación lo que se asemeja a Dios.
a)    Los Querubines tienen espíritu.
El profeta Ezequiel, describiendo a los querubines que vio en la visión, declara:
“Hacia donde el espíritu les movía que anduviesen, andaban; hacia donde les movía el espíritu que anduviesen, las ruedas también se levantaban tras ellos; porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas.” Ezequiel 1:20.
Describe Ezequiel a los querubines como seres vivientes que tienen espíritu.
b)    El ser humano tiene espíritu.
De la misma manera que los querubines, el ser humano es descrito como un ser con espíritu.
“Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre, La cual escudriña lo más profundo del corazón.” Proverbios 20:27.
“Profecía de la palabra de Jehová acerca de Israel. Jehová, que extiende los cielos y funda la tierra, y forma el espíritu del hombre dentro de él, ha dicho:” Zacarías 12:1.
“Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.” 1ra Corintios 2:11.
Así como los querubines, el ser humano tiene espíritu, dado por Dios, formado por Dios en ellos; de la misma manera las escrituras describe que Dios tiene Espíritu. ¿Qué Dios tiene Espíritu? Si; Dios además de ser Espíritu, tiene espíritu; y es conocido como el Espíritu de Dios o el Espíritu Santo.
“Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años.” Génesis 6:3.
Este versículo habla de un espíritu, que es el Espíritu de Dios. Dios dijo: “Mi Espíritu”, y esta es la promesa que Dios ha hecho desde hace mucho tiempo y que cumplió y cumple con su iglesia.
“Volveos a mi reprensión; He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, Y os haré saber mis palabras.” Proverbios 1:23.
“He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones.” Isaías 42:1.
De manera que la expresión “Dios es Espíritu” no se está refiriendo a el hecho particular que Dios sea un Ser sin forma, ni mucho menos. Dios es Espíritu, así como hace a sus ángeles espíritus ministradores y como por el nuevo nacimiento del espíritu hace al ser humano también espíritu; aún cuando ángel y hombre seguimos siendo Seres compuestos, con un cuerpo.
Dios no es un espanto; tiene un cuerpo, tiene un Espíritu, es visible. Déjeme decirle inclusive a aquellos que dicen que como Dios es Espíritu no se ve, luego se contradicen cuando se refieren a los espíritus inmundos o demonios como seres que pueden verse, a pesar de que los describen como neblina, sombras, y han sido representados en dibujos animados como fantasmas blancos o negros. Si estos espíritus inmundos, aunque son espíritus, pueden ser vistos ¿Cómo es que Dios, que es Espíritu no puede verse? Hago la observación con los fantasmas pues los discípulos, cuando vieron a Jesucristo, el Hijo de Dios, en varias oportunidades, ellos expresaron que creían ver fantasmas. ¿Y Dios, no es visible? ¿Se ven o no los espíritus? Ciertamente los  espíritus son visibles.
Juan vio al Espíritu de Dios.
A Juan el bautista se le dio una señal para conocer quién era el ser que vendría después de él.
“El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Éste es aquél de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo. Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua. También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él. Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo. Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.” Juan 1:29-34.
Juan vio al Espíritu de Dios cuando descendía sobre el hijo de Dios y permaneció en él. ¿Vio al Espíritu de Dios? Si; Juan lo vio; y acá debo hacer la observación que Juan vio al Espíritu de Dios, no a Dios. A Dios, con este cuerpo de carne terrenal, ninguno le ha visto tal cual él es; pero hay registros de personas que vieron imágenes que representaban la presencia del Espíritu de Dios. No solamente fue Juan.
 “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.” Hechos 2:1-4.
Acá vemos otro ejemplo de cómo fue descrito el hecho de que vieron al Espíritu de Dios; lo reportaron como “lenguas repartidas de fuego”. Eso fue lo que vieron, una semejanza de lenguas de fuego.
De manera que el Espíritu Santo si es visible ¿Cuanto más Dios que es el dueño y Señor de su Espíritu? Dios es Espíritu, más no es un Espíritu. Dios es Espíritu y tiene Espíritu, aún mas, dice la escritura:
“¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios….” Malaquías 2:15.
¿Qué hay en Dios? Abundancia de Espíritu. Dios forma el Espíritu del hombre y da espíritu a todo ser viviente.
“Profecía de la palabra de Jehová acerca de Israel. Jehová, que extiende los cielos y funda la tierra, y forma el espíritu del hombre dentro de él, ha dicho:” Zacarías 12:1.
“Todos ellos esperan en ti, Para que les des su comida a su tiempo. Les das, recogen; Abres tu mano, se sacian de bien. Escondes tu rostro, se turban; Les quitas el hálito, dejan de ser, Y vuelven al polvo. Envías tu Espíritu, son creados, Y renuevas la faz de la tierra.” Salmos 104:27-30.
Envías tu Espíritu” acá vemos que este Espíritu es el Espíritu de Dios; que Dios ha derramado sobre toda carne como lo prometió.
“Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,” 1ra Corintios 2:10-12.
El Espíritu de Dios, que está en Dios, escudriña aún lo profundo de Dios; y estas cosas nos las da a conocer Dios, por medio de su Espíritu, que ha hecho morar en nosotros y que habla en nosotros.
“Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.” Mateo 10:20.
Dios es Espíritu, no un Espíritu. ¿Y por qué en efesios el Apóstol Pablo habla de un Espíritu? Este Espíritu del cual hace referencia el apóstol es el Espíritu de Dios.
“solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.” Efesios 4:3-6.

Puntualicemos cada uno de ellos:

De manera que cuando acá habla de un espíritu se refiere al Espíritu de Dios y no al Dios Espíritu, como algunos han querido dejar ver; expresión que no aparece en ninguna parte de la biblia. El Dios Espíritu no existe, las escrituras hablan es del Espíritu de Dios. Si bien Dios es Espíritu, no existe el Dios Espíritu. El Espíritu es de Dios.

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