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¿De quién es Hijo el Cristo?



¿De quién es Hijo el Cristo?
Mateo 22:41-45.
“Y estando juntos los fariseos, Jesús les preguntó, diciendo: ¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David. Él les dijo: ¿Pues cómo David en el Espíritu le llama Señor, diciendo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? Pues si David le llama Señor, ¿cómo es su hijo?”
El origen de Nuestro Señor Jesucristo, ha sido y es aún una incógnita para muchos en el día de hoy. La incredulidad sigue siendo un problema, por la dureza de corazón.
“Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!” Lucas 24:25.
El empeño en ver las cosas siempre desde el punto de vista material nos impide ver las cosas espirituales. Al procurar establecer los nexos con el derecho de nacimiento para gobernar en el trono de David, ven como impedimento la usencia de semen de un hombre del linaje de David que le engendrara. Para algunos, la única forma en que puede llegar a existir Jesucristo es por una relación sexual entre José y María, negando el poder de  Dios para crear a Jesucristo en el vientre de María. Establecen ellos la condición para que sea hijo de David y rechazan la disposición de Dios de cómo hacer venir a la existencia este ser que Dios había prometido que haría venir.
“Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero; que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré.” Isaías 46:9-11.
Muestran incredulidad al poner en duda el poder de Dios de hacer existir, y con esto procuran desacreditar a Dios. Es necesario que creamos a Dios que dijo:
“Yo que hago dar a luz, ¿no haré nacer? dijo Jehová. Yo que hago engendrar, ¿impediré el nacimiento? dice tu Dios.” Isaías 66:9.
Veremos aquí varias interrogantes, que no son nuevas; pues ya el Señor Jesucristo les preguntaba a los fariseos:
“diciendo: ¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David.” Mateo 22:42.
Pero:
  • ¿Es hijo de David?
  • ¿Es hijo de José?
  • ¿Es hijo de María?
  • ¿Es Hijo de Dios?
Puesto que queda duda en algunos, se hace necesario una revisión de las sagradas escrituras.
¿Es Jesucristo Hijo de David?
Sin lugar a duda, establecer a Jesucristo como hijo directo, inmediato de David, de su simiente, viendo simiente como semen, para que tenga derecho al trono, sólo porque dice que un hijo de él se sentaría en su trono, no es posible; y esto es imposible ya que David murió muchos años antes que Jesucristo naciera. Jesucristo no nació de David con alguna sus esposas, sino de una de sus descendientes. Por esto habla de linaje y no de simiente, aun cuando simiente es traducido también como descendiente.
“Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino. El edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino. Yo le seré a él padre, y él me será a mí hijo. Y si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres;” 2da Samuel 7:12-14.
Aquí mismo podemos ver que la promesa de Dios es: “Yo le seré a él padre, y él me será a mí hijo.”; de manera que está diciendo de antemano que este descendiente de David será hijo de Dios.
Sin embargo, si pensando establecer su derecho al trono, podemos encontrar que le pertenece tanto si viene su derecho por la familia de María o la de José, en ambos casos corresponde a la descendencia de David, de la tribu de Judá; que es la condición que se necesita para tener derecho al trono. Entonces, no es un descendiente inmediato, sino de un familiar lejano, pero con derecho al trono.
Viene a ser hijo de David por ser del linaje, un descendiente de un familiar de David.
¿Es hijo de José?
Este argumento ha llevado a algunos incluso a declarar que porciones enteras de las escrituras han sido alteradas, afirmando que fueron contaminadas con tradiciones paganas, buscando dejar sin validez la anunciación del ángel y la concepción de Jesús en el vientre de maría, siendo virgen, por obra del Espíritu Santo. Llegan a la conclusión de que los primeros capítulos de Mateo y Lucas son falsos. Con su afirmación difaman a María, pues incluso afirman que decir que ser virgen no significa que no había tenido ya marido. Dicen que ella quedó embarazada de José; con esto afirman que Jesucristo es hijo biológico de José, del esperma de José.
Tengamos presente que, si el Señor Jesucristo fue procreado por José y María, con el esperma de José y el ovulo de María, entonces fuese engendrado por José, o sea que, es hijo biológico de José, viene a ser imagen y semejanza de José; no sería imagen de Dios. Así dice la escritura de Adán.
“Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set.” Génesis 5:3.
Debemos esperar que lo mismo ocurra con un hijo de José, que lleve la imagen y semejanza de José.
Nosotros, como integrantes de la raza humana, dice la escritura que hemos traído la imagen de Adán, el terrenal, pero que luego que resucitemos hemos de traer la imagen del celestial.
El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial.” 1ra Corintios 15:47-49.
Data el origen de Adán acá en la tierra, por ende traemos la imagen del terrenal; mientras que data el origen de Jesucristo allá en el cielo, por eso trae la imagen del celestial. Luego nosotros traeremos en la resurrección la imagen de Jesucristo que a su vez trajo la imagen de Dios que lo engendró.
Pero si dijéramos que Jesucristo es hijo de José, entonces analicemos que inconvenientes trae esto:
a) ¿qué sentido tiene que la escritura hable de que fue engendrado por Dios, si en realidad fue engendrado por José?
“Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, si no el que le dijo: Tú eres mi Hijo, Yo te he engendrado hoy.” Hebreos 5:5.
“Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él.” 1ra de Juan 5:1.
No cabe duda que está haciendo referencia a Dios, y no a José, como aquel que engendró y a Jesucristo como aquel que fue engendrado por Dios. ¿Qué debo hacer? Debo creer a la escritura que dice que Jesucristo fue engendrado por Dios.
b) ¿Qué sentido tiene que diga la escritura que Jesucristo es la imagen del Dios invisible? Si fue engendrado por José entonces trajo la imagen de José.
“en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.” 2da Corintios 4:4.
Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.” Colosenses 1:15.
No cabe duda que abiertamente dice la escritura que Jesucristo es la imagen del Dios invisible, no es la imagen de José, que es de esta tierra, ni incluso de María. ¿Por qué? Porque fue engendrado por Dios, por lo tanto trajo su imagen. ¿Qué debo hacer? Debo creer a la escritura que dice que Jesucristo es la imagen de Dios.
C) ¿Qué sentido tiene que diga la escritura que el verbo fue hecho carne, con la gloria como del unigénito del Padre? Si fue engendrado por José es el primogénito de José y no de Dios.
“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.” Juan 1:14.
¿Qué debo hacer? Debo creer a la escritura que dice que el verbo fue hecho carne y trajo la gloria como del unigénito del Padre.
d) ¿Qué sentido tienen la acusaciones y difamación de los fariseos en contra de Jesucristo y su Madre María, cuando le dijeron que ellos no habían nacido de fornicación, que ellos tenían un padre?; ¿Ellos sabían que José no era el padre de Jesús o estaban diciéndole que era un hijo fuera del matrimonio? Si José no era su padre, entonces ¿Quién era? Y si fue concebido fuera del matrimonio, por medio de una relación sexual con un hombre, entonces era María una pecadora, una fornicaria. Sabían que cuando ella se casó con José ya estaba embarazada.
“Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios.” Juan 8:41.
Sin embargo, ante esta acusación, Jesucristo no defendió el ser hijo de José, antes les dijo que su Padre es Dios.
“Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis.” Juan 8:49.
“Respondió Jesús: Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es; mi Padre es el que me glorifica, el que vosotros decís que es vuestro Dios.” Juan 8:54.
¿Qué debo hacer? Debo creer a la escritura que dice que Jesucristo afirmó que su padre es el Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Que no fue un acto de fornicación pues no hubo relación sexual. Jesucristo es producto de un acto de creación.
e) ¿Qué sentido tiene que la escritura diga que Melquisedec es hecho semejante al Hijo de Dios, sin padre, sin madre, sin genealogía, sin principio de días ni fin de vida? Al decir que José engendró a Jesucristo, éste tendría un padre terrenal y genealogía pues José tuvo hijos con María la madre de Jesucristo.
sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.” Hebreos 7:3.
Es  de resaltar que incluso dice: sin genealogía.
¿Qué debo hacer? Debo creer a la escritura que dice que Melquisedec fue hecho como Jesucristo, el hijo de Dios; por lo tanto José no es el padre de Jesucristo, sino que es producto de la creación de Dios, el que hace engendrar.
f) ¿Qué sentido tiene el relato de Juan capitulo uno? Que relata de cómo la palabra, la promesa hecha por Dios del nacimiento de su hijo, vino a ser una realidad.
Juan 1:1-14.
“En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.” Juan 1:10-14.
Si Jesucristo hubiese sido engendrado por Juan hubiese sido por voluntad de varón, sin embargo Jesucristo fue engendrado en el vientre de María por voluntad de Dios. Por eso hace la comparación con nosotros que llegamos a ser hijos de Dios no por voluntad de varón sino de Dios.
¿Qué debo hacer? Debo creer a la palabra de Dios que dice que el Hijo de Dios no fue engendrado por voluntad de varón, sino que Dios hizo su palabra carne, su promesa una realidad, para que habitara entre nosotros.
g) ¿Qué sentido tiene la profecía que dice: “yo te he engendrado hoy”, en la cual Dios se atribuye la existencia de Jesucristo? Si fue José quien lo engendró, entonces Dios se está atribuyendo algo que no le pertenece, y Dios no es ni usurpador, mucho menos mentiroso.
“Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy.” Salmos 2:7.
¿Qué debo hacer? Debo creer a la palabra de Dios, dada por boca del profeta. Dios dijo que fue él quien engendró a Jesucristo.
Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;” 2da de Pedro 1:19.
h) ¿Qué sentido tiene que se le prometiera a la mujer que uno de entre su simiente heriría a la serpiente en la cabeza? Si José es el Padre de Jesucristo en realidad éste nació de la simiente de un hombre, José y no de la simiente de una mujer.
“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.” Génesis 3:15.
¿Qué debo hacer? Debo creer que fue de entre la simiente de una mujer, como dijo Dios en la escritura, y no la simiente de un hombre, de la cual vino el Cristo.
Esto de simiente de la mujer se refiere a un hijo que nacería de una mujer, sin intervención de hombre. Si hubiese intervenido un hombre, entonces sería de la simiente de un hombre.
En el caso de la mujer, María, puede decirse que es su simiente pues fue concebido en ella y ella lo parió, es hijo de ella; aun cuando es el producto del poder que obra al venir el Espíritu de Dios sobre ella.
i) ¿Qué sentido tiene la pregunta que le envió Juan a hacer a Jesucristo, eres tu el que había de venir o esperaremos a otro? Ya que ellos esperaban que el hijo de Dios viniera, aquel que sería rey en Israel.
“Cuando, pues, los hombres vinieron a él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, para preguntarte: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro?” Lucas 7:20.
“Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel.” Juan 1:49.
¿Qué debo hacer? Debo creer lo que dice la palabra de Dios, que Jesucristo es el Hijo de Dios, que había de venir.
Todo esto nos lleva a tener la certeza de que Jesucristo no es Hijo de José. Jesucristo no nació del esperma de José, pero si es contado dentro de los que nacen de mujer.
“Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley,” Gálatas 4:4.
Querer demostrar la paternidad de José, incluso teniendo el tupé de desacreditar las escrituras para poder sentir que tienen bases solidas para hacer las afirmaciones, es necedad. Es tratar  a Dios de mentiroso, pues fue Dios quien dijo que había engendrado a Jesucristo.
“Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy.” Salmos 2:7.
Declaración ésta que, claramente el escritor del libro de los hechos y el del libro a los hebreos, manifiestan que se refiere a Jesucristo:
“la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús; como está escrito también en el salmo segundo: Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy.” Hechos 13:33.
“Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy, y otra vez: Yo seré a él Padre, Y él me será a mí hijo?” Hebreos 1:5.
Es no tener en cuenta las afirmaciones que hace el Apóstol Juan:
“Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque éste es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo. El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.” 1ra de Juan 5:9-10.
Hoy sabemos que Jesucristo fue engendrado por Dios, gracias al testimonio que dio Dios mismo. No creer a su testimonio es hacerle mentiroso.
“Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Éste es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo” 2da de Pedro 1:17-18.
Pensar que Jesucristo fue engendrado por el esperma de José es desvirtuar la obra que hace Dios a través de su Santo Espíritu.
Si Jesucristo no es hijo de José, como ciertamente no lo es, ¿Cómo entonces es hijo de David? Pues esto tiene que ver con el ser hijo de María, por haber nacido de María.
¿Es hijo de María?
Que es hijo de María no cabe la menor duda, ya que ella lo parió; pero esto va más allá y es la verdadera razón por la que es considerado Hijo de David según la carne.
La promesa fue hecha para una simiente de mujer, no de un hombre. Sería un descendiente de David, del linaje de David, pero por medio de una mujer, una virgen del pueblo de Israel.
“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.” Isaías 7:14.
La promesa del nacimiento del Mesías era a través de la simiente  de una mujer judía, y no simplemente de un judío.
Si bien Abraham tuvo siete hijos en total, con tres mujeres diferentes, se le dijo que en Isaac le sería llamada descendencia por ser éste hijo de Sara. Entonces, no es simplemente por ser Isaac hijo de Abraham, sino que necesariamente un hijo, en y de una mujer en particular, la que Dios eligió, Sara.
“Respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él. Y en cuanto a Ismael, también te he oído; he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera; doce príncipes engendrará, y haré de él una gran nación. Mas yo estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará a luz por este tiempo el año que viene.” Génesis 17:19-21.
Lo mismo ocurre en el caso de Jesucristo. Lo importante era que naciera de una mujer judía, descendiente de David, por supuesto aquella mujer que Dios eligiera, en este caso María. ¿Qué maría había nacido de un matrimonio judío? Si; cierto, ella con certeza una judía, y no solo judía, sino que era del linaje de David. Acá no importa la ascendencia de José para el nacimiento del salvador, aun cuando José también era judío, pero él no aportó nada en la concepción de Jesucristo. Dios se atribuye haber sido quien lo engendró, en el vientre de una mujer judía, del linaje de David.
No se trata de la genealogía José, o tratar de demostrar que José si era descendiente de Abraham o de David. La promesa se habría de cumplir por medio de una mujer descendiente de David, de la tribu de Judá.
Esta fue la recomendación del apóstol Pablo a Timoteo:
“ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora.” 1ra de Timoteo 1:4.
Es necesario hacernos la misma pregunta que le hizo Jesucristo a los fariseos: ¿De quien es hijo el Cristo?
“Y estando juntos los fariseos, Jesús les preguntó, diciendo: ¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David. Él les dijo: ¿Pues cómo David en el Espíritu le llama Señor, diciendo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? Pues si David le llama Señor, ¿cómo es su hijo?” Mateo 22:21-45.
La respuesta debe ser al unísono, sin titubeo, con convicción: Jesucristo es el Hijo del Dios Viviente.
“Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.” Mateo 16:16.
“Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.” Juan 6:69.
“¿Jesucristo es Hijo del Padre?, ¿Hijo de Dios?
 “Sea con vosotros gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y del Señor Jesucristo, Hijo del Padre, en verdad y en amor.” 2da Juan 1:3.
Esta expresión va más allá de simplemente decir: es hijo de su padre, sin importar quien sea. Esta expresión afirma que Dios es el Padre de Jesucristo. El origen de Nuestro Señor Jesucristo es Dios. Jesucristo reconoció que ésta es su procedencia.
“Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió.” Juan 8:42.
Acá hay dos palabras con diferentes connotaciones. “Salido” y “Venido”. Mientras la expresión “he venido” se está refiriendo al haber sido enviado por Dios a buscar las ovejas perdidas de la casa de Israel, la expresión “he salido” habla de su procedencia, de su origen. “Yo de Dios he salido”.
“Él respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.” Mateo 15:24.
“Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado.” Lucas 4:43.
El cuerpo de Jesucristo es la obra del Dios creador y de nadie más, formado en el vientre de María para que por medio de ella naciera el salvador del mundo. Es una de las razones por la que Dios es su Padre, porque lo engendró. Dios, por medio de su Santo Espíritu, preparó el cuerpo donde se expresa el alma de Nuestro Señor Jesucristo.
“Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo.” Hebreos 10:5.
El ángel le explicó a María como sería este proceso. Cuando ella le preguntó cómo sería esto, de que ella quedaría embarazada, pues ella no conocía varón, la respuesta fue:
“Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.” Lucas 1:35.
Dios manifestó su poder creador cuando hizo reposar su Santo Espíritu en María. Dios envía su Espíritu y crea. El proceso por el cual Dios crea seres vivientes es descrito en el libro de los salmos y en el libro de Job.
Envías tu Espíritu, son creados, Y renuevas la faz de la tierra.” Salmos 104:30.
El espíritu de Dios me hizo, Y el soplo del Omnipotente me dio vida.” Job 33:4.
Dios envía su Espíritu y pone de manifiesto su poder, hace aparecer donde no había.
“Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.” Hebreos 11:3.
La creación de Nuestro Señor Jesucristo es mostrada a la par de la creación de Adán.
“Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.” 1ra de Corintios 15:45.
El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo.” 1ra Corintios 15:47.
De manera que no podemos hacer el origen del segundo Adán de acá de la tierra. Si dijésemos que el papá de Jesucristo es José, inmediatamente decimos que es de esta tierra, ya no sería celestial. Aún cuando mantengamos que Jesucristo vino en carne, estaríamos negando su origen y esto trae las mismas consecuencias. Es negar el testimonio de Dios que opera por medio de su Santo Espíritu.
La razón por la que David le llama Señor es porque Dios exaltó a Jesucristo como Señor, colocándolo por encima de todo ser viviente creado por Dios, esto incluye a David. David no es su Padre biológico, sino que Dios hizo venir a Jesucristo de una descendiente de David, de una mujer.
Decir que Jesucristo no es hijo de Dios y atribuírselo a alguien más es llevarle la contraria a Dios, y al mismo Señor Jesucristo. Cuando Jesús les preguntó a sus discípulos acerca de que pensaban ellos del Cristo, encontramos una respuesta clara y sin titubeo:
“Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.” Mateo 16:16.
Ante esta respuesta Pedro se encontró con la aclaración de Jesucristo de donde provenía este conocimiento. Le dijo a Pedro que esto era una revelación directa de Dios.
“Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.” Mateo 16:17.
¿Cuál es la revelación? Que Jesucristo es el Hijo del Dios viviente. Saber esto es una gran bendición y al igual que para Pedro, para nosotros es una bienaventuranza; pues es Dios quien da este conocimiento.
“Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.” Lucas 10:22.
Así pues, ¿De quién es Hijo el Cristo? Jesucristo es el Hijo del Dios viviente, del linaje de David por haber nacido de María.

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