El postrer Adán
1º de Corintios 15:45.
"Así
también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer
Adán, espíritu vivificante."
En
la Biblia encontramos el relato de la creación de dos Adanes, separados entre sí
por una distancia grande en el tiempo; el Adán del huerto y el Adán que nació
de María. Hay algo que llama la atención ¿Por qué ese ser que nació
de María es llamado el postrer Adán? No cabe duda de que tiene Jesucristo características
que también Dios colocó en el Adán del huerto cuando hizo su aparición en este
mundo, similitudes que hacen que a Jesucristo se le compare con aquel Adán que
estuvo en Edén.
Así
nos presenta la Biblia al Adán del huerto, como figura del que había
de venir; y este que había de venir no es otro más que Jesús el Cristo, el
cordero de Dios.
"No
obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a
la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de
venir."
Romanos 5:14.
Al
encontrarnos con expresiones cómo estás "...figura del que había de
venir...", Debería servirnos para comprender la conexión que existe entre
estas dos personas, que en todo sentido están relacionados, que su semejanza es
mayor de la que muchos creen. La construcción del tabernáculo, encargada a
Moisés por Dios allá en el desierto, fue seguida de una advertencia que nos
ayuda en la comprensión de esta situación; el tabernáculo terrenal es figura
del celestial, por lo que Dios le dijo a Moisés que debía hacerlo tal y
como de se había mostrado, para que fuese semejante al tabernáculo celestial
que sirvió de modelo, constituyéndose el tabernáculo terrenal en figura o
sombra del celestial.
"Y
alzarás el tabernáculo conforme al modelo que te fue mostrado en el
monte."
Éxodo 26:30.
"los
cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como
se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira,
haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte.” Hebreos 8:5.
"Porque
no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero,
sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios;" Hebreos 9:24.
Mucho
tiempo después, Jesucristo entró en el tabernáculo celestial, en el
verdadero, con su propia sangre para ofrecer ante Dios por nuestros pecados.
De
la misma forma que el tabernáculo, Adán y Jesucristo son semejantes, Adán
figura de Jesucristo, del verdadero.
Es
necesario prestar atención a esta relación o comparación, porque declara
la verdad del origen de estas personas, y no es sólo un relato de las
características con que fueron creados por Dios. Algunos no saben
quién es el segundo Adán porque no conocen al primer Adán, ni saben que el
primer Adán es figura del verdadero Adán, el postrero, Jesucristo. Para otros
lo relevante es que Adán pecó, mientras que el Señor Jesucristo no se halló
pecado en él. Pero ¿que relación de similitud hay entre Adán y Jesucristo?
Un
hombre
La
condición de ser hombre es la característica primordial entre los dos
Adán. Tanto el Adán que vivió en el huerto en Edén, como nuestro
Señor Jesucristo son hombre, así lo declara las sagradas escrituras.
"Así
también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el
postrer Adán, espíritu vivificante." 1º de Corintios 15:45.
"El
primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es
del cielo."
1º de Corintios 15:47.
El
hecho de que ambos, el Adán del huerto como Jesús el Cristo, son hombres es el
inicio de la comparación.
Esta
característica, de ser hombre, es lo que permite que, a través de
Jesucristo, se puedan revertir todas aquellas cosas que fueron
introducidas en la humanidad por medio del hombre Adán. Tanto el pecado como la
muerte se introdujeron en el mundo por un hombre, por lo que era necesario
que por medio de un hombre se introdujera la virtud, la resurrección y la vida.
"Por
tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado
la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos
pecaron." Romanos 5:12.
No
cabe duda de que la muerte entro por un hombre, pero no es menos cierto que también
por un hombre entró la resurrección.
"Porque
por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la
resurrección de los muertos." 1º de Corintios 15:21.
También
es una gran verdad que, por un hombre, el postrer Adán, nuestro Señor
Jesucristo, entró la gracia y el don de Dios.
"Pero
el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno
murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de
Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo." Romanos 5:15.
El
mismo Señor Jesucristo reconoció que él es un hombre.
"Pero
ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la
cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham.” Juan 8:40.
Dios
estableció que, por intermedio de un hombre, haría la reconciliación del hombre
con Dios; Nos hizo llegar por manos de un hombre, Jesucristo, el nuevo
pacto, de la misma forma que Moisés fue mediador del pacto en el
monte Sinaí. Es por esto por lo que Jesucristo es el mediador entre Dios y los
hombres, porque por medio de este hombre Dios nos trajo un nuevo pacto.
"Porque
hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo
hombre," 1º de Timoteo 2:5.
"a
Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor
que la de Abel." Hebreos 12:24.
El origen, ¿de dónde salió
cada uno?
Tanto
Adán, el que vivió en el huerto ubicado en Edén, como nuestro Señor Jesucristo,
fueron creados por Dios; Jesús tomado como modelo para la creación de
Adán, y Adán figura o sombra de Jesucristo. Claro está, mas allá del tiempo
cuando ocurrieron las cosas, uno fue creado a partir del polvo de la tierra
mientras que de Jesucristo dice que es del cielo, que no es terrenal, sin embargo,
son semejantes, y semejante en todo, esto nos debe ir orientando de que materia
está hecho el Señor Jesucristo.
"El
primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo
hombre, que es el Señor, es del cielo." 1º de Corintios 15:47.
"Con
el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque
de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás." Génesis 3:19.
Dios
dijo, por boca de Juan el bautista, que el origen del Señor
Jesucristo es de arriba.
"El
que de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra, es terrenal, y
cosas terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre todos." Juan 3:31.
Así
mismo lo confirmó el Señor Jesucristo.
"Y
les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de
este mundo, yo no soy de este mundo." Juan 8:23.
Es
de resaltar que, tanto Juan como Jesucristo fueron enviados por Dios, y
Juan nos dice que él es de la tierra mientras que Jesucristo era del cielo.
Entonces, el hecho de ser enviado no es lo que hace que Jesucristo sea de
arriba.
“Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan.” Juan 1:6.
¿Por
qué Jesucristo dijo que él era de arriba?
Primero,
porque nuestros actos o acciones dicen de dónde somos. El que es de abajo hace
las cosas de abajo, el que es de arriba hace las cosas de arriba.
"El
que de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra, es
terrenal, y cosas terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre
todos. Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio. El que
recibe su testimonio, éste atestigua que Dios es veraz. Porque el que Dios
envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por
medida."
Juan 3:31-34.
"Si,
pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está
Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de
arriba, no en las de la tierra." Colosenses 3:1-2.
Entonces
el que es de arriba habla las palabras de Dios, hace la voluntad de Dios, pone
su mirada en las cosas de arriba; pero el que es de la tierra habla cosas terrenales,
hace la voluntad de la carne y pone su mirada en las cosas de esta tierra.
"Porque
los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los
que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu." Romanos 8:5.
Podemos
ver que también para nosotros, aunque nuestro origen haya sido de la tierra
estamos llamados a ser de arriba, del cielo, al hacer las cosas del Espíritu,
al poner la mirada en las cosas de arriba. Entonces, el hecho de ser de arriba
no está hablando de que existía allá en los cielos antes de venir, sino que al
hacer las cosas de arriba lo constituye de arriba, por eso Jesucristo dijo que
era de arriba.
Segundo,
porque él no fue engendrado por voluntad de varón.
"Mas
a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad
de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de
voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios." Juan 1:12-13.
Por
no ser engendrado por voluntad de hombre sino de Dios, es la razón por lo que
Jesucristo es de arriba, no de esta tierra. Jesucristo nació por iniciativa de Dios,
por su intervención directa, Dios lo engendró por medio de su santo Espíritu.
"Por
tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y
dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.” Isaías 7:14.
"Yo
publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré
hoy."
Salmos 2:7.
"que
llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo
hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré." Isaías 46:11.
Por
esto también es que Jesucristo es de arriba, del cielo, porque fue
engendrado por voluntad de Dios.
Tercero,
Jesucristo dijo que era de arriba porque su procedencia es de adentro de Dios.
Jesucristo dijo que él procede de Dios, y que de Dios había salido. Entonces,
si queremos ubicar el lugar donde estaba Jesucristo antes de nacer no cabe duda
de que es dentro de Dios.
“Jesús entonces les dijo: Si
vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he
salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió.” Juan 8:42.
“Pero yo le conozco,
porque de él procedo, y él me envió.” Juan 7:29.
Al
Dios estar en los cielos, allá arriba, entonces Jesucristo es de Arriba, porque
Jesucristo salió de Dios.
“Será exaltado Jehová, el cual mora en las alturas; llenó a
Sion de juicio y de justicia.” Isaías 33:5.
Mientras
que Adán fue hecho sobre la tierra, fuera de un vientre, para la creación
de nuestro Señor Jesucristo Dios usó un vientre, el de María, para formar,
dentro de éste, al ser que había de engendrar, para que allí creciera y se
desarrollara, siguiera el proceso que cumple todo ser humano desde que es
engendrado hasta llegar al momento de su nacimiento; la célula con
capacidad de manifestar las características genéticas que Dios le dio a
Jesucristo, la simiente, que llevara la imagen de Dios, la semejanza de
hombre, que no es otra que la misma que Dios puso en el Adán del huerto y este
trasmitió a su descendencia, puesto que el Adán del huerto es figura del que
había de venir, del verdadero.
El
ángel le dijo a José, que Dios le había dado vida a un nuevo ser en el vientre
de María
"Y
pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le
dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que
en ella es engendrado, del Espíritu Santo es." Mateo 1:20.
Esto
es importante tenerlo en cuenta, ya que al engendrar se le da vida a un nuevo
ser.
Engendrar
Del lat. ingenerāre.
1. tr. Dicho de una persona o de un animal: Dar vida a un nuevo ser. U. t. c. intr.
Ya está en edad de engendrar.
2. tr. Causar, ocasionar, formar. U. t. c. prnl.
La
escritura aclara que ambos, Adán y Jesucristo, fueron hechos. El apóstol Pablo
nos relata que así está escrito, es lamentable que no mencione como se
llamó el libro o el profeta por boca del cual Dios ya lo había declarado, pero
deja constancia que está escrito que ambos fueron hechos, tanto el Adán
del huerto como Cristo.
"Así
también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma
viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante." 1º de Corintios 15:45.
La
escritura aclara que Dios preparó el cuerpo donde habita el alma de nuestro
Señor Jesucristo. Esto fue lo que ocurrió en el vientre de María, Dios preparó
el cuerpo que después fuera colgado en el madero.
"Por
lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me
preparaste cuerpo." Hebreos 10:5.
Dios
preparó el cuerpo, y con él creó un nuevo ser; de la misma forma que creó a
Adán, con el halito de vida hizo de ese cuerpo un ser viviente.
Es
necesario entender que Dios intervino en la génesis del Señor Jesucristo. Dios
es el creador de Jesucristo, lo creó a semejanza de carne de pecado, conforme
ya había creado a Adán. Quien vino en carne es el Señor Jesucristo, el Hijo del
Dios viviente, para Dios mostrar por medio de él su piedad.
"Porque
lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios,
enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado,
condenó al pecado en la carne;" Romanos 8:3.
El
proceso como Adán y el Señor Jesucristo fueron creados fue el mismo,
aunque separados en el tiempo.
En
el caso de Adán, Dios ordenó que se hiciera al hombre, emitió la palabra y el
Santo Espíritu de Dios ejecutó esa orden, siendo luego necesario que Dios
soplará aliento de vida en las narices de Adán para que llegara a ser un ser
viviente.
"El
espíritu de Dios me hizo, Y el soplo del Omnipotente me dio vida." Job 33:4.
En
el caso del Señor Jesucristo, Dios dio la orden, emitió su palabra y el Santo
Espíritu vino sobre María e hizo manifiesto el poder de Dios para que en el
vientre se engendrar a un nuevo ser.
"Respondiendo
el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del
Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá,
será llamado Hijo de Dios." Lucas 1:35.
Así
pues, el advenimiento de Jesucristo es por obra de Dios, su intervención
directa, dándose a conocer el misterio de la piedad de Dios para con el hombre.
El orden.
Es
necesario tener bien claro quién fue creado primero, esto nos permite ubicar el
momento en que fue creado cada uno de ellos. Dice claramente la escritura que
el primero que fue creado fue el Adán del huerto, y luego Jesucristo, así que
Adán precede a Cristo en cuanto al tiempo en que fueron creados.
"El
primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es
el Señor, es del cielo." 1º de Corintios 15:47.
Teniendo
en cuenta este orden, no es posible ubicar la creación del Señor Jesucristo
antes de la fundación del mundo. Jesucristo fue creado cuando vino el
cumplimiento del tiempo, no antes ni después, y esto ocurrió en el vientre de
María, mucho después del Adán del huerto.
Claramente
vemos que Adán fue creado primero, es antes que Jesucristo. Esto habla de
que Jesucristo no fue creado antes que el Adán del huerto, que no preexistía
antes que Adán, por eso dice: "...el primer hombre..." refiriéndose
al Adán del huerto, y Luego dice: "...el segundo hombre..."
Refiriéndose al Señor Jesucristo. Al usar “primero” y “segundo” está
estableciendo una sucesión de eventos.
Aun
cuando Jesucristo en todo tiene la preeminencia, acá nos deja ver que, al
momento de ser creados, el Adán del huerto fue primero, siendo el Adán del
huerto figura del Adán que había de venir.
"y
él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el
primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;" Colosenses 1:18.
A imagen de Dios
Ambos,
tanto el Adán del huerto como el Señor Jesucristo, fueron hechos a la imagen de
su creador, a imagen de Dios los hizo. Está es la característica de todo
hombre. Podemos ver que, muchos años después de haber sido creado el Adán del
huerto, Dios le reitera a Noe, que el hombre es hecho a imagen de Dios, por lo tanto,
podemos asegurar que la imagen de Dios, con la que fue creado el hombre, no se
perdió con el pecado de Adán y Eva, lo que se perdió fue la comunión con Dios,
fueron destituidos de la gloria de Dios. Del hombre Adán dice la escritura:
"Y
creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y
hembra los creó." Génesis 1:27.
"El
que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque
a imagen de Dios es hecho el hombre." Génesis 9:6.
Del
hombre Jesús el Cristo dice la escritura:
"El
es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación." Colosenses 1:15.
"en
los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para
que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual
es la imagen de Dios." 2º de Corintios 4:4.
Debo
agregar que el pecado de desobediencia de Adán y Eva llevó a Dios a exclamar
“…el hombre es como uno de nosotros…” y no dijo: el hombre dejó de ser como uno
de nosotros:
"Y
dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el
bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de
la vida, y coma, y viva para siempre." Génesis 3:22.
De
igual modo, Santiago en su libro nos recuerda que los hombres están hechos
a semejanza de Dios.
"Con
ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres,
que están hechos a la semejanza de Dios." Santiago 3:9.
Así
que la imagen que Dios puso de él en el hombre no se ha perdido.
¿Por qué a Jesucristo se le
llama el segundo o postrer Adam?
Son
estas características comunes entre Adán y Jesucristo que llevan a
identificarle claramente como el postrer Adán. Que ambos son hombres, creados
por Dios a su imagen, usando el mismo método; llegando a ser ambos hijos de
Dios por ser creados a su imagen y semejanza, como descendencia de Dios; hijos
de Dios semejantes en todo entre ellos.
"hijo
de Enós, hijo de Set, hijo de Adán, hijo de Dios." Lucas 3:38.
"Principio
del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios." Marcos 1:1.
Con
la creación del hombre Dios busca una descendencia para él, tener muchos hijos.
"¿No
hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque
buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y
no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud." Malaquías 2:15.
Hay
una expresión, en las sagradas escrituras, usada para referirse a un ser
creado, al hecho de ser creado y esta es formar. Dios formó al hombre del
polvo de la tierra, y esto hace referencia a que Dios creó al hombre.
"Entonces
Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz
aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente." Génesis 2:7.
"Porque
Adán fue formado primero, después Eva;" 1º de Timoteo 2:13.
En
el libro de Isaías encontramos una descripción del siervo de Dios que, de
entrada, pareciera que hace alusión al mismo escritor del libro de Isaías, como
si Isaías estuviese hablando de si mismo; pero que al ver las razones por
las que Dios había formado a este siervo, podemos constatar que habla de
alguien mas, está haciendo referencia a nuestro Señor Jesucristo.
“Ahora
pues, dice Jehová, el que me formó desde el vientre para ser su siervo,
para hacer volver a él a Jacob y para congregarle a Israel (porque estimado
seré en los ojos de Jehová, y el Dios mío será mi fuerza); dice: Poco es
para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que
restaures el remanente de Israel; también te di por luz de las naciones, para
que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra. Así ha dicho Jehová,
Redentor de Israel, el Santo suyo, al menospreciado de alma, al abominado de
las naciones, al siervo de los tiranos: Verán reyes, y se levantarán príncipes,
y adorarán por Jehová; porque fiel es el Santo de Israel, el cual te
escogió. Así dijo Jehová: En tiempo aceptable te oí, y en el día de
salvación te ayudé; y te guardaré, y te daré por pacto al pueblo, para que
restaures la tierra, para que heredes asoladas heredades; para que digas a los
presos: Salid; y a los que están en tinieblas: Mostraos. En los caminos serán
apacentados, y en todas las alturas tendrán sus pastos." Isaías 49:5-9.
Éste,
a quien Dios levantó para congregar a Israel, para levantar las tribus de
Jacob, para restaurar el remanente de Israel, a quien Dios dio por luz de las
naciones y para que sea la salvación de Dios hasta lo ultimo de la
tierra, no es Isaías; claramente está haciendo referencia a nuestro Señor
Jesucristo. Pero ¿Que más podemos ver en estos versículos? Que en ellos dice
claramente que este personaje es una creación de Dios "...el que me formó
desde el vientre para ser su siervo..."
Por
eso, en esta porción, cabe la misma pregunta que le hiciera el eunuco etíope a
Felipe: “… ¿de quién dice el profeta esto; de sí mismo, o de algún otro?”
"Respondiendo
el eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta
esto; de sí mismo, o de algún otro?" Hechos 8:34.
No
es casualidad que esté eunuco precisamente estaba leyendo al profeta Isaías,
eso está escrito para nuestra enseñanza. Esta es una característica de Isaías,
cuando relata los acontecimientos relacionados con el Señor Jesucristo, en
primera instancia pareciera que está hablando de él mismo, pero en realidad
está hablando del Señor Jesucristo. Isaías dice claramente que Dios formó a
nuestro Señor Jesucristo dentro del vientre de María, "...el que me
formó desde el vientre para ser su siervo..."
En
esta expresión podemos ver incluso el tiempo de formación, que no existía
antes. Da como punto de partida, de inicio, el vientre “...desde el
vientre...", Allí inició la vida de Cristo, en ese momento, cuando se
cumplió el tiempo establecido por Dios para manifestar su piedad, conforme a lo
que había dicho.
Las
palabras de Dios a Jeremías fueron muy similares, para decirle que él le
había formado en el vientre, que él era su creador. Allí podemos ver que está
haciendo referencia al origen de Jeremías. Antes de ese momento Jeremías no
existía, pero ya Dios, en su preconocimiento o visualización previa, ya lo
había santificado y dado por profeta a las naciones.
“Antes
que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te
santifiqué, te di por profeta a las naciones." Jeremías 1:5.
Otra
expresión, usada para referirse a la creación del Adán del huerto y
de Jesucristo, es la expresión "hecho".
"Así
también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el
postrer Adán, espíritu vivificante." 1º de Corintios 15:45.
Note
usted que dice: Fue hecho el primer Adán, por lo que también Jesús,
que es el postrer adán, también fue hecho. Así lo expresó el Señor
Jesucristo, hablando de la creación del hombre, que al referirse a
"hecho" estaba hablando de creación.
"El,
respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al
principio, varón y hembra los hizo," Mateo 19:4.
Volviendo
al profeta Isaías, encontramos que él también usa el verbo "hacer"
para hablar de la creación de Jesucristo, y dice que Dios es el hacedor de
Jesucristo. Isaías relata la creación del Señor Jesucristo, refiriéndose a él
como Jacob; y esto es porque Jesucristo según la carne es descendiente de
Jacob, como en otros lados la escritura se refiere a él como David.
"Ahora
pues, oye, Jacob, siervo mío, y tú, Israel, a quien yo escogí. Así dice
Jehová, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre, el cual te
ayudará: No temas, siervo mío Jacob, y tú, Jesurún, a quien yo
escogí. Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la
tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición
sobre tus renuevos;" Isaías 44:1-3.
Algo
que nos ayuda a entender que en esta porción no está haciendo referencia a
Jacob, el hijo de Isaac, sino que Isaías llama Jacob al Señor Jesucristo,
es que está la promesa de que sobre su generación Dios derramaría su Espíritu. Sin
lugar a duda esto se cumplió en la generación del Señor Jesucristo, Dios
derramó de su Espíritu el día de Pentecostés. Así que Isaías dice del Señor
Jesucristo, que Dios es su hacedor y quién lo formó desde el
vientre. "...Ahora pues, oye, Jacob, siervo mío, ... Así dice
Jehová, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre..." Es de
resaltar que en esta porción dice que la formación del Señor Jesucristo es
“desde” el vientre y no solo “dentro” del vientre, por lo que antes no existía.
Si
hay un merito en Jesucristo es que, estando rodeado de pecadores, no fue
vendido al pecado, mientras Adán cedió a pecar, aun cuando solo estaba con Eva;
y esto nos introduce en las diferencias entre el Adán del huerto y el postrer
Adán.
Diferencias
entre Adán y Cristo.
En
su creación, Adán fue creado adulto, mientras que Jesucristo como un niño.
Lo
único que el Adán del huerto no conocía era la diferencia entre el bien y el mal,
y, aunque era adulto, lo que se suponía que ocurriera era que viviera sin
conocer el bien y el mal, sino que viviera en obediencia, sin hacer el mal. Después
de la desobediencia de Adán hasta nuestros días, cuando nace un niño, hasta
cierta edad, no sabe distinguir entre el bien y el mal, pero le toca aprender.
Esta
diferencia en la creación marca una distinción significativa entre el
primer Adán y el postrer Adán es que el postrer Adán estuvo sujeto a un proceso
de crecimiento y aprendizaje progresivo. Del Señor Jesucristo la escritura
nos dice:
- Le
tocó aprender a desechar lo malo y escoger lo bueno.
"Por
tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a
luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel. Comerá mantequilla y miel, hasta
que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno." Isaías 7:14-15.
- Le
tocó crecer en sabiduría y gracia para con Dios y los hombres.
"Y
Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los
hombres."
Lucas 2:52.
- Le
tocó aprender la obediencia por medio del padecimiento.
"Y
aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo
sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le
obedecen;"
Hebreos 5:8.
Jesucristo es la imagen misma
de la sustancia de Dios, como el Adán del huerto es la imagen de Dios.
"el
cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia,
y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado
la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la
diestra de
Este
versículo es usado para decir que Jesucristo está conformado de la misma
sustancia de Dios, pero eso no es lo que dice el versículo. Allí no dice que
Jesucristo es de la misma sustancia, sino que él es la imagen misma de su
sustancia. Cuando dice: "...y la imagen misma de su sustancia..." lo
que esta diciendo es lo mismo que ya dice la Biblia en otros lados, que Jesucristo
es la imagen de Dios.
Veamos
que está diciendo:
“en estos postreros días nos ha hablado por el
Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el
universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma
de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su
poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí
mismo, se sentó a la diestra de
a) Dios nos ha hablado
por el hijo.
b) Dios constituyó
heredero de todo a su hijo.
c) Dios hizo el
universo por su Hijo.
d) El hijo es el
resplandor de la gloria de Dios.
e) El Hijo es la imagen
de la sustancia de Dios.
f) El Hijo sustenta
todas las cosas con la palabra de poder de Dios.
g) El Hijo efectuó la
purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo.
h) El Hijo se sentó a
la diestra de
i) Dios hizo a su Hijo
tanto superior a los ángeles por el nombre que le dio en herencia.
De
manera que cuando dice que el Hijo es la imagen misma de la sustancia de Dios,
no está diciendo que está hecho de la misma sustancia, sino que es la imagen de
Dios.
“El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.” Colosenses 1:15.