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¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando Creísteis?


 Hechos 19:2.

"les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo."

Entre los grupos de cristianos que creen en el Espíritu Santo, pues hay quienes no creen en el Espíritu Santo, ha sido difícil ponerse de acuerdo en quien o que es el Espíritu de Dios; encontrando que las enseñanzas van desde un poder (El poder de Dios), o una persona (la tercera persona de la trinidad), o Dios mismo (Dios en una manifestación espiritual no corpórea), o un pensamiento o una mente (la mente o pensamiento de Dios) o simplemente un Espíritu (el Espíritu de Dios, propio, perteneciente a Dios, su Espíritu).  Esto trae como consecuencia que a la hora de hablar de cómo y cuándo se recibe el Espíritu de Dios suscita también controversia. Así el cuándo y el cómo se recibe va a depender de la creencia de quien o que es el Espíritu Santo para cada uno.

Si tomamos en cuenta el momento en el que se recibe el Espíritu Santo, nos encontramos con los que piensan que se recibe en el preciso momento en que la persona se arrepiente y cree en el evangelio, junto con el creer, mientras que para otros se recibe después de creer. Para los que creen que se recibe de una vez no está de por medio una señal o demostración de haberlo recibido, mientras que los que creen que ocurre después están a la expectativa de una señal que les indique el momento en que fue lleno con el Espíritu.

Los que piensan que al momento de creer en el evangelio se recibe el Espíritu usan este texto:

"En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado." Juan 7:37-39.

Se basan en la expresión "...el espíritu que habían de recibir los que creyesen en él...", para decir que si usted cree en Jesucristo inmediatamente ya recibió el Espíritu Santo, junto con creer; esto no es verdad del todo. Esto está hablando de una promesa que se haría efectiva en los que creyesen en Jesucristo, después de creer en él. Los que creyesen en Jesucristo recibirán el Espíritu, pero no significa que es en el momento que crean ya recibieron el Espíritu. Mas aún, hace el énfasis en que es una promesa para los que creen en Jesucristo:"...El que cree en mí..."

Los que creen que se recibe el Espíritu al momento de creer en el evangelio minimizan el evento de ser bautizados con el Espíritu Santo con el propósito de calmar la angustia que les causa el hecho de saber que aún no han recibido el Espíritu; cuando lo que deben hacer es pedirlo a Dios quien lo dará abundantemente, pero para esto hay que tener sed: “…si alguno tiene sed, venga a mí y beba…”. Por el hecho de que ellos creen haberlo ya recibido, al momento de creer en el evangelio, y así lo declaran, dan por sentado que no es necesario que se presenten pruebas de estar llenos del Espíritu y aún más niegan la obra del Espíritu a través del creyente. No se engañe, ni pretenda engañar a otros.

Si el Espíritu Santo se recibe al momento de creer en el evangelio ¿Por qué el mago que bautizo Felipe no había recibido el Espíritu?

"Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito." Hechos 8:12-13.

Pero vemos que no sólo creyó Simón sino muchos otros ¿Por qué no recibieron el Espíritu en el mismo instante cuando creyeron al evangelio que les predicaba Felipe?

"...Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres..."

Podemos ver que aun cuando Simón el Mago era contado con los que habían creído, pues dice que "...también creyó Simón...", aún tenía un gran problema, lo que con nuestra vista material no podemos ver y que Pedro nos los da a conocer:

"Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón; porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás." Hechos 8:22-23.

¿Por qué no había recibido el Espíritu Santo el Mago Simón? Aunque había creído al evangelio aun había problema en su corazón; ¿Pudiese esto extrapolarse al resto de los que habían creído de ese grupo? No es bueno generalizar la condición del corazón, quizá pudiesen ser otras condiciones diferentes, lo que si es cierto es que ninguno de ellos había recibido el Espíritu Santo en el momento que creyeron, pues vemos que, habiendo creído y después de bautizarse en el nombre de Jesús, por la imposición de manos de Pedro y Juan entonces recibieron el Espíritu Santo. Simplemente nos debe llamar la atención que por haber creído al evangelio no significa que una persona ya recibió el Espíritu Santo, y esto aplica aún para nuestros días. No se crea el cuento de que ya lo recibió porque creyó al evangelio; Crea en el Señor Jesucristo y pídale a Dios que le bautice con su Santo Espíritu y él se encargará que usted dé muestra de haber sido bautizado; y no hablo solo de lenguas, espere como mínimo el fruto del Espíritu de Dios en su vida.

"Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley." Gálatas 5:22-23.

¿Que por qué digo no sólo lenguas? Porque hay muchos que han imitado las lenguas y por eso no dan el verdadero fruto del Espíritu, porque algunos usan las lenguas para aparentar una vida de santidad ante los que les rodean, porque somos llamados a probar los espíritus si son de Dios, porque por sus frutos los conoceréis, porque hay muchos engañadores, muchos Simones dentro de las Iglesias que no tienen parte ni suerte en este asunto porque su corazón no es recto delante de Dios. ¿Ya usted habló en lenguas? Que bueno, ahora espere el fruto del Espíritu de Dios en su vida; no pretenda hablar en lenguas y mantener una vida desordenada dentro de la iglesia pensando que puede engañar a Dios.

Los que cree que el Espíritu Santo se recibe al creer al evangelio, también utilizan el siguiente versículo para apoyarse, ya que hay una versión de la biblia que les hace creer eso; pero no se dan a la tarea de leer el contexto.

"En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa," Efesios 1:13.

Analicemos esta escritura tomando en cuenta el contexto: primero, dice ...habiendo creído en él... y no ...en el momento que crees en él... o ...al creer en él... Dice claramente "...habiendo creído..." y esto hace referencia a un pasado, participio pasado; indica que ya creyó, por lo que antes de recibir el Espíritu Santo es necesario primero creer.

Segundo, cuando dice “...habiendo creído en él...” ¿A quién o qué está haciendo referencia, a alguien o a algo? Está haciendo referencia a alguien, haber creído en alguien, en Jesucristo, después que Jesucristo fuese glorificado por el Padre, tal y como viene hablando desde los versículos anteriores; como también lo comprueba la escritura:

"El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado." Juan 7:38-39.

Al creer en Jesucristo recibimos arrepentimiento para perdón de pecados y se nos concede el don del Espíritu Santo. Esto es evidente en la predicación de Pedro en casa de Cornelio. El mensaje que llevó Pedro fue para que creyeran en Jesucristo y Dios les concedió el recibir el Espíritu Santo.

"De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre. Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios." Hechos 10:43-46. 

"Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: ¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!" Hechos 11:18.

Este es el mensaje que se debe creer y predicar:

"testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo." Hechos 20:21.

Al obedecer a esta solicitud, arrepentimiento para con Dios y creer en nuestro Señor Jesucristo, se está obedeciendo a Dios; y a los que obedecen, Dios les da el Espíritu Santo.

Entonces no está refiriéndose a algo, al evangelio, sino a alguien, a Jesucristo. El algo habla del él, alguien en quien debemos creer; el evangelio habla de Jesucristo, en quien debemos creer.

Es triste, pero es una realidad, que hay muchos que han pretendido recibir el Espíritu de Dios por sus propios medios, y encuentran quien les haga creer que ya lo recibieron por haber hecho una imitación de lo genuino; incluso les hacen creer que el Espíritu de Dios es la mente o pensamiento de Dios que se recibe en el momento que se recibe el evangelio. Pasar de imitar las lenguas a creer que el Espíritu es el pensamiento de Dios es pasar de un engaño a otro. Los que piensan que el Espíritu de Dios es la mente de Dios llegan a creer que lo recibieron cuando se arrepintieron, nada más alejado de la realidad.

Pensar que el Espíritu Santo se recibe solo por creer el evangelio es contradecir las palabras de Jesús, quien dijo que habría señales como resultado de haber sido bautizados con el Espíritu Santo.

"Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios. Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén. " Marcos 16:15-20.

Podemos ver claramente que estas señales no serían sólo para los discípulos, sino que seguirían presentándose en, y por medio de, los que creyeran "...estas señales seguirán a los que creen..." y "...confirmando la palabra con las señales que la seguían..."

Las expresiones son claras "...a los que creen..." y "...los que creyesen en él..."  no cuando creen o en el momento que creen.

El Espíritu Santo está prometido por Dios para todos cuantos Dios llamare, no sólo para los doce discípulos de Jesucristo. No menosprecie la promesa del Padre, “...derramaré de mi Espíritu sobre toda carne...” “...sobre toda carne...”; y “…para todos cuantos el Señor nuestro Dios llamare...”

"Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.Hechos 2:38-39.

Lo que varía es el tiempo. Usted encontrará que muchos por allí expresan a los que van a una iglesia frases irresponsables como estas: si ya creíste ya eres salvo, o desde el momento en que creíste ya eres salvo; cuando creíste ya recibiste el Espíritu Santo o desde que creíste ya recibiste el Espíritu Santo. Nada más irresponsable que estas frases, o quien utiliza estas frases para engañar a las personas.

Si el Espíritu se recibe en el preciso momento de creer al evangelio ¿porque dice la escritura que Dios le da el Espíritu a los que le obedecen? Pues el que inicia creyendo debería terminar obedeciendo.

"Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen."  Hechos 5:32.

Si el Espíritu se recibe en el momento de creer al evangelio ¿porque dice que Dios da el Espíritu a los que se lo pidan?

"Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?" Lucas 11:13.

Es necesario ir a las palabras del profeta Joel, por medio de quien Dios dio la promesa que derramaría de su Espíritu sobre toda carne; aun cuando no es Joel el primero que habla de la promesa del Padre.

“Volveos a mi reprensión; He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, Y os haré saber mis palabras.” Proverbios 1:23.

"Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones." Joel 2:28.

La promesa de Dios es clara, es su Espíritu lo que derramará, no promete derramarse él en persona ni en una manifestación espiritual, venir a habitar en persona dentro de nadie; es una parte de él lo que viene al creyente, un elemento que le pertenece a él, su Santo Espíritu. Por ser un elemento es comparado con el agua, nuestro Señor Jesucristo dijo: …si alguno tiene sed, venga a mí y beba…”

Si bien en este versículo en particular no se habla de ninguna señal, ni el momento en que ocurrirá el bautismo, es nuestro Señor Jesucristo quien da a conocer lo que acontecerá como consecuencia de la morada del Espíritu de Dios en cada vida, y lo refiere como señal.

"Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán." Marcos 16:17-18.

Es de resaltar que no habla de una señal única sino de varias señales que se hacen de manifiesto en los que creen en el evangelio, y tenga en cuenta que el evangelio predica a Jesucristo; tampoco indica el momento en que se hará presente. Estas señales dan cuenta de que la persona en quien se presentan estas señales previamente se ha producido el bautismo con el Espíritu Santo y fuego; estas señales son producto del poder que se manifiesta a través de la persona que ha sido bautizado con el Espíritu de Dios.

No cabe duda de que el hablar en lengua y las demás señales, son posterior y como consecuencia de la morada del Espíritu de Dios en una persona.

"Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen." Los Hechos 2:4.

Este hablar en lengua debe estar sujeto al operar del Espíritu ...según el Espíritu les daba que hablasen...

¿Es el Espíritu Santo el pensamiento de Dios? No, claro que no; no confunda el pensamiento con el Espíritu, ya que la escritura dice que el Espíritu de Dios escudriña lo profundo de Dios.

"Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios." 1º de Corintios 2:10-11.

¿Qué es esto que es llamado las cosas del hombre y las cosas de Dios? Estas cosas son sus pensamientos, los cuales son conocidos por el Espíritu. El Espíritu conoce los pensamientos más los pensamientos no son el Espíritu. Los pensamientos tienen profundidad, y es esta profundidad es la que escudriña el espíritu. Los pensamientos son propios del alma y el espíritu escruta lo inescrutable.

"¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?" Romanos 11:33.34.

"Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos." Isaías 55:9.

Es absurdo pensar que en este texto Dios está comparando su Espíritu con el nuestro, que su Espíritu sea más alto que el nuestro. Pensamiento es una cosa y espíritu otra. Los pensamientos se generan en el alma, el espíritu escudriña los pensamientos del alma.

Tenga en cuenta que el Espíritu de Dios hablará lo que oiga.

“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.” Juan 16:13.

¿Qué es lo que va a oír? El pensamiento de Dios, lo que su alma dice; por lo que queda descartado que el Espíritu sea el pensamiento de Dios.

Al ser bautizados, recibir el Espíritu de Dios, no se recibe un pensamiento o una mente de Dios, se recibe un Espíritu, el Espíritu de Dios.

"Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado." Juan 7:39.

"Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido," 1º de Corintios 2:12.

"Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado." 1º de Juan 3:24.

Dios prometió derramar su Espíritu no su pensamiento.

"Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días." Joel 2:28-29.

"Volveos a mi reprensión; He aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, Y os haré saber mis palabras." Proverbios 1:23.

"Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra." Ezequiel 36:27.

Podemos ver que las palabras de Dios no hacen referencia a un pensamiento sino a su Espíritu, que hará morar dentro de alguien.

¿Recibió Jesucristo el Espíritu de Dios?

La promesa hecha por Dios es que sobre su sirvo Jesucristo pondría su Santo Espíritu, y podemos ver que así ocurrió. Jesucristo fue bautizado con Espíritu Santo y fuego.

"Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová." Isaías 11:2.

No cabe duda de que Jesucristo fue lleno con el Espíritu de Dios. Pero, si el Espíritu se recibe al momento de creer en el evangelio ¿En qué momento creyó Jesucristo en el evangelio para recibir el Espíritu Santo?

Aun cuando podemos ver un conocimiento en Jesucristo, desde su niñez, que demostraba una unción del Espíritu de Dios, antes de ser bautizado, a Juan el bautista se le dijo:

"Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo." Juan 1:36.

"cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él." Hechos 10:38.

Las señales que le seguían daban testimonio de que Dios bautizó a Jesucristo con el Espíritu Santo. Aun cuando Jesucristo creció en conocimiento fue necesario que Dios le bautizará con el Espíritu Santo.

"Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres." Lucas 2:42.

Al ser lleno del Espíritu de Dios aún la persona no conoce todo lo relacionado a Dios. Es necesario que adquiera conocimiento. El conocimiento, lo que Dios ha establecido, el pensamiento de Dios; esto va aumentando con el acercamiento a Dios, hasta que lleguemos al conocimiento pleno, mientras que el Espíritu no es dado por medida.

"a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;" Efesios 4:12-13.

"para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;" Colosenses 1:10.

"Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida." Juan 3:34.

Luego de haber sido hechos participes de la Naturaleza Divina, haber sido bautizados con el Espíritu de Dios, mire usted todo lo que es necesario añadir a nuestras vidas; no espere agregarlas mientras vive en la corrupción del mundo, primero debe huir de la corrupción y ser lleno del Espíritu de Dios.

“por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.” 2da Pedro 1:4-8.

Mientras el Espíritu no es dado por medida, el pensamiento de Dios es revelado poco a poco, progresivamente, en la medida que crezcamos o porque produzca un crecimiento en nosotros.

Cuando usted acepta el evangelio de salvación no recibe un pensamiento, acepta una realidad, la única opción para escapar de la muerte; contenidas en un conjunto de enseñanzas por la fe en Jesucristo que nos llevan a una nueva manera de vivir; que se adquiere progresivamente, en la que debemos crecer, que le traerá muchos beneficios.

"Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente," Tito 2:11-12.

"Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva." Romanos 6:4.

Las enseñanzas se aceptan y aprenden, el Espíritu se recibe. Las enseñanzas son parte del pensamiento para que transformemos nuestra manera de vivir; el Espíritu viene a morar, a vivir dentro de nosotros.

"Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros." 2º de Timoteo 1:14.

¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?" 1º de Corintios 3:16.

En aquello que llegan a ser templos de Dios, en ellos Dios hace morar su Santo Espíritu. Usted no es templo porque tiene el Espíritu Santo, sino que primero es templo de Dios y entonces Dios hace morar su Espíritu en su templo; se llega a ser templo al huir de la corrupción del mundo.

Al recibir el Espíritu Santo no se recibe a Dios sino a su Santo Espíritu, el Espíritu de Dios; aunque el que recibe al enviado recibe al que le envió, recuerde que el Espíritu Santo es enviado.

"Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros." Mateo 10:20.

“A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles.” 1ra Pedro 1:12.

¿Recibisteis el Espíritu cuando creísteis? Con esta pregunta el Apóstol Pablo interroga a un grupo de creyentes para saber si tenían o no el Espíritu Santo. Pablo sabía que ya habían creído, por eso le dice "...cuando creísteis..."  También nos deja ver que si no lo habían recibido al creer entonces lo debían recibir. ¿pero acaso todos los que creen, cuando creen no reciben el Espíritu Santo? No; no se recibe el Espíritu Santo al mismo tiempo, se recibe después de haber creído en Jesucristo.

"Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos, les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. Eran por todos unos doce hombres." Hechos 19:1-7.

Pablo hace el énfasis en que el mensaje de Juan fue que creyeran en el que vendría después de él; esto es en Jesucristo. Es necesario creer en Jesucristo, y luego les bautizó. Pasó un tiempo, no dice cuanto, pero el suficiente como para bautizarles, desde que le predicó de Jesucristo hasta que impuso las manos sobre ellos para que recibieran el Espíritu Santo. La pregunta de Pablo también deja claro que no les preguntó si habían recibido a Dios, ni tampoco si habían recibido a Jesucristo, sino que si habían recibido el Espíritu Santo. La respuesta de ellos deja de manifiesto que no se refería Pablo ni a Dios ni a su Hijo Jesucristo: "...Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo..." ¿que estaban diciendo? ¿que no les habían hablado de Dios? No; lo que no habían oído hablar era de su Santo Espíritu, del Espíritu de Dios; el Espíritu del que muchos aún hoy no han escuchado hablar, y no lo reciben porque no lo conocen; divagan entre una mente, un poder, un dios, porque ni siquiera saben si hay Espíritu Santo. 

"el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros." Juan 14:17.

Es de resaltar que cuando estas personas fueron llenas del Espíritu Santo, no solo hablaron en lenguas, sino que también profetizaban. Así que no espere sólo la señal de hablar en lengua, también pueden profetizar.

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