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El reino de los cielos se ha acercado


El reino de los cielos se ha acercado:
El mensaje del Reino
Mateo 4:17
“Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.”

Del ministerio de Jesucristo, mientras estuvo acá en la tierra, se ha dado a conocer más los milagros y señales que él hacía; milagros y señales que hablaron de que Dios estaba con él, que él había sido enviado por Dios, sirvieron estos para que las personas creyeran en él.
“Éste vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.” Juan 3:2.
“Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía.” Juan 2:23.
Pero, al ver otra parte del ministerio de Jesucristo nos encontramos que Jesucristo trajo un mensaje, que Dios le dio un mensaje para la humanidad; parte del propósito por el que Dios levantó a Jesucristo. Jesucristo no vino simplemente para hacer milagros, los milagros le seguían. Jesucristo vino para que la obra redentora se pudiese cumplir.
Debemos entender que el pecado nos aleja de Dios y por esto era necesario que las partes enemistadas se acercasen para poder hacer las paces.
“pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.” Isaías 59:2.
“En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. ” Efesios 2:12-18.
Estos versículos fueron escritos no solo por el estado de los gentiles. Allí podemos ver la condición del hombre pecador, alejado de Dios y sin Dios en el mundo. Cuando Dios envía a su Hijo Jesucristo al mundo lo que está ocurriendo es que Dios hace un acercamiento a la humanidad que está en pecado. Dios se acerca al enviar un embajador para que se produzca la reconciliación. Desde el reino de los cielos se dan señales claras de voluntad para hacer las paces. Esta es la razón por la que en las escrituras está relatado que el mensaje que trajo Jesucristo es conocido como el evangelio de la paz.
“Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos.” Hechos 10:36.
Este acercamiento también lo podemos encontrar en las escrituras con la expresión “Dios con nosotros” que no es más que la disposición de Dios de socorrernos; Dios a favor de nosotros.
“Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.” Mateo 1:22-23.
¿Qué estaba aconteciendo?
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.” Juan 3:16-17.
En este proceso, de hacer las paces, Dios estaba haciendo su parte; envió una embajada diciéndole a la humanidad como alcanzar el perdón y con ello la reconciliación con Dios. Este es el mensaje que viene desde el Reino de los Cielos, es el mensaje del Reino que predicó Jesucristo.
Cuando encontramos que la escritura dice: “…Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.” Mateo 4:17….” no es otra cosa que un llamado al arrepentimiento donde nos deja saber que ha legado el momento.
Ya lo había dicho el profeta Isaías cuando, relatando de la venida de ese testigo que Dios enviaría con un mensaje, que no es más que un llamado al arrepentimiento y a la conversión, dijo que en el momento que viniera este mensajero era el tiempo de llamar a Dios; llamarle mientras Dios estaría cercano.
“He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones. He aquí, llamarás a gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán a ti, por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado. Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.” Isaías 55:4-7.
El tiempo de arrepentirse se presenta porque el Reino de los cielos abrió la oportunidad. En otras palabras, Dios ha hecho su parte hagan ustedes la parte que les corresponde.
¿Cómo fue el acercamiento que hace el Reino de los cielos? Dios envió a su Hijo para que creamos y vivamos por él.
¿Cómo debe ser el acercamiento del ser humano al reino de los cielos? Deben arrepentirse y convertirse para que se produzca la reconciliación con Dios.
Jesucristo fue enviado con este mensaje, nos trajo la invitación diciéndonos que es el tiempo para hacer la paz, que Dios ha abierto el periodo en el cual está dispuesto a perdonar nuestros pecados a todo aquel que reciba a Jesucristo. Así le dijo el Señor Jesucristo a Pablo:
“para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.” Hechos 26:18.
El tiempo se ha cumplido
“Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.” Marcos 1:14-15.
Con esta expresión nos invita a que podamos ver la premura de la oferta. El tiempo se ha cumplido para que Dios envíe a su hijo, llegó el momento; ahora es el tiempo.
“Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.” Gálatas 4:4-5.
Este cumplimiento del tiempo lo es para dar la oportunidad de salvación. Es con la venida de Jesucristo que se abre esta oportunidad; pues el cumplimiento del tiempo para que Jesucristo reine en esta tierra aun no se ha dado: Cuando esto ocurra, que se cumpla el tiempo para que Jesucristo venga como rey, dice la escritura que un ángel dirá: El tiempo no será más.
“Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano al cielo, y juró por el que vive por los siglos de los  siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más, sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas.” Apocalipsis 10:5-7.
Este tiempo, donde se da la oportunidad de arrepentirse y creer al evangelio,  terminará cuando entre la plenitud de los gentiles que han de ser salvos, entonces vendrá el tiempo del reinado de Jesucristo en esta tierra.
“Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, Que apartará de Jacob la impiedad.” Romanos 11:25-26.
Es necesario tener mucho cuidado de no confundir el mensaje del Reino de los cielos, que trajo Jesucristo, con la profecía del reino que establecerá Dios en esta tierra en manos de Jesucristo como el más excelso de los reyes de la tierra. Cuando Jesucristo vino a esta tierra no lo hizo para hacer promoción o propaganda de su reinado milenial; antes, como estaba escrito, Jesucristo vino a recordarnos que Dios está reinando, al decir que es el Padre quien tiene el control.
para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.” Mateo 5:45.
Predicar que Jesucristo vino a anunciar que él va a gobernar esta tierra es cambiar el verdadero mensaje que Jesucristo trajo. Aún cuando Jesucristo habló de un reino venidero, donde él será gobernante en esta tierra, no fue su mensaje principal o la razón de su venida.
¿Que Jesucristo habló de su reinado futuro? Si; también de eso habló..
Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.” Mateo 19:28.
Ciertamente Jesucristo habló de un reino venidero, eso es una gran verdad, pero para poder entrar en ese reino es necesario aceptar el mensaje que trajo Jesucristo enviado desde el Reino de los cielos. El mensaje principal de nuestro Señor Jesucristo fue y sigue siendo el arrepentimiento. Aun hoy al algunos, con la mirada puesta en lo temporal, en lo pasajero,  preocupados mas por reinar allá en Jerusalén que por la salvación de su alma, no les preocupa prepararse para el día en que serán juzgados, incluso llegan a pensar que por estar en una iglesia en particular ya no pasaran por el juicio. El Apóstol Pablo dijo que es necesario que todos seamos juzgados.
“Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.” 2da Corintios 5:10.
Esta inquietud, de querer ya reinar, fue notoria aun en los discípulos, quienes habiendo leído las escrituras pensaban que había llegado la hora de convertir una vez más a Israel en la potencia que gobernará al mundo; y por esto preguntaron al señor Jesucristo:
“Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;” Hechos 1:6-7.
¿Por qué les da esa respuesta? Porque él no estaba haciendo propaganda a su reinado, sino que les estaba hablando de recibir el Espíritu de Dios para que pudieran ir a predicar el mensaje que les había dado, el mensaje del reino de los cielos; la reconciliación del ser humano con Dios por medio de Jesucristo.
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.” 2da Corintios 5:17-21.
¿Qué fue lo que le encargó? Que le dijéramos a mundo que se reconcilien con Dios. Este es el mensaje del Reino.
El mensaje de Jesucristo y el de Juan el bautista fue el mismo, un llamado al arrepentimiento; y este mensaje fue enviado desde el reino de los cielos.
¿Qué predico Juan?
“En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.” Mateo 3:1-2.
¿Qué predico Jesucristo?
“Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.” Mateo 4:17.
Incluso el mismo Señor Jesucristo hace énfasis en la razón por la que fue enviado:
“Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor. Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.” Lucas 4:17-20
Es en el mismo versículo, donde habla de lo ya declarado proféticamente por Isaías, que podemos ver que Jesucristo trajo un mensaje; que no todo era sanidad, milagros y echar fuera demonios sino que vino a:
  • A dar buenas nuevas a los pobres
  • A pregonar libertad a los cautivos
  • A predicar el año agradable al señor.
El mensaje del reino es diferente a los costumbres de la ley.
El evangelio del reino es un llamado al arrepentimiento para alcanzar el perdón de pecados por la fe en el cordero de Dios.
 “De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre.” Hechos 10:43.
“para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.” Hechos 26:18.
Esto difiere totalmente a lo establecido por la ley, donde algunos ofrecían sus ofrendas sin arrepentirse y alcanzaban el perdón de pecados por el derramamiento de la sangre de los animales establecidos.
Era necesario predicar, dar a conocer, las buenas nuevas que enviaban desde el reino de los cielos, la reconciliación con Dios para todo aquel que cree en Jesucristo, se arrepienta.
El mensaje del reino es para los que estábamos lejos (los gentiles) y para los que estaban cerca (los israelitas), no hay un mensaje diferente para cada grupo; de manera que ambos grupos obtenemos la reconciliación con Dios por el mismo método, por medio de nuestro señor Jesucristo.
“Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.” Efesios 2:17-18. 

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