El
primogénito
de
Dios.
Hebreos
1:6.
“Y
otra
vez,
cuando
introduce
al
Primogénito
en
el
mundo,
dice:
Adórenle
todos
los
ángeles
de
Dios.”
El
hecho
de
que
Dios
tenga
un
primogénito,
es
una
de
las
cosas
que
causa
discusión
en
el
mundo
donde
hay
tantas
corrientes
religiosas.
Una
de
las
diferencias
entre
la
corriente
religiosa
conocida
como
el
Islam,
practicada
por
los
musulmanes,
la
que
aparentemente
tiene
muchas
cosas
en
común
con
las
creencias
judías,
tales
tomo
Abraham
y
Moisés
dentro
de
sus
profetas,
se
alejan
muchísimo
cuando
se
trata
de
la
existencia
de
un
Hijo
de
Dios
o
que
Dios
tenga
un
Hijo.
Mientras
los
judíos
hablan
de
un
Hijo
de
Dios,
los
musulmanes
aseguran
que
su
dios
no
tiene
un
hijo,
viéndose
claramente
que
no
se
trata
del
mismo
Dios.
Me
refiero
a
los
judíos,
pues
Jesucristo
dijo
claramente
que
la
salvación
viene
de
los
judíos.
“Vosotros
adoráis
lo
que
no
sabéis;
nosotros
adoramos
lo
que
sabemos;
porque
la
salvación
viene
de
los
judíos.”
Juan
4:22.
Este
Dios,
el
Dios
de
Abraham,
de
Isaac
y
de
Jacob,
el
Dios
y
Padre
de
Nuestro
Señor
Jesucristo,
declara
a
un
descendiente
de
los
hijos
de
Israel
su
propio
Hijo.
“Yo
publicaré
el
decreto;
Jehová
me
ha
dicho:
Mi
hijo
eres
tú;
Yo
te
engendré
hoy.”
Salmos
2:7.
Prometió
la
venida
a
este
mundo
de
su
Hijo
amado,
a
quien
considera
su
primogénito.
“Porque
¿a
cuál
de
los
ángeles
dijo
Dios
jamás:
Mi
Hijo
eres
tú,
Yo
te
he
engendrado
hoy,
y
otra
vez:
Yo
seré
a
él
Padre,
Y
él
me
será
a
mí
hijo?
Y
otra
vez,
cuando
introduce
al
Primogénito
en
el
mundo,
dice:
Adórenle
todos
los
ángeles
de
Dios.”
Hebreos
1:5-6.
El
Apóstol
Pedro
nos
recuerda
lo
que
dijo
Dios
de
Jesucristo:
“Pues
cuando
él
recibió
de
Dios
Padre
honra
y
gloria,
le
fue
enviada
desde
la
magnífica
gloria
una
voz
que
decía:
Éste
es
mi
Hijo
amado,
en
el
cual
tengo
complacencia.”
2da
de
Pedro
1:17.
Así
queda
bien
claro
que
el
Dios
de
los
Judíos
si
tiene
un
Hijo
primogénito,
y
no
solo
eso,
sino
que,
el Dios de los Judíos, se
ha
propuesto
llevar
muchos
Hijos
a
la
gloria.
“Porque
convenía
a
aquel
por
cuya
causa
son
todas
las
cosas,
y
por
quien
todas
las
cosas
subsisten,
que
habiendo
de
llevar
muchos
hijos
a
la
gloria,
perfeccionase
por
aflicciones
al
autor
de
la
salvación
de
ellos.”
Hebreos
2:10.
Esto,
de
un
Hijo
primogénito
y
unigénito
de
Dios,
también
hace
una
diferencia
con
el
resto
de
las
creencias
religiosas,
entre
ellas
la
conocida
como
cristianismo,
que
se
alejó
de
las
enseñanzas
de
Cristo
y
sus
discípulos,
que
han
hecho
de
Jesucristo
un
Dios
Hijo
en
lugar
del
Hijo
de
Dios.
Cabe
destacar
que
en
ninguna
parte
de
las
sagradas
escrituras
se
encuentra
una
referencia
a
un
Dios
Hijo;
antes
por
todos
lados
encontramos
que
habla
del
Hijo
de
Dios,
Jesús
el
Cristo.
“Oyó
Jesús
que
le
habían
expulsado;
y
hallándole,
le
dijo:
¿Crees
tú
en
el
Hijo
de
Dios?
Respondió
él
y
dijo:
¿Quién
es,
Señor,
para
que
crea
en
él?
Le
dijo
Jesús:
Pues
le
has
visto,
y
el
que
habla
contigo,
él
es.
Y
él
dijo:
Creo,
Señor;
y
le
adoró.”
Juan
9:35-38.
“Pero
éstas
se
han
escrito
para
que
creáis
que
Jesús
es
el
Cristo,
el
Hijo
de
Dios,
y
para
que
creyendo,
tengáis
vida
en
su
nombre.”
Juan
20:31.
“Todo
aquel
que
confiese
que
Jesús
es
el
Hijo
de
Dios,
Dios
permanece
en
él,
y
él
en
Dios.”
1ra
de
Juan
4:15.
Así
podemos
encontrar
muchos
textos
bíblicos
donde
deja
bien
claro
que
Jesucristo
es
el
Hijo
del
Dios
viviente.
Ahora,
este
Hijo,
las
escrituras
nos
los
presenta
como
el
primogénito,
y
nos
dice
que
en
todo
tiene
la
preeminencia.
“y
él
es
la
cabeza
del
cuerpo
que
es
la
iglesia,
él
que
es
el
principio,
el
primogénito
de
entre
los
muertos,
para
que
en
todo
tenga
la
preeminencia;”
Colosenses
1:18.
Preeminencia:
Primacía,
privilegio
o
ventaja
que
alguien
o
algo
tiene
sobre
otros
por
razón
de
sus
meritos,
calidad
o
categoría.
(El
pequeño
Laurusse
Ilustrado.
2006).
Ese
sitial
de
honor,
al
que
Jehová
Dios
ha
elevado
a
Nuestro
Señor
Jesucristo,
ha
sido
la
causa
por
la
que
algunos
se
han
confundido
y
otros
han sido inducidos
por
el
enemigo
para
desviarlos
de
la
verdad
para
que
le
den
honra
a
las
criaturas
antes
que
al
creador.
“Por
cuanto
en
mí
ha
puesto
su
amor,
yo
también
lo
libraré;
Le
pondré
en
alto,
por
cuanto
ha
conocido
mi
nombre.”
Salmos
91:14.
“Por
tanto,
yo
le
daré
parte
con
los
grandes,
y
con
los
fuertes
repartirá
despojos;
por
cuanto
derramó
su
vida
hasta
la
muerte,
y
fue
contado
con
los
pecadores,
habiendo
él
llevado
el
pecado
de
muchos,
y
orado
por
los
transgresores.”
Isaías
53:12.
“Por
lo
cual
Dios
también
le
exaltó
hasta
lo
sumo,
y
le
dio
un
nombre
que
es
sobre
todo
nombre,”
Filipenses
2:9.
Ahora,
este
Jesús,
a
Dios
le
ha
placido
darle
la
primogenitura.
Primogénito:
Se
dice
del
hijo
que
nace
primero.
Primogenitura:
Condición
de
primogénito.
Si
nos
quedamos
con
estas
dos
definiciones,
no
podríamos
explicar
la
extensión
que
abarca
esta
palabra
en
las
sagradas
escrituras;
pues
si
primogénito
es
simplemente
el
hijo
que
nace
primero
¿Cómo
interpretar
el
resto
de
primogenituras
que
la
biblia
le
atribuye
a
Jesucristo?
Al
observar
el
caso
de
Abraham,
donde
la
biblia
relata
que
Dios
le
prometió
a
Abraham
un
hijo,
podríamos
pensar
que
el
primer
hijo
sería
el
que
llevaría
la
primogenitura,
sin
embargo
su
primer
hijo
Ismael,
que
tuvo
con
Agar,
la
sierva
de
Sara,
no
es
tomado
como
el
primogénito
de
Abraham.
Dios
le
dijo
que
era
en
Isaac
que
le
sería
llamada
descendencia.
“Respondió
Dios:
Ciertamente
Sara
tu
mujer
te
dará
a
luz
un
hijo,
y
llamarás
su
nombre
Isaac;
y
confirmaré
mi
pacto
con
él
como
pacto
perpetuo
para
sus
descendientes
después
de
él.”
Génesis
17:19.
“habiéndosele
dicho:
En
Isaac
te
será
llamada
descendencia;”
Hebreos
11:18.
Este
hijo
de
Abraham,
el
segundo
de
él,
el
único
de
su
Esposa
Sara,
es
reconocido
en
las
escrituras
como
el
unigénito
de
Abraham.
Cuando
Dios
le
pide
que
lo
ofrezca
en
holocausto,
le
dice:
“Y
dijo:
Toma
ahora
tu
hijo,
tu
único,
Isaac,
a
quien
amas,
y
vete
a
tierra
de
Moriah,
y
ofrécelo
allí
en
holocausto
sobre
uno
de
los
montes
que
yo
te
diré.”
Génesis
22:2.
Esta
palabra,
único,
es
para
referirse
a
unigénito,
que
es
aplicado
para
hijos
únicos,
aún
cuando
sabemos
que
ya
tenía
otro
hijo
llamado
Ismael.
Allí
podemos
ver
que
los
términos
tienen
usos
diferentes.
“Por
la
fe
Abraham,
cuando
fue
probado,
ofreció
a
Isaac;
y
el
que
había
recibido
las
promesas
ofrecía
su
unigénito,”
Hebreos
11:17.
Es
en
Isaac
que
Dios
ofrece
y
cumple
lo
que
prometió
a
Abraham,
aún
cuando
era
su
segundo
hijo,
pero
su
único
hijo
con
Sara.
Y
cuando
vemos
el
caso
de
Esaú
y
Jacob,
nos
encontramos
con
que
Jacob
llegó
a
disfrutar
los
beneficios
de
la
primogenitura
siendo
que
él
era
el
menor
de
dos
hermanos.
Si
bien
Esaú
menospreció
la
primogenitura
y
la
vendió,
no
hubo
problema
para
Dios
el
darle
los
beneficios
de
primogenitura
a
Jacob.
“Y
Jacob
respondió:
Véndeme
en
este
día
tu
primogenitura.
Entonces
dijo
Esaú:
He
aquí
yo
me
voy
a
morir;
¿para
qué,
pues,
me
servirá
la
primogenitura?
Y
dijo
Jacob:
Júramelo
en
este
día.
Y
él
le
juró,
y
vendió
a
Jacob
su
primogenitura.”
Génesis
25:31-33.
Vemos
así
que
el
privilegio
de
la
primogenitura
es
reconocido
más
allá
de
la
posición
de
nacimiento;
es
una
designación.
Esto
es
necesario
tomarlo
en
cuenta
pues
de
Jesucristo
se
refiere
en
la
sagrada
escritura
tanto
como
primogénito
como
unigénito.
En
el
caso
de
unigénito,
sabemos
que
la
creación
entera
está
aguardando
la
manifestación
de
los
hijos
de
Dios,
dando
a
entender
que
el
estatus
de
hijo
no
es
solo
del
Señor
Jesucristo.
“Porque
el
anhelo
ardiente
de
la
creación
es
el
aguardar
la
manifestación
de
los
hijos
de
Dios.”
Romanos
8:19.
No
cabe
duda
que
es
el
mismo
Dios
quien
determina
exaltar
a
alguien
y
darle
un
honor
que
esté
por
encima
que
el
resto
de
los
seres
creados.
“Él
me
clamará:
Mi
padre
eres
tú,
Mi
Dios,
y
la
roca
de
mi
salvación.
Yo
también
le
pondré
por
primogénito,
El
más
excelso
de
los
reyes
de
la
tierra.”
Salmos
89:26-27.
Y
va
más
allá,
pues
Dios
dispone
que
le
ha
de
colocar
como
primogénito;
dándole
otra
connotación
al
termino,
ya
que
no
se
refiere
solo
al
que
nace
primero,
sino
al
que
lleva
un
privilegio
único,
simplemente
el
primero;
aún
cuando
sabemos
por
las
escrituras
que
Jesucristo
es
considerado
el
postrer
Adán.
“Así
también
está
escrito:
Fue
hecho
el
primer
hombre
Adán
alma
viviente;
el
postrer
Adán,
espíritu
vivificante.”
1ra
Corintios
15:45.
Así
encontramos
referencias
en
las
escrituras
a
Jesucristo
como
el
primogénito
de
toda
creación.
“Él
es
la
imagen
del
Dios
invisible,
el
primogénito
de
toda
creación.”
Colosenses
1:15.
Este
versículo
habla
de
la
relación
de
Jesucristo
con
el
resto
de
la
creación.
El
lugar
de
primogénito
dentro
de
la
creación
no
es
porque
habla
de
su
existencia
corporal
antes
de
la
creación,
sino
de
que
además de tener un privilegio especial delante de Dios, él
es
el
primer
ser
que
Dios
planificó
crear
y
por
causa
de
quien
Dios
hizo
el
resto
de
la
creación;
aún
cuando
su
existencia
debió
esperar
hasta
que
Dios
determinó
que
era
el
tiempo.
Dios
le
dio
a
Jesucristo
el
ocupar
el
primer
lugar
en
la
creación.
“Pero
cuando
vino
el
cumplimiento
del
tiempo,
Dios
envió
a
su
Hijo,
nacido
de
mujer
y
nacido
bajo
la
ley,”
Gálatas
4:4.
También
nos
habla
este
versículo
de
algo
que
no
es
muy
frecuente
oír
en
el
ámbito
religioso,
porque
reconocerlo
echa
por
tierra
sus
creencias
religiosas
en
lo
referente
a
Dios.
Este
versículo
habla
del
hecho
de
que
Jesucristo
es
un
ser
creado
por
Dios,
por
eso
dice:
“….el
primogénito
de
toda
creación.”
Para
poder
llegar
a
ser
considerado
el
primogénito
de
toda
creación
es
simplemente
porque
Jesucristo
también
forma
parte
de
la
creación
de
Dios.
Jesucristo
es
un
ser
creado
por
Dios,
y
fue
por
él
que
Dios
creó
el
resto
de
las
cosas,
para
honrar
a
su
máxima
y
especial
creación,
su
Hijo
Jesucristo
en
el
vientre
de
una
virgen,
sin
participación
de
hombre
alguno.
Así
Dios
planifica
colocar
a
su
Hijo
amado
como
el
primogénito
de
toda
creación,
distinción
que
le
coloca
en
primer
lugar
y
a
la
vista
de
todos,
y
con
honores
especiales.
“Y
otra
vez,
cuando
introduce
al
Primogénito
en
el
mundo,
dice:
Adórenle
todos
los
ángeles
de
Dios.”
Hebreos
1:6.
Dios
se
propuso
darle
a
Jesucristo
lo
que
a
nadie
más
le
ha
dado;
e
incluso,
de
la
misma
manera
que
ordena
a
los
ángeles
adorarle,
espera
de
nosotros,
aquellos
por
los
cuales
Cristo
se
dio
en
cuerpo
y
alma
para
salvarnos,
que
le
honremos
a
él
de
la
misma
forma
como
honramos
a
Dios
el
Padre.
“Porque
el
Padre
a
nadie
juzga,
sino
que
todo
el
juicio
dio
al
Hijo,
para
que
todos
honren
al
Hijo
como
honran
al
Padre.
El
que
no
honra
al
Hijo,
no
honra
al
Padre
que
le
envió.”
Juan
5:22-23.
Por
eso
hablando
de
Jesucristo,
en
el
capítulo
42
de
Isaías,
dice:
“Yo
Jehová;
éste
es
mi
nombre;
y
a
otro
no
daré
mi
gloria,
ni
mi
alabanza
a
esculturas.”
Isaías
42:8.
No
cabe
duda
de
que
Dios
haya
compartido
su
gloria
con
una
de
sus
criaturas,
con
Jesucristo,
el
Hijo
del
Dios
viviente,
haciendo
reposar
en
él
toda
la
plenitud
de
lo
que
hay
en
Dios,
la
plenitud
de
la
divinidad.
“Porque
en
él
habita
corporalmente
toda
la
plenitud
de
la
Deidad,”
Colosenses
2:9.
Pero
no
se
asombre,
ni
se
sienta
a
menos;
y
de
igual
manera,
no
porque
habite
en
él
toda
la
plenitud
de
la
divinidad
convierta
a
Jesucristo
en
Dios
o
en
un
dios,
pues
el
propósito
de
Dios
para
con
cada
uno
de
sus
hijos
es
este:
Que
seamos
llenos
de
toda
la
plenitud
de
Dios.
“y
de
conocer
el
amor
de
Cristo,
que
excede
a
todo
conocimiento,
para
que
seáis
llenos
de
toda
la
plenitud
de
Dios.”
Efesios
3:19.
Por
esta
plenitud
es
que
algunos
creen
que
Jesucristo
es
Dios,
pero
la
pregunta
sería:
¿Cuándo
usted
o
yo
alcancemos
ser
llenos
de
toda
la
plenitud
de
Dios,
acaso
seremos
Dios?
Jamás
y
nunca.
De
Jesucristo
también
relata
la
escritura
que
él
es
el
primogénito
entre
muchos
hermanos.
“Porque
a
los
que
antes
conoció,
también
los
predestinó
para
que
fuesen
hechos
conformes
a
la
imagen
de
su
Hijo,
para
que
él
sea
el
primogénito
entre
muchos
hermanos.”
Romanos
8:29.
Dios
se
ha
propuesto
llevar
muchos
hijos
a
la
gloria.
“Porque
convenía
a
aquel
por
cuya
causa
son
todas
las
cosas,
y
por
quien
todas
las
cosas
subsisten,
que
habiendo
de
llevar
muchos
hijos
a
la
gloria,
perfeccionase
por
aflicciones
al
autor
de
la
salvación
de
ellos.”
Hebreos
2:10.
Dios
ha
determinado
que
estos
hijos
tengan
un
hermano
mayor,
a
quien
Dios
ha
catalogado
como
el
primogénito.
Para
llegar
a
obtener
el
título
de
hijo
de
Dios,
es
necesario
que
cada
uno
de
nosotros
seamos
hechos
conforme
a
la
imagen
de
su
Hijo
Jesucristo.
Al
todos
tener
la
misma
imagen,
entonces
Jesucristo
viene
a
ser
el
primogénito
de
sus
hermanos.
Note
usted
que
no
presenta
el
Apóstol
Pablo
en
Romanos
8:29
a
Jesucristo
como
Dios
o
un
dios,
sino
como
el
primogénito
entre
muchos
hermanos.
Somos
hermanos
de
Jesucristo
e
hijos
del
Dios
altísimo.
Así
lo
expresó
el
mismo
Jesucristo.
“Porque
el
que
santifica
y
los
que
son
santificados,
de
uno
son
todos;
por
lo
cual
no
se
avergüenza
de
llamarlos
hermanos,
diciendo:
Anunciaré
a
mis
hermanos
tu
nombre,
En
medio
de
la
congregación
te
alabaré.”
Hebreos
2:11-12.
Jesucristo
no
se
avergüenza
de
llamarnos
hermanos,
pues
somos
hijos
de
un
mismo
Padre;
y
ostenta
la
primogenitura
entre
todos
los
hijos
que
Dios
llevará
a
la
gloria;
el
primogénito
de
entre
los
salvados,
por
ser
él
el
autor
de
nuestra
salvación.
De
manera
que,
el
primogénito
no
lo
es
solamente
de
la
creación,
sino
también
de
los
salvados,
de
sus
hermanos,
pues
así
le
plació
a
Dios.
Pero
aún
va
más
allá:
Jesucristo
es
el
primogénito
de
entre
los
muertos.
Esta
es
otra
primogenitura
más
de
todas
las
que
ostenta
nuestro
Señor
Jesucristo.
“y
de
Jesucristo
el
testigo
fiel,
el
primogénito
de
los
muertos,
y
el
soberano
de
los
reyes
de
la
tierra.
Al
que
nos
amó,
y
nos
lavó
de
nuestros
pecados
con
su
sangre,
y
nos
hizo
reyes
y
sacerdotes
para
Dios,
su
Padre;
a
él
sea
gloria
e
imperio
por
los
siglos
de
los
siglos.
Amén.”
Apocalipsis
1:5-6.
¿Acaso
fue
el
primero
que
murió?
No;
el
libro
de
colosenses
nos
ayuda
a
aclarar
la
expresión:
“y
él
es
la
cabeza
del
cuerpo
que
es
la
iglesia,
él
que
es
el
principio,
el
primogénito
de
entre
los
muertos,
para
que
en
todo
tenga
la
preeminencia;”
Colosenses
1:18.
Jesucristo
es
el
primer
ser
humano
que
Dios
resucitó
para
no
volver
a
ver
muerte.
“sabiendo
que
Cristo,
habiendo
resucitado
de
los
muertos,
ya
no
muere;
la
muerte
no
se
enseñorea
más
de
él.”
Romanos
6:9.
La
muerte
no
se
enseñorea
más
de
él,
por
lo
tanto
él
ya
goza
del
privilegio
que
Dios
nos
ha
prometido,
estando
Jesucristo
puesto
como
primicia,
para
que
nuestra
fe
esté
fundada
en
la
realidad
de
que
Dios
cumple
sus
promesas,
así
como
la
cumplió
con
Jesucristo.
“Pero
cada
uno
en
su
debido
orden:
Cristo,
las
primicias;
luego
los
que
son
de
Cristo,
en
su
venida.”
1ra
de
Corintios
15:23.
“puestos
los
ojos
en
Jesús,
el
autor
y
consumador
de
la
fe,
el
cual
por
el
gozo
puesto
delante
de
él
sufrió
la
cruz,
menospreciando
el
oprobio,
y
se
sentó
a
la
diestra
del
trono
de
Dios.
Considerad
a
aquel
que
sufrió
tal
contradicción
de
pecadores
contra
sí
mismo,
para
que
vuestro
ánimo
no
se
canse
hasta
desmayar.”
Hebreos
12:2-3.
Él
es
el
ejemplo
que
Dios
nos
ha
dado
para
que
nuestro
ánimo
no
se
canse
hasta
desmayar.
Así
vemos
que
primogénito
no
es
solo
primer
nacido,
sino
que
es
el
primero,
o
que
ocupa
el
primer
lugar.
En
la
biblia
es
visto
más
como
el
término
primicia,
para
que
pueda
ser
aplicado
al
resto
de
las
cosas.