Mi socorro viene de Jehová


Mi socorro viene de Jehová


Salmos 121:2

“Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.”

Si hoy nos llegara una encomienda a nuestra casa que nosotros no hayamos ordenado lo primero que nos interesaría saber es quien es el remitente, quien la está enviando. Será las misma persona que la esta trayendo? O la envió por alguien mas? Usualmente no es la misma persona que envía la encomienda quien se acercará a traerla sino que la envía por mano de un mensajero. Esto es valido incluso cuando usted y yo oramos, no es de esperar que Dios mismo baje y nos traiga lo que le estamos pidiendo.

En cierta oportunidad nuestro Señor Jesucristo necesito ser fortalecido y ¿a quien cree que le pidió? Correcto, al que le podía librar de la muerte.

"Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente." Hebreos 5:7.

¿Quien es este que le podía librar a Jesucristo de la muerte? El mismo que le desató de los dolores de la muerte. Así está establecido:

"Dios, nuestro Dios ha de salvarnos, Y de Jehová el Señor es el librar de la muerte." Salmos 68:20

Por esto encontramos a nuestro Señor Jesucristo clamando a su Dios, a nuestro Dios, para que si era posible pasara de él esa copa:

“Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.” Lucas 22:41-44.

¿Pero como viene la respuesta?

Vemos en este ejemplo:

"Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle." Lucas 22:43.

Con esto no estoy diciendo que siempre es por medio de ángeles, sino que Dios se vale de un instrumento para enviarnos su socorro, incluyendo a sus siervos hoy en quienes ha puesto de su Santo Espíritu; no descendió Dios mismo a socorrerle. Lo cierto es que este hombre necesito ser fortalecido.

Es Dios quien, a través de los tiempos, a socorrido a la raza humana; pero los seres humanos se empeñan en atribuirle las cosas que ocurren al instrumento que Dios usa.  

Dios ha dado su Santo Espíritu para ungir a todos los instrumentos que ha usado a través del tiempo.

Dios escoge un instrumento los unge con su Santo Espíritu y envía su ayuda a la humanidad.

"Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;" Hebreos 1:1-2.

Cuando nos encontramos con versículos como estos, que contienen el mecanismo como Dios transmite su mensaje, por medio de instrumentos, nos debe ayudar a mantener la mirada hacia Dios quien es el que usa los instrumentos. Pero estos, que aparecen en este versículo, no son todos los que Dios uso, pues por mano de los jueces y de los apóstoles Dios hizo grandes cosas para socorrer a alguien en particular, sin ser profetas, y lo sigue aun haciendo hoy.

Veamos unos casos bastantes ilustrativos.

El socorro por mano de Moisés.

El pueblo de Israel se encontraba cautivo en Egipto, eran esclavos, y Dios en su misericordia fue en su socorro. ¿Vino Dios en persona a sacarles de la esclavitud? No; levanto a un hombre para que guiara la operación de salida de Egipto y los condujera hasta la tierra que Dios le había prometido a Abraham.

"entonces dirás a tu hijo: Nosotros éramos siervos de Faraón en Egipto, y Jehová nos sacó de Egipto con mano poderosa." Deuteronomio 6:21

"No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto." Deuteronomio 7:7-8.

Esto es lo correcto, reconocer que Dios fue quien envío el socorro; pero encontramos que el pueblo llegó a idolatrar a Moisés, al instrumento que uso Dios, al punto que crearon cátedras donde se enseñaba de Moisés antes que enseñarle a pueblo de Jehová Dios.

"En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos." Mateo 23:2.

"Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo." Los Hechos 15:21.

Incluso llegaron a poner su esperanza en el instrumento y no en Dios.

"No penséis que yo voy a acusaros delante del Padre; hay quien os acusa, Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza." Juan 5:45.

Y llegaron a tener los mandamientos que Dios les dio por mano de Moisés como costumbres, costumbres dadas por Moisés, que guardaban celosamente.

"pues le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret destruirá este lugar, y cambiará las costumbres que nos dio Moisés." Los Hechos 6:14.

Y Dios por boca del profeta Oseas les dice:

"Mas yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; no conocerás, pues, otro dios fuera de mí, ni otro salvador sino a mí. Yo te conocí en el desierto, en tierra seca. En sus pastos se saciaron, y repletos, se ensoberbeció su corazón; por esta causa se olvidaron de mí." Oseas 13:4-6.

Les envió Dios el socorro cuando estuvieron en angustia y luego se olvidaron de Dios, y pusieron su esperanza en Moisés, el hombre que uso Dios.

Es de resaltar que Moisés no hubiese sido capaz de hacer nada si Dios no le hubiese ungido con el Espíritu Santo. Fue Dios, con su Santo Espíritu, quien obró a través de Moisés.

"El Espíritu de Jehová los pastoreó, como a una bestia que desciende al valle; así pastoreaste a tu pueblo, para hacerte nombre glorioso." Isaías 63:14.

Algo similar ha ocurrido con nuestro Señor Jesucristo.

El socorro por medio de Jesucristo.

Dios, en su propósito de cumplir su promesa y socorrer a la humanidad, levantó a Jesucristo y, luego de ungirlo con su Santo Espíritu, lo envío al mundo para que el mundo sea salvo por él.

“El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole en un madero. A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.” Hechos 5:30-31.

Todos los que reciben a éste enviado de Dios recibirán perdón de pecados por su nombre.

"Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;" Juan 1:12.

"De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre." Hechos 10:43.

Dios colocó en este hombre, Jesucristo, el medio por el cual podríamos alcanzar su socorro.

"Entonces hablaste en visión a tu santo, Y dijiste: He puesto el socorro sobre uno que es poderoso; He exaltado a un escogido de mi pueblo." Salmos 89:19.

Esta es la forma como en los postreros tiempos Dios ha socorrido a la humanidad: Levantó a Jesucristo,

"para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." Juan 3:15.

Por medio de Jesucristo Dios envío mensaje, para que el ser humano se vuelva a Dios y se convierta de sus malos caminos, este es el evangelio de la paz.

"Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos." Hechos 10:36.

No se trata de que Jesucristo nos da el socorro sino que Dios socorre a aquellos que reciben a Jesucristo.  

Dios sigue socorriendo hoy, y seguirá haciéndolo. No se trata, una vez más, de que pongamos nuestra esperanza en el instrumento sino que nuestra esperanza debe estar puesta en Dios: tenemos la esperanza en Dios, que enviará a Jesucristo a buscarnos.

“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.” Hechos 3:19-21.

También podemos ver, en este resumen, como el Apóstol Pedro nos recuerda que Jesucristo vino para que por medio de él creamos en Dios y que nuestra esperanza esté puesta en Dios, quien fue el que envío a Jesucristo.

"Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación; sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios." 1º de Pedro 1:17-21.

Pero, al igual que el caso de Moisés, hoy hay tanta gente que se han olvidado de Dios y han puesto su esperanza solo en Jesucristo; incluso ha hecho de Jesucristo un Dios, y más aún Dios el Padre.

Si bien somos llamados a creer en Jesucristo, no es para que nos olvidemos de aquel que nos ha dado a Jesucristo.

"No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí." Juan 14:1.

Somos llamados a creer que Jesucristo es el instrumento que Dios uso para hacernos llegar el socorro que necesitábamos.

"Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis;" Los Hechos 2:22.

¿Que Diferencia hay entre estos dos, Moisés y Cristo; instrumentos por medio de los cuales Dios envió su socorro?

1. Mientras que Dios uso a Moisés para socorrer al pueblo de Israel, y a todo aquel que, aún cuando siendo extranjero, se uniera al pueblo de Israel;

"Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel." Éxodo 3:10.

1. Dios uso a Jesucristo para socorrer a toda la humanidad, y esto incluye al pueblo de Israel.

"Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos." 2º de Corintios 5:14-15.

2. Mientas Dios levanto a Moisés como libertador de un pueblo y caudillo que les llevaría a la tierra que Dios le prometió a Abraham;

"A este Moisés, a quien habían rechazado, diciendo: ¿Quién te ha puesto por gobernante y juez?, a éste lo envió Dios como gobernante y libertador por mano del ángel que se le apareció en la zarza." Hechos 7:35.

2. Dios levanto a Jesucristo para libertar a la humanidad del pecado; pero también le exalto como Señor, para que sea Señor de todos; y llevarnos a la ciudad celestial cuyo arquitecto y constructor es Dios.

"Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo." Hechos 2:36.

"Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos." Hechos 10:36.

“Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.” Hebreos 11:13-16.  

Es a esta ciudad que Dios ya preparó a la que seremos llevados por Jesucristo los salvados.

Dios exalto a Jesucristo para ser Nuestro Señor, pero esto no elimina nuestra devoción a Dios. Dios es quien nos ha socorrido, nos ha enviado socorro.

¿Como nos llega el socorro o ayuda en este tiempo?

Es frecuente escuchar decir de personas que han visto a Jesucristo, que se les ha aparecido, o pedirle a Jesucristo para que en persona venga y les de lo que necesitan. ¿Que de cierto hay en esta creencia? ¿Qué del otro consolador que prometió?

El Espíritu de Dios.

Es necesario saber que Jesucristo fue llevado por Dios al cielo, que ya no está en esta tierra;

"Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios." Marcos 16:19.

"a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo." Hechos 3:21.

Pero, antes de irse nos dijo que nos enviaría otro consolador, el Espíritu de verdad.

"Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí." Juan 15:26.

"Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros." Juan 14:16-17.

Es necesario ver, en estas palabras de Jesucristo, que usa la expresión "otro consolador", para dejar claro que no era Jesucristo mismo el que vendría, sino El Espíritu de Dios, y se cumpliría así la promesa del padre.

"Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días." Hechos 1:4-5.

El propósito de Dios hacer morar en nosotros su Santo Espíritu es para seguir siendo Dios quien hace las obras por medio de su Santo Espíritu. Nuestro Señor Jesucristo dijo que una de las funciones que cumpliría el Espíritu Santo es recordarnos todas las cosas que él había dicho mientras estaba aquí en esta tierra.

"Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho." Juan 14:26.

Dios nos ha provisto su Santo Espíritu para seguir operando por medio de instrumentos, no para que pongamos nuestra confianza en los instrumentos sino para que reconozcamos que Dios sigue obrando por medio de hombres y mujeres.

"Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, de tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían." Hechos 19:11-12.

Aun cuando Jesucristo esta a la diestra de Dios, no dice que es Jesucristo el que se glorifico por mano de Pablo, sino que fue Dios el que hacia milagros extraordinarios por manos de Pablo.

Esta es la misma forma que Dios se glorifico por mano de Jesucristo mientras estuvo en esta tierra.

"Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón." Hechos 5:12.

Entonces ¿Jesucristo ahora no tiene importancia?

No he dicho eso, honor al que honor merece, honra al que honra merece. Es necesario entender cual fue y es la tarea o función que Dios encomendó a cada quien.

"Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo." Juan 1:17.

Así como por medio de Moisés Dios hizo llegar la ley, por medio de Jesucristo Dios nos hizo llegar la gracia y la verdad. Pero no podemos tener comunión solo con Jesucristo, pues esto deja por fuera a Dios, que envió a Jesucristo.

"lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo." 1º de Juan 1:3.

Y esta comunión se logra por medio del Espíritu Santo que Dios ha hecho morar en cada uno de nosotros.

"Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros." Romanos 8:11.

No es Jesucristo quien hace los milagros hoy, sigue siendo Dios quien los hace; y con esto no estoy minimizando a Jesucristo, sino reconociendo que quien hace la obra es Dios que mora en nosotros por medio de su Santo Espíritu. Así lo reconoció el mismo Señor Jesucristo:

"¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras." Juan 14:10.

"No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé." Juan 15:16.

Hoy sigue siendo Dios quien le socorre y el escoge el instrumento que ha de usar para glorificarse.

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