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La creación de Cristo


 

La creación de Cristo

Hebreos 7:3.

“sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.”

La existencia de Jesucristo fue a través de un proceso de creación. ¿Cómo fue este origen, que mecanismo medió? Jesucristo tuvo un comienzo y para ello Dios utilizó el mismo sistema o forma que empleó cuando creó todas las cosas en la tierra, su plenitud, lo que en ella hay.

El relato de la creación, en el libro de Génesis, nos muestra los elementos involucrados en la creación. Como punto de partida, y elemento fundamental, nos informa que el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

“Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.” Génesis 1:2.

Aparece el primer elemento que está involucrado en el proceso de creación, el Espíritu de Dios. Es el Espíritu de Dios el ente ejecutor de las órdenes que da Dios, la mano y el brazo de Dios en la distancia, va a donde Dios le envíe.

El segundo elemento lo encontramos en el siguiente versículo.

Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.” Génesis 1:3.

Es la voz de Dios, la expresión o manifestación verbal de lo que Dios quiere hacer; también denominada la palabra o verbo. Dios da la orden para que sea ejecutada. Dios ordena por medio de su palabra lo que debe ser hecho. Dio emite su voz y determina el tiempo cuando se ejecutará la acción, este es el caso de la palabra profética, Dios revela a sus siervos, les habla, lo que va a hacer, pero se reserva el tiempo en que se ejecutará. Cuando llega el momento entonces se hace realidad lo que ya había dicho.

Esta palabra está dentro de Dios, le pertenece a Dios, es Dios quien la emite, pronuncia, por lo tanto, procede de Dios de su interior, emerge, por lo que en todo momento es parte de Dios, es la voz de Dios; Dios es su palabra y su palabra es Dios, mas no un dios, ni una persona aparte de Dios.

Todo lo que Dios hizo estuvo en el pensamiento y planes de Dios antes que él diera la orden para que existiera; así mismo todo lo que ha sido hecho, en un momento dado, fue voz, palabra, verbo que determinó lo que debía llegar a existir.

“Jehová de los ejércitos juró diciendo: Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado, y será confirmado como lo he determinado;” Isaías 14:24.

“que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré.” Isaías 46:11.

Es por esto por lo que encontramos porciones en la Biblia que parecieran dar a entender que algo o alguien ya existía en el pasado, incluso en la eternidad, cuando en realidad está haciendo referencia al proyecto, plan, pensamiento de Dios dado a conocer en palabra.

“según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,” Efesios 1:4.

“en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,” Efesios 1:5.

“sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios.” 1º de Pedro 1:18-21.

Podemos ver, en estas escrituras, que habla como si el cordero de Dios y nosotros ya existíamos en la eternidad, antes que el mundo fuese fundado, cuando aún no habíamos nacido.  Porciones como aquella, donde Jesucristo dijo que Abraham vio su día y se gozó, son usadas para hablar de una prexistencia de Jesucristo, cuando Jesucristo está haciendo referencia a las visiones que Dios le mostro a Abraham del futuro, donde veía como Dios cumplía lo que le estaba prometiendo, y esto fue motivo de gozo.

"Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó. Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy." Juan 8:56-58.

Abraham tuvo el privilegio de que Dios le mostró en visión cosas que sucederían muchos años después de su muerte; él las vio y se gozó. ¿A que día hace referencia, cuando dice: “…se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó…”? Sin lugar a duda el día en que el Señor Jesucristo esté reinando en el milenio; allí estará Abraham, en la ciudad cuyo arquitecto y constructor es Dios.  

“Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos.” Lucas 13:28.

Ya Abraham tiene su lugar asegurado en esa ciudad, así le fue mostrado al Señor Jesucristo, y por esto dijo que Abraham estaba dentro de la ciudad.

De la misma forma que Abraham, David se gozó viendo que el Señor Jesucristo, después de haber muerto, no vio corrupción ni fue dejado en la tumba.

"Porque David dice de él: Veía al Señor siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido. Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua, Y aun mi carne descansará en esperanza; Porque no dejarás mi alma en el Hades, Ni permitirás que tu Santo vea corrupción." Hechos 2:25-27.

No era que Jesucristo ya había muerto, tampoco que ya había resucitado antes de David, sino que le fue mostrado en visión que Jesucristo había de morir y que al tercer día seria resucitado; por esto descansa en esperanza porque, de la misma forma como Dios le mostró que resucitó al Señor Jesucristo, un día Dios le resucitará de entre los muertos.

De esta forma Dios dio a conocer sus pensamientos, lo que tenía planificado desde mucho tiempo para hacer en el futuro, luego ese pensamiento lo convirtió en palabra y esa palabra dada llegó a ser un hecho, una realidad, llegó a la existencia, fue manifestada.

El caso de la creación del hombre, Adán y Eva, el libro del Genesis relata que Dios lo creó del polvo de la tierra y, aunque algunos se atreven a conjeturar que Dios con sus manos físicas moldeo el barro, no relata la biblia que fuese con manos físicas ¿Cómo fue que lo hizo? 

Hablo de hombre, para referirme tanto a Adán como a Eva, porque así lo presenta la escritura; luego es que aparece que al varón se le llamó Adán y a la hembra Eva.

"Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó." Génesis 1:27.

El proceso usado para crear al hombre fue el mismo que para el resto de la creación, Dios ordenó y, por medio de su Santo Espíritu, lo ejecuto.

"Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó." Génesis 1:26-27.

"Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente." Génesis 2:7.

Cuando Dios creó al hombre, y pronunció la expresión "... hagamos al hombre..." se está dando la orden para que el ente ejecutor de Dios en la distancia haga la acción; Dios le dio forma al hombre con su Santo Espíritu que se movía sobre la faz de las aguas.

Este proceso es descrito en el libro de Job, cuando aclara que fue con el Espíritu de Dios que el hombre fue hecho.

"El espíritu de Dios me hizo, Y el soplo del Omnipotente me dio vida." Job 33:4. 

Así como Dios tiene voz, y esta no es un dios aparte, sino que es su voz, de igual forma Dios tiene Espíritu, su Santo Espíritu, que le pertenece a él; y son estos, el Espíritu y la palabra, los dos elementos que Dios utilizó en la creación de todas las cosas, incluyendo la de los seres vivos.

La creación de Jesucristo está relatada en el capítulo uno del libro de Juan. En esta creación intervienen los mismos elementos que ya fueron descritos en la creación del mundo y lo que en él hay, su plenitud. También encontramos que no fue un evento al azar, fue planificado y ejecutado cuando se cumplió el tiempo.

Primer elemento involucrado. Al igual que en el principio de la creación, donde el Espíritu estaba presente sobre la faz de las aguas, el Espíritu de Dios está presente en la creación de Jesucristo. Cuando María le pregunta al ángel, cómo será el proceso para que ella quede embarazada sin haber conocido varón, él le dice: "... el Espíritu Santo vendrá sobre ti..."

"Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios." Lucas 1:35.

El ente ejecutor de Dios enviados del cielo, fue el encargado de hacer, obrar, operar en el vientre de María para crear al Señor Jesucristo, quien sería llamado el Hijo del Dios viviente. Esto no lo hizo el Espíritu por su propia cuenta, sin antes ser ordenado. En el momento que Dios dio la orden, para que se engendrara el Señor Jesucristo, hizo descender su Santo Espíritu sobre María y operó un milagro creativo.

El segundo elemento involucrado es la voz de Dios, la orden que Dios dio para que el Espíritu de Dios obrara, la palabra de Dios; también relatada como el verbo de Dios.

Ya estaba profetizado el momento cuando Dios dio la orden para la creación del Señor Jesucristo; no había ocurrido, pero ya Dios se lo había mostrado a David.

"Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy." Salmos 2:7.

Esto, de hacer público las palabras que Dios había dicho "...yo te engendré hoy ...", no es otra cosa que hubo un día en el cual Dios dio la orden para que, por medio de su Espíritu, se gestase en el vientre de María el salvador del mundo; nos habla de que Jesucristo tiene un origen, un principio. Este origen no ocurrió en el momento en que fue escrito el Salmo dos, sino que al escritor se le mostró en visión el momento en el cual Dios estaba dando la orden en el futuro, y él simplemente escribió lo que está ocurriendo en la visión. El momento de la creación de Jesucristo es “…cuando vino el cumplimiento del tiempo…”

“Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley,” Gálatas 4:4.

Aun cuando digo que el primer elemento es el Espíritu y el segundo el Verbo, el Espíritu no obra si antes no se da la orden, por lo que, en orden de aparición, primero se da la palabra y posterior el Espíritu actúa; el Espíritu no actúa de cuenta propia.

"Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir." Juan 16:13.

Primero es necesario que se dé la orden para poder actuar. Esta orden, de la creación de Jesucristo, es relatada por el escritor del libro de Juan. Todas las cosas fueron hechas de la misma manera, por medio de la palabra, dando la orden para que el Espíritu de Dios pueda hacer lo que Dios acaba de pronunciar. Entonces el significado acá en Juan de la expresión “... verbo..." es "... palabra..." es lo que desencadena la acción, y no está haciendo referencia la palabra "verbo" a alguna persona o ente espiritual preexistente.

"En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.  Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella." Juan 1:1-5. 

Luego que nos dice que todo fue creado con el mismo proceso, por medio de la palabra, o lo que es lo mismo, dando la orden y, posterior a darse la orden, esta es ejecutada, nos da a conocer que en la palabra está la vida, por ella es autorizado el Espíritu de Dios a obrar; porque el Espíritu es el que da vida, quien ejecuta la palabra de Dios.

El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.” Juan 6:63.

"Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad." Juan 1:14.

Lo que ocurrió fue que Dios dio la orden y esa orden fue hecha una realidad, manifiesta, palpable, fue hecha carne; el Espíritu de Dios en obediencia a la voz de Dios vino sobre María y engendró en su vientre a nuestro Señor Jesucristo, por esto el ángel le dice a José:

"Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es." Mateo 1:20.

El verbo no se auto transformó, no fue que el verbo se hizo carne, sino que el verbo fue hecho carne, alguien más lo hizo, alguien ejecutó la orden, y este que la ejecutó es el Espíritu de Dios; así obra Dios por medio de su Santo Espíritu.

Los siguientes dos versículos han sido usados por algunos para hablar de una preexistencia de Jesucristo, y esto porque Dios lo amó antes que fundase el mundo, y también por el hecho de ser enviado.

"Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo." Juan 17:24.

“Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley,” Gálatas 4:4.

Aquel que es todopoderoso amó a su Hijo desde antes que naciera, más aún, antes que el mundo fuese. Dios, que todo lo sabe, y quien llama las cosas que no son como si fuesen, amó a su Hijo aún antes de crearlo. Esto nos habla de una existencia en el propósito o planes de Dios.

Cuando habla de enviar, no es que como estaba allá en el cielo fue enviado desde allá, sino que luego que fue creado fue enviado; y es enviado porque se le dio un mensaje para entregar, una obra para ejecutar. Acá enviado no es otra cosa que comisionado.

El Hijo, que había nacido de mujer, fue enviado a la casa de Israel con el evangelio de reconciliación.

Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos.” Hechos 10:36.

No se trata de que el Hijo fuera enviado para que naciera en María, sino que luego que nació de María fue enviado. Tome en cuenta que Juan el bautista también fue enviado por Dios, y esto no significa que ya existiera desde la eternidad en el cielo; aunque ya el profeta Isaías había visto en visión que Juan era el mensajero que iría delante de Jesucristo preparándole el camino.

Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan.” Juan 1:6.

“Como está escrito en Isaías el profeta: He aquí yo envío mi mensajero delante de tu faz, El cual preparará tu camino delante de ti. Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; Enderezad sus sendas.” Marcos 1:2-3.

Recuerde también que, para poder iniciar su ministerio, por haber nacido bajo la ley, el Señor Jesucristo, debía esperar hasta cumplir los treinta años para poder ejercer cualquier ministerio; incluido el de profeta, que Jesucristo ejerció plenamente.

"desde el de edad de treinta años arriba hasta el de edad de cincuenta años, todos los que entraban para ministrar en el servicio y tener cargo de obra en el tabernáculo de reunión," Números 4:47.

¿Habla la Biblia de la preexistencia de Jesucristo? No; no relata la existencia de Jesucristo antes de su gestación en el vientre de María; más que la transmisión de los planes de Dios en boca de los profetas quienes relataron las visiones que les fueron mostradas del futuro.

"sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros," 1º de Pedro 1:19-20. 

"Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese." Juan 17:5.

Esto es lo que ocurrió con Abraham, Dios le mostró una visión del futuro, y entre las cosas que pudo ver fue que un descendiente suyo, de su simiente, seria para bendición de todas las naciones. Dios le mostró que ese día vendría, el día del Señor, cuando ya estaría Jesucristo, y se llenó de gozo.

"Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó. Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy." Juan 8:56-58.

Quiero hacer la siguiente observación, para resaltar la importancia que tiene el contexto. Los dos versículos que coloco a continuación son muy parecidos, por lo que algunos piensan que están haciendo referencia a la misma persona, y que por esto Jesucristo preexistía, pero no es así:

"Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho." Juan 1:3.

"En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció." Juan 1:10.

Las dos expresiones puntuales son: "...Todas las cosas por él fueron hechas..." y "...  el mundo por él fue hecho..."

La primera observación es la ubicación, el lugar donde estaba lo que, o de quien hace referencia:

El versículo dos y tres, de Juan capitulo uno, nos dice:

"Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho." Juan 1:2-3. 

De lo que habla acá, que estaba con Dios, está haciendo referencia a la palabra de Dios, al verbo, es un qué, no un quién; mientras que al mirar el versículo nueve nos encontramos que dice:

"En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció." Juan 1:10.

Vemos que de quien habla es de Jesucristo, es un quién no un qué, y que está en el mundo, no con Dios.

Son dos elementos muy diferentes el uno del otro, la palabra que haría que Jesucristo fuese formado en el vientre de María; y el Señor Jesucristo ya creado, quien llegaría a ser heredero de todas las cosas.

Es triste escuchar decir que el verbo es Jesucristo preencarnado, asegurando que el verbo era una persona o que el verbo cambió de estado, como si existiese ya un espíritu que se llamaba Jesucristo antes que se convirtiera en carne; por lo tanto dan a entender que antes que Jesucristo naciese en esta tierra existía como ser a quien llaman palabra o verbo; por lo tanto “el verbo” se refiere a la misma persona, dándole una existencia por mucho tiempo a Jesucristo como palabra, y no, esta afirmación no es verdad. Si un Jesucristo preencarnado ya existía como un espíritu, entonces lo que ocurrió fue que se metió en un cuerpo de carne, sería una reencarnación, Mientras que lo correcto es que por la palabra fue creado, el verbo fue hecho carne, un ser que llegó a existir, por eso dice “…el Santo Ser que nacerá…”, y se llamó Jesús el Cristo.

El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.” Lucas 1:35.

Cuando dice "...el mundo por él fue hecho..." no se refiere que él fue el creador, sino que él (Jesucristo) fue la razón, el motivo por el cual Dios creó el mundo, El mundo es parte de lo que habría de llegar a heredar, puesto que heredó todas las cosas. El creador del mundo es Dios, el Padre, con su palabra y por medio de su Santo Espíritu, pensando en su Hijo o motivado por su Hijo que habría de crear, que tenía ya planificado; hizo preparativos para su llegada.

Decir que Jesucristo es una persona llamada el verbo, antes que naciera en el vientre se María, deja a Dios por fuera de su creación, y no es así. Jesucristo se formó cuando Dios pronunció la palabra.

Pero ¿y entonces, Jesucristo no es el verbo de Dios como dice en apocalipsis?

"Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS." Apocalipsis 19:13.

No confunda las cosas, ni pretenda confundir a otros. Acá nuevamente es necesario tomar en cuenta el contexto. Lo primero es notar que dice: “…y su nombre es: EL VERBO DE DIOS…”, lo que dice es que así se llama, así se le llama al Señor Jesucristo, como tantos otros significados de su nombre relatados por Isaías;

“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.” Isaías 9:6.

Así también, debemos tener claro que por boca de Jesucristo vino la palabra de Dios al mundo, sus palabras le fueron dadas por Dios, por lo tanto, él habló la palabra de Dios.

"porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste." Juan 17:8.

"Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar." Juan 12:49.

"Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;" Hebreos 1:1-2.

Entonces, no se trata de que Jesucristo fuera la voz de Dios en la creación, sino que Dios habló por boca de Jesucristo, le dio palabras que hablar, para que nos las diese a saber cuando estuvo acá en la tierra, el evangelio de la paz, de la reconciliación con Dios.

Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos." Hechos 10:36.

en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;” Hebreos 1:2.

Y esto aconteció como Dios ya lo había anunciado por boca del profeta Moisés, cuando dijo:

"Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare. Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta." Deuteronomio 18:18-19. 

Esta es la razón por la que en la escritura encontramos que Jesucristo es portador de la palabra de Dios, porque él habló lo que Dios le dijo que hablara; pero no debe confundirse con lo que dice en Juan 1:1, pues este verbo de Juan 1:1 es la voz directa de Dios, la voz con la cual Dios creó todas las cosas y que el libro de apocalipsis dice que es como de trompeta.

"Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y detrás de mí una gran voz como de trompeta,” Apocalipsis 1:10.

Mientras que el sonido de la voz de Jesucristo, el Hijo de Dios es como el estruendo de muchas aguas.

“y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas." Apocalipsis 1:15.

El libro de Apocalipsis deja ver claramente que hay una gran diferencia en el timbre de la voz. La voz de Dios se escucha como trompeta y la de Jesucristo como el sonido de muchas aguas.

Así que Juan 1:1 “el verbo” no es Jesucristo, como tampoco es la voz de Jesucristo repitiendo lo que oyó de Dios, sino la voz de Dios Padre; De igual modo, la expresión en Apocalipsis “…el verbo de Dios…” se refiere a la palabra de Dios, sino que es el nombre del cordero.

Jesucristo fue creado por Dios, de la misma forma que creó a Adán, con su palabra y a través de su Santo Espíritu, para que tuviese su imagen y semejanza; de allí que relate la escritura que es sin padre, sin madre, sin genealogía, que es la característica que vemos en el Adán del huerto.

 “sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.” Hebreos 7:3.

Poder entender que la escritura dice de Jesucristo “…sin padre, sin madre,…” es comprender porqué es llamado el postrer Adam; pues Adán, por haber sido creado, tampoco tuvo padre, ni madre. Así Jesucristo, al ser creado tampoco tiene padres terrenales, pues fue hecho como Adán.

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