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(PARTE 1) CONSIDERACIONES REFERENTES A TITO 2:13

(PARTE 1)
Consideraciones Referentes a Tito 2:13.
“aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,”

Antes de considerar la porción de Tito 2:13, es necesario hacer unas observaciones generales de esta Epístola, escrita por el Apóstol Pablo a Tito.
La primera, Es que es una carta muy sucinta, resumida, que da por sentado conocimientos previos. No entra en grandes detalles, sino que es más una carta recordatorio de cosas que ya habían hablado.
No tiene como propósito dar detalles de verdades teológicas; aunque es inevitable que en ella Pablo haga referencia de ellas.
La segunda; Es una carta cuyo propósito es reforzar las instrucciones y  la enseñanza dada a Tito para la elección de los líderes y le advierte de tener cuidado con los falsos, con los que no han conocido a Dios.
La tercera: Para entender algunas cosas hay que tener presente las profecías cumplidas y aquellas que aún no se han cumplido e inclusive los otros escritos del Apóstol Pablo.
No pretendo hacer un análisis detallado de toda la epístola, sino aquello que está en relación directa con la cita de Tito 2:13.
En ésta epístola encontramos reflejadas verdades que tiene que ver con nuestra salvación. Cómo Dios cumplió su promesa de salvarnos. En esta epístola el apóstol Pablo nos deja ver que hay dos salvadores; uno por designio y voluntad del otro.
Nos muestra la forma como Dios actúa, nos salva por medio de un salvador a quien le da poder, autoridad, facultades plenas para actuar en nombre de Dios; como está detallado en otros libros de la biblia:
“De la descendencia de éste, y conforme a la promesa, Dios levantó a Jesús por Salvador a Israel.” Hechos 13:23.
Jesucristo dijo:
Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis.” Juan 5:43.
Un enviado de Dios para hacer la salvación. Jesucristo dijo:
“Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.” Juan 6:57.
De manera que ambos, los dos son nuestros salvadores; tanto el que envió al salvador, como el enviado.
a) Dios nuestro salvador.
b) Jesucristo nuestro salvador.
Ambas expresiones son correctas, no se contradicen, y no son la expresión de ser la misma persona. Son dos, uno siervo del otro, Jesucristo siervo de Dios, por medio del cual Dios nos trajo la salvación. Jesucristo dijo:
“Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.” Juan 6:38.
¿Jesucristo siervo de Dios? Si; así lo dijo el mismo Dios:
He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones.” Isaías 42:1.
¿Y la promesa de ser Dios mismo quien vendría a salvar?
“Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará.” Isaías 35:4.
Este es un versículo que ha sido usado para confundir a las personas, pues, más allá de la verdad que encierra este versículo, quieren forzar a que crean, de forma aislada, a que lo que dice este versículo ya se cumplió; y no es para nada verdad. Este evento está por cumplirse, y aún lo que está profetizado en este capítulo. Esta salvación de la que habla acá no es la que Dios hizo por medio de Jesucristo. No tiene relación con los pecados de la humanidad ni con la primera venida de Jesucristo a esta tierra. Este evento es dirigido al pueblo de Israel, cuando Dios mismo estará presente en la nueva Jerusalén, la que descenderá del cielo; donde también estará Nuestro señor Jesucristo.
Así que Dios es nuestro salvador, y su obra salvadora, en favor nuestro, de nuestros pecados la hizo por medio de Jesucristo; pues esto beneficia a toda la humanidad, mientras que la salvación de Israel, de todos sus enemigos, es algo que aun no ha acontecido. Dios cumplirá su promesa.
Podemos ver, que ambos son nuestro salvador, a lo largo de la Epístola, y lo hemos resaltado en el texto de la epístola, así:
a) Dios nuestro Salvador.
b) Jesucristo nuestro salvador.
De la misma manera, he ocultado la separación de capitulo y versículo, que tradicionalmente caracteriza a las diferentes versiones de la biblia, que facilitan la memorización y el hacer referencias, dejando el escrito como una carta.
 La Epístola del Apóstol San Pablo a Tito
Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y el conocimiento de la verdad que es según la piedad, en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos, y a su debido tiempo manifestó su palabra por medio de la predicación que me fue encomendada por mandato de a) Dios nuestro Salvador, a Tito, verdadero hijo en la común fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor b) Jesucristo nuestro Salvador.
  
Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé; el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía. Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen. Porque hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades y engañadores, mayormente los de la circuncisión, a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene. Uno de ellos, su propio profeta, dijo: Los cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, glotones ociosos. Este testimonio es verdadero; por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe,  no atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.
Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas. Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra.
Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina. Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia. Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada. Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros.
Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean respondones; no defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de a) Dios nuestro Salvador. Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras. Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie.
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Llegamos así a Tito 2:13., donde se ha prestado a confusión; pues la interpretación de muchos contradice las escritura, constituyendo a  Dios en un hombre o viceversa, un hombre en Dios.
“…la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,…”
Esta parte de este versículo, ha traído muchas opiniones por haber sido analizado, de forma aislada, sin tomas en cuenta no solo el contexto sino las profecías que aún están por cumplirse.
¿Cómo resolver esta situación? ¿Está diciendo que Dios y Jesucristo es la misma persona? ¿Dice que Jesucristo es Dios? No, de ninguna manera. Habla aquí de dos eventos que han de acontecer y no solo de uno. Es parte de la esperanza de cada creyente. Hay quienes están esperando solamente el regreso de Jesucristo a esta tierra. Que Jesucristo se manifieste, y ciertamente Jesucristo vendrá, ha de manifestarse.
“Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.” Colosenses 3:4.  
Como ellos no están esperando la aparición del Dios verdadero con su gloria, para ellos no hay más que pensar que son la misma persona Dios y Jesucristo.
Pero la verdad es que, además de la venida del Señor Jesucristo, habla la escritura de que un día Dios, el Padre, se manifestará; toda carne verá su gloria, de la misma manera de que habla que un día Jesucristo regresará. Así mismo, estamos esperando la recompensa de la vida eterna, que Dios prometió hace mucho tiempo. Esto son tres eventos.
Aunque no hace falta estar buscando otras versiones para comprender las escrituras, en este versículo en particular, Tito 2:13, conocer como este mismo versículo es tratado por otros, con un significado más claro de lo que allí dice la palabra de Dios, es un ejercicio interesante.  Primero, veamos el versículo en cuestión y su explicación y luego veremos algunas versiones diferentes a la Reina Valera de 1960.

Esta es la versión de base, o de la que estamos partiendo: Reina Valera 1960. y la explicación.
“Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando 1) la esperanza bienaventurada y 2) la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios 3) y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.” Tito 2:11-14. Reina Valera 1960.

Según estos versículos, ¿que ya se manifestó?
La gracia de Dios; la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,

¿Que nos ha enseñado?
Que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente

¿Qué debemos aguardar?¿Debemos estar a la expectativa de qué?
Existen tres eventos que se han de manifestar en el futuro:
a) la esperanza bienaventurada.
b) la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios.
c) y (el) Salvador Jesucristo.

Veamos cada uno por separado:

a) Se manifestará la esperanza bienaventurada; la esperanza de la vida eterna.
Es interesante ver que es en la misma epístola de Pablo a Tito donde aparecen dos versículos que hablan de esta esperanza:
“en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos,” Tito 1:2.
”para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.” Tito 3:7.
Y estamos esperando el cumplimiento de esta promesa, así como se nos ha prometido:
“Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.” Daniel 12:2

”Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Juan 3:14-16.

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