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Jesucristo, hijo de hombre y, también, el Hijo del hombre.

 



Jesucristo, hijo de hombre y, también, el Hijo del hombre.

Daniel 7:13-14.

"Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido."

Si espera que yo le diga que la biblia se refiere a Jesucristo como hijo de hombre porque su papá fue José, el esposo de María, lamento decepcionarle. Afirmar que José es el padre de Jesucristo es hacer a Dios mentiroso, (“…antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; …” Romanos 3:4), fue él quien dio a conocer en boca de los profetas que obraría un milagro, que haría concebir a una virgen; también seria negar el poder creador de Dios que por medio de su Espíritu hizo que su palabra dada por boca de los profetas fuera hecha carne, y engendró a su hijo en el vientre de María.

"Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel." Isaías 7:14.

"Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es." Mateo 1:20.

Ahora, ¿A qué se hace referencia cuando en la biblia habla de Jesucristo como hijo de hombre? Debo acotar que en el antiguo testamento la expresión "hijo de hombre" de forma explícita, haciendo referencia al Señor Jesucristo, solo sale dos veces; Mientras que en el nuevo testamento solo aparece una vez; pero es fundamental saberlo pues está íntimamente relacionada con la expresión "hijo del hombre" de uso frecuente en los evangelios.

"Sea tu mano sobre el varón de tu diestra, Sobre el hijo de hombre que para ti afirmaste." Salmos 80:17.

"Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. " Daniel 7:13.

"Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo de Hombre." Mateo 10:23.

Pero no se me desespere, pues no es que en la biblia no aparezca más veces la expresión "hijo de hombre", pues un hijo de hombre es un descendiente de hombre; solo que el resto de las veces que se encuentra no se refiere directamente al señor Jesucristo. 

Ahora bien, no sucede lo mismos con la expresión "el hijo del hombre" que siempre que aparece hace referencia al Señor Jesucristo. Esta expresión es un título dado al Hijo de Dios, que no busca simplemente validar el hecho de que él es un ser humano o hijo de hombre, sino que su propósito es dejar claro que Jesucristo es aquel personaje del que hizo referencia el Salmista David, y el profeta Daniel, y todos aquellos que profetizaron de la venida del Cristo; por lo tanto, Jesucristo es el mesías y rey prometido, a quien Dios afirmó, el hijo de hombre al que el anciano de días dio autoridad y dominio. Es curioso que quien más usó el título "hijo del hombre" fue el Señor Jesucristo para referirse a sí mismo, una alusión constante a la profecía, dejándonos ver que de él es de quién se habla en la profecía.

"Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?  Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas." Mateo 16:13-14.

La misma pregunta la encontramos en el evangelio de marcos:

"Salieron Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino preguntó a sus discípulos, diciéndoles: ¿Quién dicen los hombres que soy yo?" Marcos 8:27.

Al relacionar ambas preguntas, deja ver que el Señor Jesucristo es el hijo del hombre. El trasfondo de la pregunta es ¿Quién dicen los hombres que es ese hijo de hombre, del que hizo referencia Daniel, el que fue acercado al anciano de días para recibir dominio, gloria y reino? ¿Quién es ese personaje?

En la respuesta de los discípulos podemos ver qué ese hijo del hombre, del que Habló Daniel, algunos decían que era Juan, Elías o Jeremías.

Esta interrogante nace en el contexto de que los fariseos le habían pedido que les mostrará señal de quién era él, pero Jesús no quiso.

"Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le pidieron que les mostrase señal del cielo." Mateo 16:1.

Ahora mire usted la pregunta que les hace el Señor Jesucristo a sus discípulos:

"El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?" Mateo 16:15.

En otras palabras, si los hombres dicen que el hijo del hombre es Juan, Elías o Jeremías, ¿Entonces yo quien soy? ¿Qué dicen ustedes de mí?

"Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente." Mateo 16:16. 

Esta declaración toma mayor peso cuando entendemos que la profecía decía bien claro que ese hijo de hombre, del que habló Daniel en la visión, Dios lo llama su hijo en boca de David."

"Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy." Salmos 2:7.

"El edificará casa a mi nombre, y él me será a mí por hijo, y yo le seré por padre; y afirmaré el trono de su reino sobre Israel para siempre." 1º de Crónicas 22:10.

"Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin." Lucas 1:32-33.

Es necesario dejar claro que este Hijo de hombre del que habló David y Daniel es un hijo de hombre, un hombre, un ser humano; pero al mismo tiempo sirve para establecer el tiempo de su aparición u origen. Para algunos Jesucristo fue el primer ser creado por Dios, pero esto significaría que no es hijo de hombre, mientras que la escritura dice que Jesucristo es hijo de hombre. Para ser hijo de hombre se necesita ser descendiente de hombre.

Jesucristo, Hijo de hombre.

Una diferencia entre Jesucristo y Adán es que Adán no es hijo de hombre. Adán es hombre, pero no es hijo de hombre, por ser el primer hombre creado, los hijos son sus descendientes; mientras que el Señor Jesucristo es hombre y también es Hijo de hombre, por ser de la simiente de la mujer, una descendiente de Abraham, linaje de David, esto le hace hijo de hombre, aunque no haya nacido por voluntad humana; esto le hace diferente a Dios, quien no es hombre, ni hijo de Hombre.

"Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?" Números 23:19.

Mientras de Jesucristo dice que es del linaje de David.

"Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio," 2º de Timoteo 2:8.

Cuando la biblia se refiere al Señor Jesucristo ¿Por qué no dice que Jesús es hijo de mujer, sino que dice que es hijo de hombre, ya que nació de María sin participación de José? ¿No es incorrecto decir "hijo de hombre" para referirse al que nació de una mujer?  Cuando Dios creó al hombre lo hizo varón y hembra, de manera que tanto Adán como Eva son llamados hombre. Hombre es el nombre del ser viviente, como decir Ángel, o Arcángel, Querubín. En el caso de los hombres Dios los creó en pareja, varón y hembra.

"Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó." Génesis 1:27.

Es así como la expresión "hijo de hombre" ubica a Jesucristo dentro de la creación de Dios acá en esta tierra, dentro de los hombres, como descendiente de los hombres, Jesucristo es hijo de hombre.

En la biblia encontramos que dice que de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres. Todos los seres humanos que han existido son descendientes de Adán, proceden a partir de la sangre de Adán. Hay que tener en consideración que la propia Eva fue hecha de la misma carne de Adán; por lo tanto, todos los seres humanos han traído la imagen y semejanza de Adán, el mismo linaje, son sus descendientes.

"Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación;" Los Hechos 17:26.

De Adán salió Eva, a quien Dios le prometió que su simiente heriría la serpiente en la cabeza.

"Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar." Génesis 3:15. 

De Adán Salió Abraham, a quien se le prometió que en su simiente serían benditas todas las familias de la Tierra.

"Vosotros sois los hijos de los profetas, y del pacto que Dios hizo con nuestros padres, diciendo a Abraham: En tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra." Los Hechos 3:25.

De Adán salió David, a quien se le prometió que un descendiente de él, de su linaje, nacería uno a quien Dios afirmaría sobre el Reino de Israel.

"Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino." 2º de Samuel 7:12. 

Podemos ver que está simiente prometida tanto a Eva, a Abraham como a David, es una sola, y la misma; está haciendo alusión a nuestro señor Jesucristo.

"Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo." Gálatas 3:16.

Quiero recalcar que la promesa hecha a Eva le fue ratificada a Abraham, siendo que él es varón, y luego a David, que también es varón, pero cumplida por medio de una hembra, una mujer virgen, María.

El propósito de Dios con la creación del hombre fue crear una descendencia para él, unos seres que fuesen sus hijos, y estos emparentados entre sí, a partir de la misma sangre. Aun cuando hay en él abundancia de espíritu, hizo uno porque buscaba una descendencia para él.

"¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud." Malaquías 2:15. 

Habiendo hecho Dios todo el linaje de los hombres de una sola sangre, es de esperar que de la misma carne y sangre de Adán naciera nuestro Señor Jesucristo, pero hay algunos que piensa que de Adán no puede salir algo de bueno. Ellos, al igual que pensaba Natanael, cuando puso en duda que de Nazareth podía salir algo de bueno, no dan crédito a qué pueda salir algo de bueno de dos personas que le fallaron a Dios. Dan por sentado que todos los descendientes de Adán son irremediablemente pecadores, atribuyéndole un tal pecado original; pero podemos ver que nació Abel que agradó a Dios, y luego, después que Caín le mató, se repite la historia, nació Set en sustitución de Abel, y mucho después Enoc; estos dos vivieron para agradar a Dios.

"Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra." Génesis 4:2.

"Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;" Génesis 4:4.

"Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella." Hebreos 11:4.

Este descendiente de Adán, que nació mucho después de estar fuera del huerto, encontramos que llegó a agradar a Dios, hizo lo bueno delante de Dios. De la pareja que había cometido pecado nació un ser agradable a Dios; de la carne de pecado nació alguien que no hizo pecado, agradó a Dios y fue traspuesto para no ver muerte.

"Y conoció de nuevo Adán a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set: Porque Dios (dijo ella) me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín. Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová." Génesis 4:25-26.

"Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set." Génesis 5:3.

"Vivió Set ciento cinco años, y engendró a Enós." Génesis 5:6.

"Vivió Enós noventa años, y engendró a Cainán." Génesis 5:9.

"Vivió Cainán setenta años, y engendró a Mahalaleel." Génesis 5:12.

"Vivió Mahalaleel sesenta y cinco años, y engendró a Jared." Génesis 5:15.

"Vivió Jared ciento sesenta y dos años, y engendró a Enoc." Génesis 5:18.

"Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios." Génesis 5:24.

"Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios." Hebreos 11:5. 

Podemos ver, en toda esta secuencia, que a partir de una pareja que desobedeció salió algo de bueno; aun cuando, a partir del pecado de Adán, todos los hombres fueron constituidos pecadores, no todos pecaron a la manera de Adán, pero mejor aún, hubo quienes escogieron vivir para Dios, agradar a Dios con sus vidas.

"Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron." Romanos 5:12.

"No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir." Romanos 5:14.

Así como de los lomos de Adán salió Abel, luego set, su nieto Enós, y así hasta llegar a Enóc quien agradó a Dios, de la misma forma, de la carne de Adán, de un descendiente de él, nació el Señor Jesucristo, del mismo linaje, pero su advenimiento no fue por obra o voluntad humana sino por la intervención directa de Dios. Esto es lo que hace la diferencia, no hubo intervención de hombre alguno, José no forma parte del proceso. En este caso Dios operó o realizó un milagro en el vientre de María, Dios es Dios de milagros. Cuando Dios le proveyó una ayuda idónea a Adán, tomó parte de Adán para hacerle una compañera, mientras dormía, de una costilla del Varón Dios creó una mujer.

"Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él." Génesis 2:18.

"Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre." Génesis 2:21-22.

Luego que el hombre pecó, Dios dio a conocer que el futuro haría algo similar de cómo dio origen a Eva, pero está vez de Eva haría nacer, engendraría un varón, a partir de la simiente de una mujer. Le da a conocer que un descendiente de ella enfrentaría a la serpiente. 

"Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar." Génesis 3:15.

Pero ¿Acaso puede salir algo de bueno de esa carne de pecado? Si no pudiese nacer algo de bueno de la descendencia de Adán entonces Dios no trataría con el ser humano, no llamaría pecadores al arrepentimiento, no enviaría su hijo para hacer la redención por nuestros pecados, no hubiese socorrido a la descendencia de Abraham.

“Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham.” Hebreos 2:16.

No por ser descendientes de Adán ya somos pecadores. Este ha sido un problema de muchos años, imputarle a cada ser humano que nace con un tal pecado original. Si cada persona que nace lo hace en pecado, ¿Por qué Dios dijo: el alma que pecare morirá? Y no solo eso, sino que los hijos no pagarían las consecuencias del pecado de sus padres.

"El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él." Ezequiel 18:20. 

Si ya se nace en pecado, o con pecado, entonces no hay para que pecar, ya estaríamos condenados a muerte. A causa del pecado de Adán se introdujo el pecado en el mundo, pero esto no indica que nacemos en pecado o con pecados, de lo contrario no diría la escritura que los hijos de una creyente, aún que su padre no sea creyente, son santos.

"Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos." 1º de Corintios 7:14.

Tampoco diría la escritura que hay un tiempo donde se aprende a escoger lo bueno y desechar lo malo, y esto se hace cuando aún se es niño; esto lo podemos ver en el siguiente ejemplo. Al aprender a escoger y a desechar es entonces que somos responsables de nuestros actos, si nos inclinamos al bien o hacia el mal.

"Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel. Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno. Porque antes que el niño sepa desechar lo malo y escoger lo bueno, la tierra de los dos reyes que tú temes será abandonada." Isaías 7:14-16.

Piense por un momento ¿Si los niños nacen en pecado o con pecado, como es posible que Juan el bautista fue lleno del Espíritu Santo aún desde el vientre de su madre? ¿Puede un niño en pecado ser lleno del Espíritu Santo?

"porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre." Lucas 1:15. 

Que se nazca sin pecados, no le da al ser humano una licencia para pecar y pretender que siguen siendo santo, tan pronto como haga el mal deja de ser santo, pasa a ser un pecador. Es el inclinar nuestro corazón a hacer el mal lo que nos aleja de la santidad, pudiendo empezar el ser humano a muy temprana edad pues depende de las costumbres que herede de sus padres, según la enseñanza y corrección que reciba. Los padres están puestos como los encargados de orientar a sus hijos hacia el bien, pero vemos que cada día hay menos temor de Dios y los padres alientan a sus hijos a hacer el mal celebrando conductas desviadas perpetuando así el mal en los individuos desde la niñez. El trabajo es instruir al niño para que viva rectamente hasta el fin de sus días, por esto es tan importante que tenga unos buenos padres que le orienten a hacer el bien.

"Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él." Proverbios 22:6.

 La biblia aclara que la carne del ser humano es carne de pecado, pero aunque tengamos carne de pecado estamos llamados a no ser pecadores.

"Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;" Romanos 8:3.

Cabe resaltar que la mujer que Dios eligió para llevar a cabo el milagro de engendrar un hombre a partir de una mujer contaba con unas características que el ángel nos deja conocer en sus palabras. Aun cuando su carne era carne de pecado, encontramos que las palabras del ángel fueron:

"Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres." Lucas 1:28.

"Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios." Lucas 1:30.

Podemos ver que el ángel le dice que ella es muy favorecida, que Dios estaba con ella, que era bendita; en otras palabras "has hallado gracia delante de Dios." Vuelve un descendiente de Adán a alcanzar el favor para que lleve acabó la obra que Dios se propuso por medio de una mujer, engendrar al salvador del mundo, pero esta elección no fue simplemente por su conducta, debía ser una descendiente de Abraham y de David; fue escogida no solo por lo que había hecho sino por quien ella era. Esto lo podemos ver reflejado en las palabras que le dijera su prima Elizabeth:

“Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor.” Lucas 1:45.

Es la forma ser de María, su disposición a creer y aceptar lo que Dios ha dispuesto para que ocurra en ella, lo que hace la diferencia con otras mujeres; estuvo de acuerdo en que Dios manifestara su poder en ella, que Dios le diera el uso necesario.

“Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.” Lucas 1:38.

Debo dejar bien claro que existe una diferencia entre María y el Señor Jesucristo: Mientras María halló gracias delante de Dios, y por eso fue la elegida para que fuese la madre de Jesús, con el Señor Jesucristo no fue así; él fue engendrado por Dios para que llevará a cabo la obra que se le encomendó, designado desde antes de nacer, pues fue creado para ese propósito.

"ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros," 1º de Pedro 1:20.

"Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley," Gálatas 4:4.

No fue que alguien halló gracias delante de los ojos de Dios y por esto Dios lo llamó su hijo, no, no y no. Desde antes de ser concebido en el vientre de María ya Dios, por boca del ángel da a conocer que Jesucristo es el hijo de Dios; y así lo presentó Dios “…Éste es mi Hijo amado…”

"Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin." Lucas 1:32-33.

"Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios." Lucas 1:35.

“Y hubo una voz de los cielos, que decía: Éste es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.” Mateo 3:17.

No fue su conducta o comportamiento lo que llevó a Dios a llamarle su hijo, es hijo de Dios porque Dios lo engendró en el vientre de María, esto hace una diferencia grande.

En palabras del mismo Ángel, podemos ver que María daría a luz a un santo, que no es otra cosa que un hombre apartado del mal, esto es ser santo, apartado del mal; y no por el hecho de haber sido hecho a semejanza de carne de pecado significa que Jesucristo nació con pecado o en pecado. Lo mismo podemos decir de Adán. Cuando Dios lo creo no fue que alguien o algo halló gracias delante de Dios para que Dios lo mirara y lo considerara su hijo, simplemente Dios lo creó para ser su hijo; no fue un simio que se paró en dos patas y halló gracia delante de Dios, Adán fue creado por Dios como hombre, como su hijo.

"hijo de Enós, hijo de Set, hijo de Adán, hijo de Dios." Lucas 3:38.

Pero a algunos se les dificulta creer que de la carne de pecado salga un santo ser, pues alegan que cada ser humano que nace lo hace en pecado. Cuando vamos a las escrituras, podemos notar que, dice que fue la muerte la que pasó a todos los hombres, no el pecado; y esto de que la muerte pasó a todos los hombres es porque todos pecaron. 

"Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron." Romanos 5:12.

Entonces, condición para que la muerte pase a los hombres es que cometan pecado.

Y está muerte viene Dada por la separación, la división con Dios.

"pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír." Isaías 59:2.

 No se me escandalice que yo diga que no nacemos en pecado, sino que la biblia dice que todos somos pecadores por cuánto todos pecaron. Así que, mientras no pequemos no somos pecadores, y si después de haber pecado nos arrepentimos, y somos perdonados, dejamos de estar en pecado.

Cuando vemos la elección que hizo Dios, entre Jacob y Esaú, dice claramente que fue antes que uno de los dos hubiese hecho bien o mal, antes que cometieran pecado.

"(pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), se le dijo: El mayor servirá al menor. Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí." Romanos 9:11-13.

El pecado es producto de la conducta, de lo que hacemos. El bien y el mal se hace. Mientras no ha nacido no ha hecho bien ni mal; incluso llega un momento donde se tiene conciencia del bien y del mal y se escoge libremente lo uno o lo otro.

"Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno." Romanos 3:10-12.

"por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios," Romanos 3:23.

"Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos." Romanos 5:19.

Es frecuente escuchar personas insistir que todos somos pecadores para indicar que no hay nadie que no sea un pecador, que todos estamos en pecado. La biblia no dice algo así. Si bien es cierto que ninguno de los seres humanos estamos exento de cometer pecado, esto no significa que todos estamos en pecado. 

"Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros." 1º de Juan 1:8-10.

Estos versículos han sido mal interpretados para hacer creer a algunos que no hemos sido liberados del pecado, que no se puede vivir sin pecar. Pasan por alto que la misma escritura dice:

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” 1ra de Juan 1:9.

Aquel a quien sus pecados le son perdonados es privilegiado, goza del favor de Dios, es muy favorecido pues Dios está con él.

“diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos. Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado.” Romanos 4:7-8.

Hombres santos en carne de pecado

Si ha nacido de Dios no práctica el pecado, por lo tanto, no es pecador.

“Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.” 1º de Juan 5:18.

El hecho de que habitemos en un cuerpo de carne de pecado no es excusa para vivir en pecado. Si Dios nos está pidiendo que seamos santos, porque él es santo, quiere decir que, si se puede ser santos, si se puede vivir apartados del mal. Todas aquellas personas por medio de las que Dios nos hizo llegar su palabra están consideradas santas, del mismo modo nosotros podemos vivir en santidad.

"porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo." 2º de Pedro 1:21.

Cuando recién nacimos, no traíamos pecado, pero ¿Qué debemos hacer después, puesto que nos convertimos en pecadores? Debemos hacer morir las obras de la carne por medio del Espíritu de Dios y abstenernos de toda especie de mal.

"porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis." Romanos 8:13.

"Absteneos de toda especie de mal. Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo." 1º de Tesalonicenses 5:22-23.

Ahora bien, este hombre que Dios engendró en el vientre de María es aquel que Dios le mostró a Daniel que se acercaba al anciano de días y se le concedía autoridad y dominio, Jesucristo es ese hijo de hombre, y también el hijo del hombre; descrito como el siervo del Señor por Isaías, sobre quien Dios cargó el pecado de todos nosotros para que alcanzáramos el perdón de nuestros pecados.

"Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.  Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.  Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores." Isaías 53:10-12.

                                                           Asbel Peña.

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