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DIOS FUE MANIFESTADO

Dios fue manifestado.

Juan 17:6.
He manifestado  tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra.”

Si bien es cierto que Dios se manifiesta y es el único que se da a conocer; que los otros dioses no son dioses pues nada pueden hacer, también lo es que, cuando la palabra de Dios dice que Dios fue manifestado en carne, no significa que Dios se convirtió en carne. De igual modo es necesario recordar que manifestarse no es necesariamente presentarse en persona. Así, cuando Dios se manifiesta, no es que Dios se presenta en persona, ni que se convierte en carne; mas es que Dios muestra, expresa su voluntad, su poder, su amor y misericordia, entre otras cosas que él puede manifestar. Esto se refiere a cuando es Dios mismo, o a través de su Santo Espíritu, quien se manifiesta.

Pero existe la necesidad de hablar de cuando no es Dios quien se da a conocer, o no es él el que se muestra en persona sino que se vale de instrumentos para que le manifiesten o le den a conocer. Este trabajo es encomendado a sus siervos escogidos. El propósito de Dios haber llamado a tantos profetas fue dar a conocer, por medio de ellos, su palabra, su voluntad, sus planes o propósitos, darse a conocer; que ellos manifestaran al mundo los designios de Dios. Así encontramos:
“Él estableció testimonio en Jacob, Y puso ley en Israel, La cual mandó a nuestros padres Que la notificasen a sus hijos; Para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán; Y los que se levantarán lo cuenten a sus hijos, A fin de que pongan en Dios su confianza, Y no se olviden de las obras de Dios; Que guarden sus mandamientos,...” Salmos 78:5-7.
“Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable; y toda alma que no oiga a aquel profeta, será desarraigada del pueblo. Y todos los profetas desde Samuel en adelante, cuantos han hablado, también han anunciado estos días. Vosotros sois los hijos de los profetas, y del pacto que Dios hizo con nuestros padres, diciendo a Abraham: En tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra. A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo  envió para que os bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad.” Hechos 3:22-26.

Una de las funciones, tareas o trabajos encargados a Jesucristo fue dar a conocer a Dios; o lo que es lo mismo, manifestar a Dios.
“A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.” Juan 1:18.

Este fue el propósito de Dios desde muchos años atrás; el darse a conocer a toda la creación por medio de Jesucristo o lo que es lo mismo, que Jesucristo le diera a conocer. Por medio de Jesucristo Dios mostró su justicia. Fue Dios quien determinó que de esta manera el ser humano, la humanidad entera y aún el resto de la creación, vería manifiesto su amor para con su creación.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.” Juan 3:16-17.

Va a llegar el momento donde toda la tierra sea llena del conocimiento de Dios. Todo vestigio de la existencia de dioses falsos, toda memoria de ídolo alguno va a ser exterminada.
“No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.” Isaías 11:9.
“Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.” Habacub 2:14.

Esto va a acontecer, todas las naciones traerán su gloria y honor.
“Los que se santifican y los que se purifican en los huertos, unos tras otros, los que comen carne de cerdo y abominación y ratón, juntamente serán talados, dice Jehová. Porque yo conozco sus obras y sus pensamientos; tiempo vendrá para juntar a todas las naciones y lenguas; y vendrán,  y verán mi gloria. Y pondré entre ellos señal, y enviaré de los escapados de ellos a las naciones, a Tarsis, a Fut y Lud que disparan arco, a Tubal y a Javán, a las costas lejanas que no oyeron de mí, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre las naciones. Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, por ofrenda a Jehová, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a mi santo monte de Jerusalén, dice Jehová, al modo que los hijos de Israel traen la ofrenda en utensilios limpios a la casa de Jehová. Y tomaré también de ellos para sacerdotes y levitas, dice Jehová. Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago permanecerán delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre. Y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová.Isaías 66:17-23.
“Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos. Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey,  Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia.” Zacarías 14:16-17.
“Y en aquel día, dice Jehová de los ejércitos, quitaré de la tierra los nombres de las imágenes, y nunca más serán recordados; y también haré cortar de la tierra a los profetas y al espíritu de inmundicia.” Zacarías 13:2.

¿Cómo llegamos a esto? ¿Cómo es posible que todas las naciones adoren al Dios verdadero en lugar de los dioses falsos?
Dios ejecutará su juicio sobre las naciones por mano del siervo escogido por él. El siervo que le ha dado a conocer, aquel que le ha manifestado entre los hombres y le manifestará delante de todas las naciones. Así lo planifico Dios que ocurriera.
He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos. ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores. Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia. Y será grata a Jehová la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, y como en los años antiguos.” Malaquías 3:1-4.

Este proceso, de preparar el camino para la venida del Dios de Israel, comenzó con la venida de Jesucristo para morir en la cruz del calvario. Esto habla de que hay un Dios interesado en perdonar nuestros pecados y para eso envió a su Hijo, para que derramase su sangre por la expiación de nuestros pecados.
“Y les dijo: Esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada.” Marcos 14:24.
En todo momento, nuestro Señor Jesucristo, procuró dar a conocer a Dios; dar a conocer a aquel que le había enviado.
“También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto, ni tenéis su palabra morando en vosotros;” Juan 5:37.
“Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.” Juan 6:44.
“Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.
Juan 12:49.
“¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.” Juan 14:10.

Habló del Padre que le envió.
“En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.” 1ra de Juan 4:9.

Ahora bien, ¿Dio Jesucristo a conocer a Dios? ¿Hizo manifiesto a Dios? Juan dijo:
“A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.” Juan 1:18.

Jesucristo dio a conocer a Dios y su gran nombre.
He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra.” Juan 17:6.

En este versículo aparece una palabra clave: “Manifestado”. ¿Que hizo Jesucristo? Manifestó el nombre de Dios o en otras palabras, dio a conocer el nombre de Dios.
“Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.” Juan 17:25-26.

Podemos ver en esta oración que Jesucristo le dice a Dios que el mundo había sido incapaz de conocer a Dios. Note que no dice, el mundo no me ha conocido; en lugar dice “...el mundo no te ha conocido”, pues este era el propósito de la venida de Jesucristo: Dar a conocer a Dios. Entonces le dice: “...pero yo te he conocido.” ¿Cuál fue otro logro? “...estos han conocido que tú me enviaste”. Logar que los discípulos conocieron que Jesucristo es un enviado de Dios, que vino de parte de Dios. Entonces es cuando le dice a Dios: “...y les he dado a conocer tu nombre,...” Esto no tiene que ver con la forma como se llama el Hijo de Dios. No se refiere a la palabra “Jesús”, como algunos han querido enseñar; que por estas palabras entonces el nombre de Dios y el de su Hijo es el mismo.

Jesús dio a conocer el nombre de Dios porque todo lo que hizo fue en el nombre de Dios. Jesucristo nada hizo en su propio nombre.
Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis.”  Juan 5:43.
“Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí;” Juan 10:25.

El propósito de hacer todo en nombre de su Padre era dar a conocer a su Padre. Así ya estaba profetizado:
“Hallé a David mi siervo; Lo ungí con mi santa unción. Mi mano estará siempre con él, Mi brazo también lo fortalecerá. No lo sorprenderá el enemigo, Ni hijo de iniquidad lo quebrantará; Sino que quebrantaré delante de él a sus enemigos, Y heriré a los que le aborrecen. Mi verdad y mi misericordia estarán con él, Y en mi nombre será exaltado su poder.” Salmos 89:20-24.

Ya Dios lo había dicho, que lo que Jesucristo haría, lo haría en nombre de Dios, por comisión de Dios, para exaltar a Dios. Esto no es otra cosa más que manifestar a Dios o dar a conocer a Dios. Esto no  solo lo hizo Jesucristo, sino que cada uno de los discípulos dio a conocer lo que Dios había hecho por medio de Jesucristo.
“Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios
 hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis;” Hechos 2:22.
“cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.” Hechos 10:38.

Esto es manifestar, dar a conocer.

Así llegamos a una porción que ha causado controversia por mucho tiempo.
“E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.” 1ra Timoteo 3:16.

Vamos por parte. Este versículo es un resumen del misterio de la piedad. ¿Qué fue lo que ocurrió? “Dios fue manifestado en carne...” Paremos aquí un momento, y analicemos la frase: “Dios fue manifestado en carne.” ¿Qué dice? Dios fue manifestado.  La palabra clave es “Fue”; pues inmediatamente nos lleva a saber que no lo hizo él mismo, sino que alguien más lo hizo.  Si lo hubiese hecho Dios mismo diría: “Dios se manifestó” pero en lugar de eso dice “Dios fue manifestado”, en otras palabras alguien más lo dio a conocer. El propósito es que nosotros conozcamos a Dios, al Dios verdadero, y pongamos nuestra confianza en él.
“sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual
 recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios.1ra de Pedro 1:18-21.


Para esto vino Jesucristo manifestando a Dios, Dios fue manifestado.

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