"les
dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni
siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo."
Entre los grupos de cristianos que creen en el Espíritu Santo, pues hay
quienes no creen en el Espíritu Santo, ha sido difícil ponerse de acuerdo
en quien o que es el Espíritu de Dios; encontrando que las enseñanzas van desde
un poder (El poder de Dios), o una persona (la tercera persona de la trinidad),
o Dios mismo (Dios en una manifestación espiritual no corpórea), o un
pensamiento o una mente (la mente o pensamiento de Dios) o simplemente un
Espíritu (el Espíritu de Dios, propio, perteneciente a Dios, su
Espíritu). Esto trae como consecuencia que a la hora de hablar de cómo y cuándo
se recibe el Espíritu de Dios suscita también controversia. Así el cuándo y
el cómo se recibe va a depender de la creencia de quien o que es el Espíritu
Santo para cada uno.
Si tomamos en cuenta el momento en el que se recibe el
Espíritu Santo, nos encontramos con los que piensan que se recibe en el
preciso momento en que la persona se arrepiente y cree en el evangelio, junto con
el creer, mientras que para otros se recibe después de creer. Para los que
creen que se recibe de una vez no está de por medio una señal o demostración de
haberlo recibido, mientras que los que creen que ocurre después están a la
expectativa de una señal que les indique el momento en que fue lleno con
el Espíritu.
Los que piensan que al momento de creer en el evangelio se recibe el Espíritu
usan este texto:
"En
el último y gran día de la fiesta, Jesús
se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y
beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán
ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu
que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el
Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado." Juan 7:37-39.
Se basan en la expresión "...el espíritu que
habían de recibir los que creyesen en él...", para decir que si usted cree
en Jesucristo inmediatamente ya recibió el Espíritu Santo, junto con creer; esto
no es verdad del todo. Esto está hablando de una promesa que se haría efectiva
en los que creyesen en Jesucristo, después de creer en él. Los que creyesen en
Jesucristo recibirán el Espíritu, pero no significa que es en el momento que
crean ya recibieron el Espíritu. Mas aún, hace el énfasis en que es una promesa
para los que creen en Jesucristo:"...El que cree en mí..."
Los que creen que se recibe el Espíritu al momento de creer en el evangelio
minimizan el evento de ser bautizados con el Espíritu Santo con el propósito de
calmar la angustia que les causa el hecho de saber que aún no han recibido el
Espíritu; cuando lo que deben hacer es pedirlo a Dios quien lo dará
abundantemente, pero para esto hay que tener sed: “…si alguno tiene sed, venga
a mí y beba…”. Por el hecho de que ellos creen haberlo ya recibido, al momento de
creer en el evangelio, y así lo declaran, dan por sentado que no es necesario que
se presenten pruebas de estar llenos del Espíritu y aún más niegan la obra del
Espíritu a través del creyente. No se engañe, ni pretenda engañar a otros.
Si el Espíritu Santo se recibe al momento de creer en el
evangelio ¿Por qué el mago que bautizo Felipe no había recibido el Espíritu?
"Pero
cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el
nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe;
y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba
atónito." Hechos 8:12-13.
Pero vemos que no sólo creyó Simón sino muchos otros ¿Por qué no
recibieron el Espíritu en el mismo instante cuando creyeron al evangelio que
les predicaba Felipe?
"...Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del
reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres
y mujeres..."
Podemos ver que aun cuando Simón el Mago era contado con los que
habían creído, pues dice que "...también creyó Simón...", aún
tenía un gran problema, lo que con nuestra vista material no podemos ver y que
Pedro nos los da a conocer:
"Arrepiéntete,
pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el
pensamiento de tu corazón; porque en hiel de amargura y en prisión de maldad
veo que estás." Hechos 8:22-23.
¿Por qué no había recibido el Espíritu Santo el Mago Simón? Aunque había
creído al evangelio aun había problema en su corazón; ¿Pudiese esto
extrapolarse al resto de los que habían creído de ese grupo? No es bueno
generalizar la condición del corazón, quizá pudiesen ser otras condiciones
diferentes, lo que si es cierto es que ninguno de ellos había recibido el
Espíritu Santo en el momento que creyeron, pues vemos que, habiendo creído y después
de bautizarse en el nombre de Jesús, por la imposición de manos de
Pedro y Juan entonces recibieron el Espíritu Santo. Simplemente nos debe llamar
la atención que por haber creído al evangelio no significa que una persona
ya recibió el Espíritu Santo, y esto aplica aún para nuestros días. No se crea
el cuento de que ya lo recibió porque creyó al evangelio; Crea en el Señor
Jesucristo y pídale a Dios que le bautice con su Santo Espíritu y él se
encargará que usted dé muestra de haber sido bautizado; y no hablo solo de lenguas,
espere como mínimo el fruto del Espíritu de Dios en su vida.
"Mas
el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley." Gálatas
5:22-23.
¿Que por qué digo no sólo lenguas? Porque hay muchos que han imitado las
lenguas y por eso no dan el verdadero fruto del Espíritu, porque algunos usan
las lenguas para aparentar una vida de santidad ante los que les rodean, porque
somos llamados a probar los espíritus si son de Dios, porque por sus frutos los
conoceréis, porque hay muchos engañadores, muchos Simones dentro de las Iglesias
que no tienen parte ni suerte en este asunto porque su corazón no es recto
delante de Dios. ¿Ya usted habló en lenguas? Que bueno, ahora espere el fruto del
Espíritu de Dios en su vida; no pretenda hablar en lenguas y mantener una vida
desordenada dentro de la iglesia pensando que puede engañar a Dios.
Los que cree que el Espíritu Santo se recibe al creer al evangelio,
también utilizan el siguiente versículo para apoyarse, ya que hay una
versión de la biblia que les hace creer eso; pero no se dan a la tarea de
leer el contexto.
"En él
también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra
salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de
la promesa," Efesios 1:13.
Analicemos esta escritura tomando en cuenta el contexto: primero, dice
...habiendo creído en él... y no ...en el momento que crees en él... o ...al
creer en él... Dice claramente "...habiendo creído..." y esto hace
referencia a un pasado, participio pasado; indica que ya creyó, por lo que
antes de recibir el Espíritu Santo es necesario primero creer.
Segundo, cuando dice “...habiendo creído en él...” ¿A quién o
qué está haciendo referencia, a alguien o a algo? Está haciendo referencia
a alguien, haber creído en alguien, en Jesucristo, después que Jesucristo fuese
glorificado por el Padre, tal y como viene hablando desde los versículos anteriores;
como también lo comprueba la escritura:
"El que
cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto
dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no
había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún
glorificado." Juan 7:38-39.
Al creer en Jesucristo recibimos arrepentimiento para perdón de
pecados y se nos concede el don del Espíritu Santo. Esto es evidente en la predicación de
Pedro en casa de Cornelio. El mensaje que llevó Pedro fue para que creyeran en
Jesucristo y Dios les concedió el recibir el Espíritu Santo.
"De
éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren,
recibirán perdón de pecados por su nombre. Mientras aún hablaba Pedro
estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el
discurso. Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se
quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del
Espíritu Santo. Porque los oían que hablaban en lenguas, y que
magnificaban a Dios." Hechos 10:43-46.
"Entonces,
oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: ¡De manera que
también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!" Hechos 11:18.
Este es el mensaje que se debe creer y predicar:
"testificando
a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en
nuestro Señor Jesucristo." Hechos 20:21.
Al obedecer a esta solicitud, arrepentimiento para con Dios y creer en
nuestro Señor Jesucristo, se está obedeciendo a Dios; y a los que obedecen,
Dios les da el Espíritu Santo.
Entonces no está refiriéndose a algo, al evangelio, sino a alguien, a
Jesucristo. El algo habla del él, alguien en quien debemos creer; el evangelio
habla de Jesucristo, en quien debemos creer.
Es triste, pero es una realidad, que hay muchos que han pretendido
recibir el Espíritu de Dios por sus propios medios, y encuentran quien les
haga creer que ya lo recibieron por haber hecho una imitación de lo
genuino; incluso les hacen creer que el Espíritu de Dios es la mente o
pensamiento de Dios que se recibe en el momento que se recibe el evangelio.
Pasar de imitar las lenguas a creer que el Espíritu es el pensamiento de Dios
es pasar de un engaño a otro. Los que piensan que el Espíritu de Dios es
la mente de Dios llegan a creer que lo recibieron cuando se arrepintieron, nada
más alejado de la realidad.
Pensar que el Espíritu Santo se recibe solo por creer el evangelio es
contradecir las palabras de Jesús, quien dijo que habría señales como resultado
de haber sido bautizados con el Espíritu Santo.
"Y
les dijo: Id por todo el mundo y
predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no
creyere, será condenado. Y estas señales
seguirán a los que creen: En mi nombre
echarán fuera demonios; hablarán nuevas
lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera,
no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. Y
el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. Y
ellos, saliendo, predicaron en todas
partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales
que la seguían. Amén. " Marcos
16:15-20.
Podemos ver claramente que estas señales no serían
sólo para los discípulos, sino que
seguirían presentándose en, y por medio
de, los que creyeran "...estas señales seguirán a
los que creen..." y "...confirmando la palabra con las señales que la
seguían..."
Las expresiones son claras "...a los que creen..." y
"...los que creyesen en él..." no cuando creen o en el momento
que creen.
El Espíritu Santo está prometido por Dios para todos cuantos Dios
llamare, no sólo para los doce discípulos de Jesucristo. No menosprecie la
promesa del Padre, “...derramaré de mi Espíritu sobre toda carne...” “...sobre
toda carne...”; y “…para todos cuantos el Señor nuestro Dios llamare...”
"Pedro
les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de
Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu
Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para
todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare." Hechos 2:38-39.
Lo que varía es el tiempo. Usted encontrará que muchos por allí expresan
a los que van a una iglesia frases irresponsables como estas: si ya
creíste ya eres salvo, o desde el momento en que creíste ya eres salvo; cuando
creíste ya recibiste el Espíritu Santo o desde que creíste ya recibiste el
Espíritu Santo. Nada más irresponsable que estas frases, o quien utiliza
estas frases para engañar a las personas.
Si el Espíritu se recibe en el preciso momento de creer al
evangelio ¿porque dice la escritura que Dios le da el Espíritu a los que
le obedecen? Pues el que inicia creyendo debería terminar obedeciendo.
"Y
nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el
cual ha dado Dios a los que le obedecen." Hechos 5:32.
Si el Espíritu se recibe en el momento de creer al evangelio
¿porque dice que Dios da el Espíritu a los que se lo pidan?
"Pues
si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto
más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?" Lucas 11:13.
Es necesario ir a las palabras del profeta Joel, por medio de quien Dios
dio la promesa que derramaría de su Espíritu sobre toda carne; aun cuando no es
Joel el primero que habla de la promesa del Padre.
“Volveos a
mi reprensión; He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, Y os
haré saber mis palabras.” Proverbios 1:23.
"Y
después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán
vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros
jóvenes verán visiones." Joel 2:28.
La promesa de Dios es clara, es su Espíritu lo que derramará, no
promete derramarse él en persona ni en una manifestación espiritual, venir
a habitar en persona dentro de nadie; es una parte de él lo que viene al
creyente, un elemento que le pertenece a él, su Santo Espíritu. Por ser un
elemento es comparado con el agua, nuestro Señor Jesucristo dijo: …si alguno
tiene sed, venga a mí y beba…”
Si bien en este versículo en particular no se habla de ninguna
señal, ni el momento en que ocurrirá el bautismo, es nuestro Señor Jesucristo
quien da a conocer lo que acontecerá como consecuencia de la morada del
Espíritu de Dios en cada vida, y lo refiere como señal.
"Y estas
señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios;
hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren
cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y
sanarán." Marcos 16:17-18.
Es de resaltar que no habla de una señal única sino de varias señales
que se hacen de manifiesto en los que creen en el evangelio, y
tenga en cuenta que el evangelio predica a Jesucristo; tampoco
indica el momento en que se hará presente. Estas señales dan cuenta de que la
persona en quien se presentan estas señales previamente se ha producido el
bautismo con el Espíritu Santo y fuego; estas señales son producto del poder
que se manifiesta a través de la persona que ha sido bautizado con el Espíritu de
Dios.
No cabe duda de que el hablar en lengua y las demás señales, son
posterior y como consecuencia de la morada del Espíritu de Dios en una persona.
"Y
fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas,
según el Espíritu les daba que hablasen." Los Hechos 2:4.
Este hablar en lengua debe estar sujeto al operar del Espíritu ...según
el Espíritu les daba que hablasen...
¿Es el Espíritu Santo el pensamiento de Dios? No, claro que no; no
confunda el pensamiento con el Espíritu, ya que la escritura dice que el
Espíritu de Dios escudriña lo profundo de Dios.
"Pero
Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo
escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las
cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie
conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios." 1º de Corintios 2:10-11.
¿Qué es esto que es llamado las cosas del hombre y las cosas de Dios?
Estas cosas son sus pensamientos, los cuales son conocidos por el Espíritu. El
Espíritu conoce los pensamientos más los pensamientos no son el Espíritu. Los
pensamientos tienen profundidad, y es esta profundidad es la que escudriña el
espíritu. Los pensamientos son propios del alma y el espíritu escruta lo inescrutable.
"¡Oh
profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán
insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién
entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?" Romanos 11:33.34.
"Como
son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que
vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos."
Isaías 55:9.
Es absurdo pensar que en este texto Dios está comparando su Espíritu con
el nuestro, que su Espíritu sea más alto que el nuestro. Pensamiento es una
cosa y espíritu otra. Los pensamientos se generan en el alma, el espíritu
escudriña los pensamientos del alma.
Tenga en cuenta que el Espíritu de Dios hablará lo que oiga.
“Pero cuando
venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará
por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará
saber las cosas que habrán de venir.” Juan 16:13.
¿Qué es lo que va a oír? El pensamiento de Dios, lo que su alma dice;
por lo que queda descartado que el Espíritu sea el pensamiento de Dios.
Al ser bautizados, recibir el Espíritu de Dios, no se recibe un
pensamiento o una mente de Dios, se recibe un Espíritu, el Espíritu de Dios.
"Esto
dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún
no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado." Juan 7:39.
"Y
nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu
que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha
concedido," 1º de Corintios 2:12.
"Y el
que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos
que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado." 1º de Juan 3:24.
Dios prometió derramar su Espíritu no su pensamiento.
"Y
después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán
vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros
jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré
mi Espíritu en aquellos días." Joel
2:28-29.
"Volveos
a mi reprensión; He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, Y os
haré saber mis palabras." Proverbios 1:23.
"Y pondré
dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y
guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra." Ezequiel 36:27.
Podemos ver que las palabras de Dios no hacen referencia a un
pensamiento sino a su Espíritu, que hará morar dentro de alguien.
¿Recibió Jesucristo el Espíritu de Dios?
La promesa hecha por Dios es que sobre su sirvo Jesucristo pondría su
Santo Espíritu, y podemos ver que así ocurrió. Jesucristo fue bautizado con
Espíritu Santo y fuego.
"Y
reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de
inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de
temor de Jehová." Isaías 11:2.
No cabe duda de que Jesucristo fue lleno con el Espíritu de Dios. Pero,
si el Espíritu se recibe al momento de creer en el evangelio ¿En qué momento
creyó Jesucristo en el evangelio para recibir el Espíritu Santo?
Aun cuando podemos ver un conocimiento en Jesucristo, desde su niñez, que
demostraba una unción del Espíritu de Dios, antes de ser bautizado, a Juan el
bautista se le dijo:
"Y yo
no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo:
Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése
es el que bautiza con el Espíritu Santo." Juan
1:36.
"cómo Dios
ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste
anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque
Dios estaba con él." Hechos 10:38.
Las señales que le seguían daban testimonio de que Dios bautizó
a Jesucristo con el Espíritu Santo. Aun cuando Jesucristo creció en
conocimiento fue necesario que Dios le bautizará con el Espíritu Santo.
"Y
Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los
hombres." Lucas 2:42.
Al ser lleno del Espíritu de Dios aún la persona no conoce todo lo
relacionado a Dios. Es necesario que adquiera conocimiento. El conocimiento, lo
que Dios ha establecido, el pensamiento de Dios; esto va aumentando con el
acercamiento a Dios, hasta que lleguemos al conocimiento pleno, mientras
que el Espíritu no es dado por medida.
"a fin de perfeccionar a los santos para la obra del
ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta
que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a
un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de
Cristo;" Efesios 4:12-13.
"para
que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda
buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;" Colosenses 1:10.
"Porque
el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por
medida." Juan 3:34.
Luego de haber sido hechos participes de la Naturaleza Divina, haber sido
bautizados con el Espíritu de Dios, mire usted todo lo que es necesario añadir
a nuestras vidas; no espere agregarlas mientras vive en la corrupción del
mundo, primero debe huir de la corrupción y ser lleno del Espíritu de Dios.
“por medio
de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por
ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido
de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; vosotros
también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe
virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio
propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al
afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan,
no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro
Señor Jesucristo.” 2da Pedro 1:4-8.
Mientras el Espíritu no es dado por medida, el pensamiento de Dios es
revelado poco a poco, progresivamente, en la medida que crezcamos o porque
produzca un crecimiento en nosotros.
Cuando usted acepta el evangelio de salvación no recibe un
pensamiento, acepta una realidad, la única opción para escapar de la
muerte; contenidas en un conjunto de enseñanzas por la fe en Jesucristo que nos
llevan a una nueva manera de vivir; que se adquiere progresivamente, en la que
debemos crecer, que le traerá muchos beneficios.
"Porque
la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los
hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos
mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente," Tito 2:11-12.
"Porque
somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que
como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también
nosotros andemos en vida nueva." Romanos
6:4.
Las enseñanzas se aceptan y aprenden, el Espíritu se recibe. Las enseñanzas
son parte del pensamiento para que transformemos nuestra manera de vivir; el
Espíritu viene a morar, a vivir dentro de nosotros.
"Guarda
el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros." 2º de Timoteo 1:14.
¿No sabéis
que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?" 1º de Corintios 3:16.
En aquello que llegan a ser templos de Dios, en ellos Dios hace morar su
Santo Espíritu. Usted no es templo porque tiene el Espíritu Santo, sino que primero
es templo de Dios y entonces Dios hace morar su Espíritu en su templo; se llega
a ser templo al huir de la corrupción del mundo.
Al recibir el Espíritu Santo no se recibe a Dios sino a su
Santo Espíritu, el Espíritu de Dios; aunque el que recibe al enviado
recibe al que le envió, recuerde que el Espíritu Santo es enviado.
"Porque
no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que
habla en vosotros." Mateo 10:20.
“A éstos se
les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que
ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el
Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los
ángeles.” 1ra Pedro 1:12.
¿Recibisteis el Espíritu cuando creísteis? Con esta pregunta el Apóstol
Pablo interroga a un grupo de creyentes para saber si tenían o no el Espíritu
Santo. Pablo sabía que ya habían creído, por eso le dice "...cuando
creísteis..." También nos deja ver que si no lo habían recibido al
creer entonces lo debían recibir. ¿pero acaso todos los que creen, cuando creen
no reciben el Espíritu Santo? No; no se recibe el Espíritu Santo al mismo
tiempo, se recibe después de haber creído en Jesucristo.
"Aconteció
que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer
las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos,
les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le
dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Entonces dijo: ¿En
qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan.
Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al
pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús
el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor
Jesús. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el
Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. Eran por todos
unos doce hombres." Hechos 19:1-7.
Pablo hace el énfasis en que el mensaje de Juan fue que creyeran en el
que vendría después de él; esto es en Jesucristo. Es necesario creer en
Jesucristo, y luego les bautizó. Pasó un tiempo, no dice cuanto, pero el
suficiente como para bautizarles, desde que le predicó de Jesucristo hasta que
impuso las manos sobre ellos para que recibieran el Espíritu Santo. La pregunta
de Pablo también deja claro que no les preguntó si habían recibido a Dios, ni
tampoco si habían recibido a Jesucristo, sino que si habían recibido el Espíritu
Santo. La respuesta de ellos deja de manifiesto que no se refería Pablo ni a
Dios ni a su Hijo Jesucristo: "...Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu
Santo..." ¿que estaban diciendo? ¿que no les habían hablado de Dios? No;
lo que no habían oído hablar era de su Santo Espíritu, del Espíritu de Dios; el
Espíritu del que muchos aún hoy no han escuchado hablar, y no lo reciben porque
no lo conocen; divagan entre una mente, un poder, un dios, porque ni siquiera
saben si hay Espíritu Santo.
"el
Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve,
ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y
estará en vosotros." Juan 14:17.
Es de resaltar que cuando estas personas fueron llenas
del Espíritu Santo, no solo hablaron en lenguas, sino que también profetizaban.
Así que no espere sólo la señal de hablar en lengua, también pueden profetizar.