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No he venido para abrogar, sino para cumplir

 


No he venido para abrogar, sino para cumplir.

Mateo 5:17

“No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.”

Este ha sido por mucho, en el ámbito cristiano, un texto que causa polémica; puesto que es utilizado por algunos para procurar que los creyentes en Cristo Jesús, participantes de la salvación por la gracia de Dios en Jesús el Cristo, guarden y practiquen las costumbres judías como parte de las cosas necesarias para la salvación; so pretexto de que allí dice que Jesucristo no vino para abrogar, sino para cumplir. Para ellos,  como Jesucristo no vino a abolir la ley de Moisés, es necesario guardarla junto con las fiestas, ritos y tradiciones judías. Pero, qué es lo que dice la escritura cuando hace referencia de:

"No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir." Mateo 5:17.

La expresión "...no he venido para abrogar, sino para cumplir..."deja claro que Jesucristo no vino para dejar sin efecto la ley de Moisés y sus mandamientos; pero esto es porque ya no era necesario abrogarla.

Ciertamente el propósito de haber venido el Señor Jesucristo al mundo fue principalmente a buscar las ovejas perdidas de la casa de Israel, eran ovejas perdidas, apartadas le Dios; vino a traerles en mensaje que Dios les envió.

"El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel." Mateo 15:24. 

"Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos." Hechos 10:36.

Son estas mismas ovejas perdidas las que no terminan de ubicarse en el tiempo que estamos viviendo, por no haber entendido el tiempo de su visitación, y pretenden arrastrar a los  creyentes a su desubicación.

"Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán, y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación." Lucas 19:43-44.

La expresión "...no he venido para abrogar, sino para cumplir..." está directamente relacionada a todo lo que, Moisés en la ley y el resto de los profetas, habían dicho de él.

Jesucristo no vino para eliminar o dejar sin efecto lo que de él dice la ley y los profetas, por eso no vino a abolir o abrogar; sino para que se cumpliera lo que de él está escrito, en la ley y los profetas, por esto dijo que vino a cumplir; aunque ellos, como algunos hoy, se sienten amenazados por sentir que sus tradiciones han venido a ser tenidas a menos. Repito, Jesucristo no vino para abolir o abrogar lo que la ley o los profetas dijeron de él, no le era necesario, sino que vino dando cumplimiento a lo que se había dicho de él, todo lo que haría y lo que harían con él.

"Porque os digo que es necesario que se cumpla todavía en mí aquello que está escrito: Y fue contado con los inicuos; porque lo que está escrito de mí, tiene cumplimiento.” Lucas 22:37.

“Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos." Lucas 24:44.

Jesucristo cumplió lo que dice de él la ley y los profetas, no solo al hacer la obra que Dios le encomendó como su siervo, sino al demostrar que era él de quien había hablado los profetas.

"Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese." Juan 17:4.

"y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno.” Mateo 2:23. 

"y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí, para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, Camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles;  El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; Y a los asentados en región de sombra de muerte, Luz les resplandeció. Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias." Mateo 4:13-16.

"Todo esto habló Jesús por parábolas a la gente, y sin parábolas no les hablaba; para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo: Abriré en parábolas mi boca; Declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo." Mateo 13:34-35.

"Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo: Decid a la hija de Sion: He aquí, tu Rey viene a ti, Manso, y sentado sobre una asna, Sobre un pollino, hijo de animal de carga." Mateo 21:4-5.

Sirvan estos versículos como ejemplo de que Jesucristo cumplió todo lo que de él estaba dicho, no lo abrogó.

También los israelitas cumplieron lo que dice la ley y los profetas de ellos, aun cuando no guardaban los diez mandamientos, en especial el que ordena "no mataras". Al no reconocer al siervo de Dios y ser los verdugos de Jesucristo, los que le crucificaron, dieron fiel cumplimiento a lo dicho por la ley y los profetas.

"Porque los habitantes de Jerusalén y sus gobernantes, no conociendo a Jesús, ni las palabras de los profetas que se leen todos los días de reposo, las cumplieron al condenarle." Hechos 13:27.

Pero, por el empeño de algunos, en procurar demostrar con este texto, de que es necesario guardar la ley del pacto con Moisés en el monte Sinaí, no toman en cuenta que ocurrió con este pacto.

No se puede invalidar lo que ya había sido invalidado

Ciertamente el pacto con Moisés, y sus respectivas leyes, fueron invalidadas, y no fue Jesucristo quien invalidó los mandamientos de la ley dados en el pacto; ya los israelitas se habían encargado de hacerlo, al invalidarlos con sus tradiciones. Así se lo señaló el Señor Jesucristo:

"Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición." Marcos 7:9.

"¿No os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros cumple la ley? ¿Por qué procuráis matarme?" Juan 7:19.

De esta manera los israelitas daban cumplimento a lo que Dios dijo por boca de Moisés:

"Porque yo les introduciré en la tierra que juré a sus padres, la cual fluye leche y miel; y comerán y se saciarán, y engordarán; y se volverán a dioses ajenos y les servirán, y me enojarán, e invalidarán mi pacto." Deuteronomio 31:20.

Así confirmó Dios por boca de Jeremías que ya los israelitas habían logrado invalidar el pacto:

"No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová." Jeremías 31:32. 

El profeta Jeremías, muchos años antes de la venida de Jesucristo, afirma que Dios dijo que los Israelitas ya habían invalidado el pacto.

Pretender que, cuando vino Jesucristo al mundo, no estaba ya invalidado el pacto de Moisés, y con él las leyes de este pacto, es no querer ver la realidad; incluso querer atribuirle a Jesucristo la invalidez del pacto de Moisés o que fue Jesucristo quien lo invalido, es no ser justo con el pueblo de Israel. Hay que darle el merito al pueblo de Israel por haber logrado invalidar el pacto y sus leyes; pero, no me mal entienda. No porque esté invalidado el pacto significa que los mandamientos que contenía ese pacto eran malos, no; ciertamente son buenos, pero tenga presente que ya no son vigentes dentro del pacto actual, puesto que el pacto al que pertenecen fue invalidado.

"De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno." Romanos 7:12.

Que lamentable que los israelitas no obedecieron a la ley de Dios para ponerla por obra, antes le dieron la espalda a Dios al servir a Dioses ajenos, de esta manera quedó invalidado el pacto; sin embargo, por su transgresión vino la salvación para nosotros los gentiles.

"Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos." Romanos 11:11.

¿Que está ocurriendo al insistir en permanecer en la ley de Moisés?

Las cosas que están escritas en la Biblia, para nuestra enseñanza están escritas. Así encontramos un relato en las escrituras que ejemplifica lo que está ocurriendo con el pueblo de Israel, y en especial con los judaizantes. Por no haber obedecido a Dios cuando tuvieron la oportunidad, en el momento que debieron hacerlo, Dios se desentendió de ellos. Querer ahora hacer lo que Dios les había pedido que hicieran pero no hicieron, y mas aun a troche y moche, imponiéndolo como valido y pretendiendo que están agradando a Dios, es un error mayor que el primero. Mire este ejemplo de cuando Dios les mandó a tomar posesión de la tierra prometida.

"Entonces os dije: No temáis, ni tengáis miedo de ellos. Jehová vuestro Dios, el cual va delante de vosotros, él peleará por vosotros, conforme a todas las cosas que hizo por vosotros en Egipto delante de vuestros ojos. Y en el desierto has visto que Jehová tu Dios te ha traído, como trae el hombre a su hijo, por todo el camino que habéis andado, hasta llegar a este lugar. Y aun con esto no creísteis a Jehová vuestro Dios, quien iba delante de vosotros por el camino para reconoceros el lugar donde habíais de acampar, con fuego de noche para mostraros el camino por donde anduvieseis, y con nube de día. Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras, y se enojó, y juró diciendo: No verá hombre alguno de estos, de esta mala generación, la buena tierra que juré que había de dar a vuestros padres, excepto Caleb hijo de Jefone; él la verá, y a él le daré la tierra que pisó, y a sus hijos; porque ha seguido fielmente a Jehová. También contra mí se airó Jehová por vosotros, y me dijo: Tampoco tú entrarás allá. Josué hijo de Nun, el cual te sirve, él entrará allá; anímale, porque él la hará heredar a Israel. Y vuestros niños, de los cuales dijisteis que servirían de botín, y vuestros hijos que no saben hoy lo bueno ni lo malo, ellos entrarán allá, y a ellos la daré, y ellos la heredarán. Pero vosotros volveos e id al desierto, camino del Mar Rojo. Entonces respondisteis y me dijisteis: Hemos pecado contra Jehová; nosotros subiremos y pelearemos, conforme a todo lo que Jehová nuestro Dios nos ha mandado. Y os armasteis cada uno con sus armas de guerra, y os preparasteis para subir al monte. Y Jehová me dijo: Diles: No subáis, ni peleéis, pues no estoy entre vosotros; para que no seáis derrotados por vuestros enemigos. Y os hablé, y no disteis oído; antes fuisteis rebeldes al mandato de Jehová, y persistiendo con altivez subisteis al monte. Pero salió a vuestro encuentro el amorreo, que habitaba en aquel monte, y os persiguieron como hacen las avispas, y os derrotaron en Seir, hasta Horma. Y volvisteis y llorasteis delante de Jehová, pero Jehová no escuchó vuestra voz, ni os prestó oído." Deuteronomio 1:29-45.

Podemos ver claramente como el pueblo hizo enojar a Dios al no querer tomar posesión de la tierra que Dios les estaba dando porque creyeron que no podrían vencer a los moradores de esas tierras. Con esto hicieron enojar a Dios y él les cambia la orden. Ya no deben ir a pelear sino volverse al desierto, pero ellos se empeñaron en hacer lo que no quisieron hacer cuando Dios se los ordenó, y por mas que Dios les advirtió que no subieran a pelear, porque ya no tendrían el respaldo de Dios, y se habían quedado solos, ellos fueron, con su propia fuerza, pelearon y salieron derrotados, porque estaban fuera de la voluntad de Dios.

El hecho de que pueblo de Israel se apartarse de Dios, y de no haber conocido el tiempo de su visitación, trajo como consecuencia que Dios diera la oportunidad a los gentiles para alcanzar la salvación, por medio de la fe en Jesucristo, bajo un nuevo pacto. El querer permanecer en el pacto anterior no hace más que conseguir quedarse solos, sin la aprobación ni la compañía de Dios. No quisieron darse cuenta, o no han querido darse cuenta, que hubo un cambio, y en parte es por el endurecimiento de sus corazones a causa de haberse apartado de Dios.

"Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles;" Romanos 11:25.

Los profetas hablaron de que Dios establecería un nuevo pacto, diferente al de Moisés ¿Por qué no acusaron a los profetas, que fueron antes de Jesucristo, de abolir el pacto y la ley de Moisés? La razón principal es que fueron tardos para oír lo que los profetas dijeron; fueron duros de corazón para obedecer a Dios. Y ¿Por qué si acusaron a Jesucristo de invalidar el pacto y la ley de Moisés? Porque buscaron ocasión para señalar a Jesucristo como pecador, procuraban que el pueblo no fuese tras él.

"Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían." Lucas 24:25-27.

"¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros." Hechos 7:51.

"Y los principales sacerdotes y todo el concilio buscaban testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte; pero no lo hallaban." Marcos 14:55. 

La ley y los profetas establecían que vendría Jesucristo y con su venida se iniciaba un nuevo pacto, eso también tuvo cumplimiento; con Jesucristo se establece un  nuevo pacto.

"He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá." Jeremías 31:31.

"porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados." Mateo 26:28. 

"De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama." Lucas 22:20. 

También es necesario recalcar que los mandamientos de la Ley de Moisés fueron estatutos transitorios, añadidos a causa de los transgresores del pacto que hizo Dios con Abraham y su descendencia, hasta que viniese Jesucristo.

"Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de ángeles en mano de un mediador." Gálatas 3:19. 

Así que, de todas maneras, esos mandamientos transitorios tendrían fin con el inicio del nuevo pacto, aunque los israelitas no lo hubiesen invalidado. El Apóstol Pablo nos dice que estaba vigente "...hasta que viniese la simiente..." que había sido nombrada cuando se le hicieron a Abraham las promesas.

Entonces, ya sea porque los israelitas los invalidaron o por la venida de la Simiente, por ambos casos queda invalidado el pacto y la ley de Moisés para establecerse un nuevo y mejor pacto, con mejores promesas.

"Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas." Hebreos 8:6.

Mire las palabras que le dijo el Señor Jesucristo a unos fariseos:

"Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación. La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él." Lucas 16:15-16.

De igual modo, es necesario recordar que los mandamientos de Dios son leyes, todo lo que Dios ordena que se haga es ley, pero establece las condiciones y el tiempo que estará en vigencia. Antes del Pacto de Dios con Moisés y el pueblo, ya Dios había establecido un pacto con Abraham, con leyes y promesas. Esto lo podemos ver en las palabras de Dios a Isaac, hijo de Abraham:

"Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente, por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes." Génesis 26:4-5.

"Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo: He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes." Génesis 17:3-4.

De manera que este pacto, y estas promesas, hechas con Abraham ante que el pacto y la ley de Moisés,  no fueron invalidadas por el pacto con Moisés, por cuanto Abraham fue fiel y cumplió el pacto; por lo que Dios levantó de su descendencia a uno de su simiente para bendecir a todos las familias de la tierra.

"Vosotros sois los hijos de los profetas, y del pacto que Dios hizo con nuestros padres, diciendo a Abraham: En tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra." Hechos 3:25.

"Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa." Gálatas 3:17.

Este pacto con Abraham no fue abrogado. Este pacto es conocido como el pacto por la fe, la fe de Abraham.

"Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros." Romanos 4:16.

En el nuevo testamento, el nuevo pacto es conocido como la ley de Cristo o ley del Espíritu de vida.

"a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley." 1º de Corintios 9:21.

"Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo." Gálatas 6:2.

"Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte." Romanos 8:2. 

Pero también está escrito que ni una jota ni una tilde pasará de la ley, ¿a que de refiere?

"Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos." Mateo 5:18-19.

Lamentablemente, la gran mayoría piensa que la ley son diez mandamientos, que gran error. En la ley no sólo hay diez mandamientos; ordenanzas estas a través de las que se buscaba la justificación.  Por medio de la ley y los profetas Dios dio a conocer eventos futuros, que no son ordenanzas sino profecías y promesas que tienen cumplimiento. Todas las ordenanzas de la Ley de Moisés, por medio de las cuales se debía conseguir la justificación, quedaron fuera del nuevo pacto, están abolidas, no por ser malas, sino por ineficaz y porque se introdujo una mejor esperanza.

"Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia (pues nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios." Hebreos 7:18-19.

De igual modo, todas las promesas y profecías dadas por medio de la ley y los profetas tienen cumplimiento para los que fueron fieles; gozando incluso nosotros hoy los beneficios alcanzados por los que fueron fieles a Dios como lo fue Abraham. Dios determinó que la justificación en el nuevo pacto sea hecha por medio de Jesucristo.

"Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de pecados, y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree." Hechos 13:38-39.

"Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas;  la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,  siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,  con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús." Romanos 3:21-26.

Aun más, el apóstol Pablo nos aclara que la ley será usada para juzgar a los que vivieron bajo la ley, por lo que tiene vigencia para poder ser la regla con la que se hará el juicio.

"Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados;  porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados. Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos,  mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio." Romanos 2:12-16.

Y es que, poner nuestra fe en Jesucristo, esperar en él, es algo que ya Dios había determinado por medio de Moisés y los profetas, así que al creer en Jesucristo estamos cumpliendo lo establecido por Dios.

"Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare. Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta." Deuteronomio 18:18-19.

"para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo:  He aquí mi siervo, a quien he escogido; Mi Amado, en quien se agrada mi alma; Pondré mi Espíritu sobre él, Y a los gentiles anunciará juicio.  No contenderá, ni voceará, Ni nadie oirá en las calles su voz.  La caña cascada no quebrará, Y el pábilo que humea no apagará, Hasta que saque a victoria el juicio.  Y en su nombre esperarán los gentiles." Mateo 12:17-21.

De manera que se seguirá cumpliendo todo lo que fue dicho por Moisés y los profetas, independientemente de que la justificación ya no es por las obras de la ley, y aun cuando ahora estamos en la Ley de Cristo, la ley del espíritu de vida, que nos libra de la ley del pecado y de la muerte. 

"Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu." Romanos 8:2-4.

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